por NECORA » Lun Oct 18, 2004 12:09 pm
Los misterios internacionales
Los misterios dominaban el mundo pagano. Ninguna otra deidad está tan representada en los monumentos de la Grecia y la Italia antiguas como Dioniso, dios hombre de los misterios eleusinos. (1) Es una deidad con muchos nombres: Yaco, Basareus, Bromio, Euios, Sabacio, Zagreo, Yoneo, Lenaios, Eleutero, etc. Pero estos no son más que algunos de sus nombres griegos
.
Cinco siglos antes del nacimiento de Cristo, el historiador griego Herodoto, apodado «el padre de la historia», descubrió esto al visitar Egipto. En las orillas de un lago sagrado en el delta del Nilo presenció una fiesta enorme que se celebraba todos los años y en la cual los egipcios interpretaban un espectáculo dramático ante «decenas de miles de hombres y, mujeres» que representaba la muerte y la resurrección de Osiris. Herodoto era un iniciado en los misterios griegos y reconoció que lo que él llama «la pasión de Osiris» era el mismo drama que se representaba ante los iniciados en Eleusis como la pasión de Dioniso (2) .El mito egipcio de Osiris es mito principal del dios hombre mistérico y se remonta a la prehistoria. Su historia es tan antigua que se encuentra en textos de las pirámides que se escribieron hace más de cuatro mil quinientos años.
Al viajar a Egipto, Herodoto siguió los pasos de otro griego eminente. Uno de los primeros griegos que viajaron allí en busca de sabiduría antigua fue Pitágoras. La historia recuerda a Pitágoras como el primer «científico» del mundo occidental, pero, aunque es verdad que volvió de Egipto a Grecia con muchas teorías matemáticas, a sus contemporáneos les parecería cualquier cosa menos «científico» en el moderno sentido de la palabra. (3)
Al regresar a Grecia, empezó a predicar la sabiduría que había aprendido en sus veintidós años de estancía en los templos de Egipto, y a obrar milagros, resucitar muertos y pronunciar oráculos.
Inspirados por Pitágoras, sus discípulos crearon una religión mistérica griega cuyo modelo eran los misterios egipcios. Tomaron el dios indígena del vino, Dioniso, que era una deidad menor a la que Hesíodo y Homero prácticamente no habían hecho caso, y la transformaron en una versión griega del poderoso Osiris egipcio, dios hombre de los misterios. Con esto dio comienzo una revolución religiosa y cultural que haría de "Atenas el centro del mundo civilizado. (4) (5)
De la misma manera que los griegos sintetizaron a Osiris con su dios indígena Dioniso para crear sus propios misterios, otras culturas mediterráneas que adoptaron la religión mistérica también transformaron una de sus deidades indígenas en el dios hombre mistérico que muere y resucita. Así, la deidad que era conocida por el nombre de Osiris en Egipto y se convirtió en Dioniso en Grecia, se, llamaba Atis en el Asia Menor, Adonis en Siria, Baco en Italia, Mitra en Persia, etc. Tenía múltiples formas, pero era en esencia la misma figura perenne, a cuya identidad colectiva se hacía referencia con el nombre de Osiris-Dioniso. (6)
En Alejandría, por ejemplo, Timoteo fundió conscientemente a Osiris y a Dioniso con el fin de producir una deidad nueva para la ciudad llamada Serapis. También dio una explicación minuciosa del mito del dios hombre mistérico Atis. Lucio Apuleyo fue iniciado en los misterios egipcios por un sumo sacerdote que llevaba el nombre del dios hombre persa Mitra. Se acuñaron monedas con Dioniso representado en una cara y Mitra en la otra. Una autoridad moderna nos dice que «poseído por el conocimiento de sus propios ritos secretos», el iniciado en los misterios «no tenía ninguna dificultad para adaptarse a cualquier religión en boga».
Al igual que la religión cristiana que los suplantó, los misterios cruzaban las líneas divisorias nacionales y ofrecían una espiritualidad que tenía validez para todos los seres humanos, con idependencia de sus orígenes raciales o de condición social. Ya a principios del siglo V a.n.e. filósofos tales como Diógenes y Sócrates se llamaban a sí mismos "cosmopolitas", ciudadanos del cosmos.
Osiris-Dioniso y Jesucristo
Al comprender el mito alegórico del dios hombre mistérico, los iniciados adquirían conciencia de que, al igual que Osiris-Dioniso. también ellos eran «dios hecho carne». También eran un espíritu inmortal atrapado dentro de un cuerpo físico. Al participar en su resurrección, renacían espiritualmente y experimentaban su esencia eterna y divina. Ésta era la profunda enseñanza mística que el mito de Osiris-Dioniso encerraba para los iniciados en los misterios interiores, cuya verdad experimentaban directamente por sí mismos.
Defiriéndose a Osiris, el dios hombre de los misterios egipcios, sir Wallis Budge, que era conservador de antigüedades en el Museo Británico, explica:
<center>Los egipcios de todos los períodos que conocemos creían que Osiris era de origen divino, que fue asesinado y mutilado a manos del poder del mal, que después de una gran lucha con estos poderes volvió a alzarse, que en lo sucesivo fue el rey del infierno y el juez de los muertos, y que como había vencido a la muerte, también los justos podían vencerla.
