por Pep Guardiola » Vie Jun 18, 2004 6:10 am
Me han gustado mucho tus escritos, Evil_Khalid, están bastante bien. Hace poco me he comprado el libro de "Las apariciones" de Von Däniken. No me lo he leído pero creo que habla de algo parecido. Me gustaría hacerte varias preguntas:
Dices en el primer artículo:
"Lo que no aclaró el Maestro, porque no era el tiempo, es que un jefe extraterrestre logró convencer a Moisés de que era Jehová haciendo prodigios tecnológicos".
Yo te digo ¿no crees que Jesucristo tenía que ver con el "dios" de Moisés? Ese mismo "dios" es el que habla sobre la venida de un redentor (Jesús) y hace un plan de salvación con el pueblo judío encaminado al nacimiento de Jesús. Las medidas de el corte del prepucio o el que no entraran a la ciudad santa (dadas por el "dios" de Moisés) los mayores de 20 años (por alguna razón de enfermedad o algo parecido) no son sino medidas higiénicas (¿el que vagaran 40 años por el desierto puede ser por alguna razón de "desinfección"?). Todo se encamina al nacimiento de Jesús y que sus descendientes sean lo más puros posibles para que no se den enfermedades hereditarias que pudieran afectar al nacimiento de Jesucristo. Hace poco estudié en la universidad que el corte del prepucio es fundamental para no contraer cáncer de próstata. Y también, vemos en los apócrifos del nuevo testamento cómo los supuestos "ángeles" cuidan a María dándole una comida especial y siguen diariamente el proceso embrionario de Jesús. Si Jesucristo fuera tan divino, ¿por qué necesitaría de gente "venida del espacio" para ver si su nacimiento iba por buen camino?
Y yo te pregunto. Si Jesucristo no fuese, en verdad, el redentor ¿por qué quieren hacernos creer los extraterrestres en una religión inventada por ellos? ¿qué sacan en provecho? Admito que en el pasado, sacaban mucho provecho con los sumerios y pueblos posteriores pero a qué viene el enviar "un Jesucristo".
Me da vueltas a la cabeza la idea de que los que enviaron a Jesucristo sean otros pero esto no coincide con el plan del "dios de Abraham" que coincidiría con el de Jesucristo.
También dices:
"De más está decir que los extraterrestres y los espíritus del Error no están en combinación, ya que aquellos ignoran la existencia de éstos. Lo que ocurre es que cuando los extraterrestres provocan este tipo de fenómenos, los espíritus del Error acuden como moscas al lugar para sacar su tajada haciendo lo propio. Es lo que sucedió en Fátima con las supuestas apariciones de la Virgen."
No entiendo nada de la los extraterrestres y los espíritus del error y que no están en combinación ¿no te molestaría explicármelo?.
Por último, expones:
Para concluir, te recuerdo un hecho de la vida de Jesús: la “Transfiguración”, donde el Maestro conversó con dos extraterrestres (que fueron confundidos con Moisés y Elías), en presencia de tres de sus discípulos (Juan Zebedeo, su hermano Santiago y Pedro) y donde se oyó la voz de "Dios" que les decía "éste es mi hijo bien amado, seguidle" (que provenía del altavoz de una "nube plateada", obviamente una nave espacial).
Yo te formulo esta pregunta: ¿no crees que esa misma astronave que llevó a Elías y Moisés con Jesús tiene algo que ver con éste? Quiero decir, si dices que el "dios" de Abraham es un impostor (por ser igual de sobrehumano que tú o yo), has de decir lo mismo del "dios" de Elías y del "dios" de Moisés. ¿Entonces por qué se aparecen en una astronave Elías y Moisés precisamente a Jesucristo? Mi opinión es que Jesucristo tiene mucho que ver con los mismos "dioses" de Abraham ya que esa astronave pertenecería a uno de esos "dioses" del pasado. Además Jesucristo siempre se refiere a que Él es del cielo y nosotros del demonio (¿será ese demonio Enki?).
12 Jesús les habló otra vez diciendo: «Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida.»
13 Los fariseos le dijeron: «Tú das testimonio de ti mismo: tu testimonio no vale.»
14 Jesús les respondió: «Aunque yo dé testimonio de mí mismo, mi testimonio vale, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo ni a dónde voy.
15 Vosotros juzgáis según la carne; yo no juzgo a nadie;
16 y si juzgo, mi juicio es verdadero, porque no estoy yo solo, sino yo y el que me ha enviado.
17 Y en vuestra Ley está escrito que el testimonio de dos personas es válido.
18 Yo soy el que doy testimonio de mí mismo y también el que me ha enviado, el Padre, da testimonio de mí.»
19 Entonces le decían: «¿Dónde está tu Padre?» Respondió Jesús: «No me conocéis ni a mí ni a mi Padre; si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre.»
20 Estas palabras las pronunció en el Tesoro, mientras enseñaba en el Templo. Y nadie le prendió, porque aún no había llegado su hora.
21 Jesús les dijo otra vez: «Yo me voy y vosotros me buscaréis, y moriréis en vuestro pecado. Adonde yo voy, vosotros no podéis ir.»
22 Los judíos se decían: «¿Es que se va a suicidar, pues dice: "Adonde yo voy, vosotros no podéis ir?»
23 El les decía: «Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba. Vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo.
24 Ya os he dicho que moriréis en vuestros pecados, porque si no creéis que Yo Soy, moriréis en vuestros pecados.»
25 Entonces le decían: «¿Quién eres tú?» Jesús les respondió: «Desde el principio, lo que os estoy diciendo.
26 Mucho podría hablar de vosotros y juzgar pero el que me ha enviado es veraz, y lo que le he oído a él es lo que hablo al mundo.»
27 No comprendieron que les hablaba del Padre.
28 Les dijo, pues, Jesús: «Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre, entonces sabréis que Yo Soy, y que no hago nada por mi propia cuenta; sino que, lo que el Padre me ha enseñado, eso es lo que hablo.
29 Y el que me ha enviado está conmigo: no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada a él.»
30 Al hablar así, muchos creyeron en él.
31 Decía, pues, Jesús a los judíos que habían creído en él: «Si os mantenéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos,
32 y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.»
33 Ellos le respondieron: «Nosotros somos descendencia de Abraham y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Os haréis libres?»
34 Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es un esclavo.
35 Y el esclavo no se queda en casa para siempre; mientras el hijo se queda para siempre.
36 Si, pues, el Hijo os da la libertad, seréis realmente libres.
37 Ya sé que sois descendencia de Abraham; pero tratáis de matarme, porque mi Palabra no prende en vosotros.
38 Yo hablo lo que he visto donde mi Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído donde vuestro padre.»
39 Ellos le respondieron: «Nuestro padre es Abraham.» Jesús les dice: «Si sois hijos de Abraham, haced las obras de Abraham.
40 Pero tratáis de matarme, a mí que os he dicho la verdad que oí de Dios. Eso no lo hizo Abraham.
41 Vosotros hacéis las obras de vuestro padre.» Ellos le dijeron: «Nosotros no hemos nacido de la prostitución; no tenemos más padre que a Dios.»
42 Jesús les respondió: «Si Dios fuera vuestro Padre, me amaríais a mí, porque yo he salido y vengo de Dios; no he venido por mi cuenta, sino que él me ha enviado.
43 ¿Por qué no reconocéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi Palabra.
44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo y queréis cumplir los deseos de vuestro padre. Este era homicida desde el principio, y no se mantuvo en la verdad, porque no hay verdad en él; cuando dice la mentira, dice lo que le sale de dentro, porque es mentiroso y padre de la mentira.
45 Pero a mí, como os digo la verdad, no me creéis.
46 ¿Quién de vosotros puede probar que soy pecador? Si digo la verdad, ¿por qué no me creéis?
47 El que es de Dios, escucha las palabras de Dios; vosotros no las escucháis, porque no sois de Dios.»
48 Los judíos le respondieron: «¿No decimos, con razón, que eres samaritano y que tienes un demonio?»
49 Respondió Jesús: «Yo no tengo un demonio; sino que honro a mi Padre, y vosotros me deshonráis a mí.
50 Pero yo no busco mi gloria; ya hay quien la busca y juzga.
51 En verdad, en verdad os digo: si alguno guarda mi Palabra, no verá la muerte jamás.»
52 Le dijeron los judíos: «Ahora estamos seguros de que tienes un demonio. Abraham murió, y también los profetas; y tú dices: "Si alguno guarda mi Palabra, no probará la muerte jamás."
53 ¿Eres tú acaso más grande que nuestro padre Abraham, que murió? También los profetas murieron. ¿Por quién te tienes a ti mismo?»
54 Jesús respondió: «Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada; es mi Padre quien me glorifica, de quien vosotros decís: "El es nuestro Dios",
55 y sin embargo no le conocéis, yo sí que le conozco, y si dijera que no le conozco, sería un mentiroso como vosotros. Pero yo le conozco, y guardo su Palabra.
56 Vuestro padre Abraham se regocijó pensando en ver mi Día; lo vio y se alegró.»
57 Entonces los judíos le dijeron: «¿Aún no tienes cincuenta años y has visto a Abraham?»
58 Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: antes de que Abraham existiera, Yo Soy.»
59 Entonces tomaron piedras para tirárselas; pero Jesús se ocultó y salió del Templo.
Un saludo.