Representaba para los hombres la idea de un hombre que era a la vez Dios y hombre, y tipificó para los egipcios de todas las épocas el ser que a causa de sus sufrimientos y muerte como hombre podía simpatizar con ellos en su enfermedad y su muerte. La idea de su personalidad humana también satisfacía sus ansias y anhelos de comunión con un ser que, si bien era en parte divino, tenía mucho en común con ellos mismos. Al principio consideraban a Osiris como un hombre que vivía en la Tierra como ellos, que comía y vivía, que sufrió una muerte cruel, que con la ayuda de ciertos dioses triunfó sobre la muerte y alcanzó la vida eterna. Pero lo que Osiris hacía ellos también podían hacerlo.</center>
Estos son los temas clave que caracterizan los mitos de todos los dioses hombre mistéricos. Lo que Budge escribe sobre Osiris podría decirse igualmente de Dioniso, Atis, Adonis, Mitra y los demás. También describe al dios hombre que muere y resucita de los judíos, Jesucristo. Al igual que Osiris-Dioniso, Jesucristo también es Dios encarnado y Dios de la resurrección. También promete a sus seguidores el renacimiento espiritual si participan en su divina pasión.
(1)-C.Kerenyi reitera el lamento de Nietzche de que “incluso hoy en el campo de lo dionisíaco está por descubrir virtualmente todo”.
(2)-Herodoto, Historia, 197, Libro 2, 172 “Es a orillas de este lago donde de noche actúan los egipcios en lo que ellos llaman sus misterios, la pasión de aquel ser cuyo nombre no quiero pronunciar”. Como todos los iniciados en la religión histérica griega, Herodoto había hecho voto solemne de guardar los secretos de la “religión”, pero en Egipto se encontró con que celebraban los mismos ritos a la vista de todos. Por tanto, suele mostrarse críptico de forma deliberada o guarda un silencio elocuente que sólo comprenderían otros iniciados. Herodoto debió de quedar estupefacto al ver una representación pública del mismo drama que en Eleusis se representaba en el más riguroso secreto para unos pocos elegidos. Escribe crípticamente: “Todos los detalles de estas representaciones me son conocidos, pero no quiero decir nada más”.
(3)- Eliano nos habla de la corona de oro de Pitágoras, de su túnica y sus pantalones blancos. Algunos estudiosos han interpretado que era la indumentaria tradicional de un poeta jonio, pero W. Burkert, 1972, p.165, señala que “exactamente con la misma indumentaria, el dios más alto, señor de la muerte y la resurrección, aparece en la liturgia de Mitra. Es probable, pues, que la descripción del atuendo de Pitágoras tenga por objeto presentarlo como iniciado. G. Dálviella, 1981,p.114 dice que era el vestido tradicional de los iniciados en los misterios y que más adelante lo llevarían los catecúmenos cristianos al bautizarse.
(4)-En Homero, Dionisio aún no es un dios del Olimpo. En el friso del Partenón ocupa su lugar entre los dioses sentados.
(5)- Véanse Jámblico, Vida de Pitágoras, y Porfirio, Vida de Pitágoras, en The History of Philosophy. Los seguidores de Pitágoras fundaron comunidades religiosas dedicadas a la «vida órfica» en el sur de Italia en el siglo VI a.n.e. Hombres y mujeres eran admitidos en términos de igualdad, se compartían todos los bienes y los neófitos hacían un voto de silencio que duraba cinco años. Los pitagóricos se levantaban al amanecer para rendir culto al sol naciente, pasaban el día entregados al estudio filosófico y las prácticas religiosas, y durante la cena en común se leían las escrituras sagradas. Eran vegetarianos estrictos, vestían de blanco y practicaban el celibato. Estas costumbres recuerdan claramente las de los monasterios medievales, pero esta semejanza no es casual. San Antonio, el fundador del primer monasterio cristiano, era pitagórico, y creó su comunidad monástica tomando por modelo las comunidades pitagóricas de Crotona, en el sur de Italia. Véase H. Lietz-mann, 1961, Libro 4, pp. 136 ss.
(6)- . Osiris-Dioniso es el nombre que más útil resulta para comprender la naturaleza del dios hombre mistérico. Herodoto afirma que los ritos de Dioniso se derivan de los de Osiris y que «Osiris es Dioniso». En el siglo i a.n.e., Diodoro lo confirma diciendo: «El rito de Osiris es el mismo que el de Dioniso y el de Isis se parece mucho al de Deméter; sólo los nombres se han intercambiado, y el castigo de los que no son justos en el Hades, los Campos de los Justos y las concepciones fantásticas, que eran muy corrientes; todas estas cosas las introdujo Orfeo imitando las costumbres fúnebres de los egipcios». Plutarco, en el siglo n d.n.e., también afirma de modo inequívoco que «Osiris es el mismo que Dioniso», véase Plutarco, Isis y Osiris, 35. Walter Burkert, destacada autoridad en materia de religión griega, escribió en 1977: «Hasta qué punto el mito y el culto mismo del Dioniso que mora bajo tierra y la creencia en la bienaventuranza y en los castigos en el otro mundo dependen del culto egipcio de Osiris sigue siendo desde el principio una pregunta que debe hacerse seriamente». Véase W. Burkert, 1985, p. 298.
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