,al tema de la fragata Libertad parece q se le suma la Espora,el Tango 01 y vaya Dios a saber q mas.....genios totales
......
A la sarta de boludeces trasmitidas por los iluminados drogones K no le iba a faltar la respuesta para ubicarlos en tiempo y forma,sino me iba a tomar el trabajo de revisar una por una,
http://www.irpla.com.ar/?p=1009
La cuarta de las 20 “verdades” dice:
¿Cuáles son las principales diferencias con los indicadores económicos de la convertibilidad?
Respuesta:
Empecemos por el PBI.
De acuerdo al INDEC, el PBI (a precios constantes de 1993) creció entre 1991 y 2001 (fin de la convertibilidad) 2,7% mientras que entre 2003 y 2011 lo hizo al 7,6%, pero claro, el cómputo de la convertibilidad incluye las 4 etapas de un ciclo económico completo (recuperación, auge, recesión y depresión), mientras que las del modelo actual solo incluyen las dos primeras etapas del ciclo.
En segundo lugar, el crecimiento del PBI para el período 2007-2011 está sobreestimado porque el INDEC hace trampa con la inflación. La gente de Elypsis calcula que la sobreestimación es del 14% (ver link acá)
Sin la trampa del INDEC la economía creció en realidad 6,5% anual entre 20023 y 2011, mientras que sin contar la crisis del final de la convertibilidad, la economía creció al 5,2% entre 1991 y 1998
El sector productor de bienes creció (según INDEC) al 4,9% entre 1991 y 1998, pero incluso tomando hasta el final de la convertibilidad (1991-2001) la tasa de crecimiento en bienes fue del 2% anual.
La industria manufacturera, por su parte, creció al 3,9% entre 1991 y 1998, y al 0,7% en todo el período de la convertibilidad (incluyendo la crisis)
La inversión como porcentaje del PBI solo fue 24,4% en 2011, pero si tomamos el período 2003-2011, en promedio fue del 20,8% del PBI, mientras que el promedio 1993-1998 fue de 19,7%
No puedo hacer comentarios respecto al porcentaje de inversión pública, porque desconozco la metodología utilizada por la GraN MaKro para definir ese concepto, ya que por ejemplo, para mí la educación es parte de la inversión pública y por lo visto no está considerada en los números.
La quinta de las 20 “verdades” contesta la pregunta:
¿Cuáles son los principales logros económicos entre 2003 y 2012?
•El PBI creció en más de un 80%, registrando el crecimiento más importante de nuestros en décadas.
•La producción industrial creció 107%.
•Argentina fue el único país de América latina que no reprimarizó sus exportaciones sino que, por el contrario, aumentó las industriales hasta alcanzar en 2011, el 34% de las ventas externas totales.
•Se generaron más de 5 millones de puestos de trabajo.
•El desempleo pasó del 20% al 7%.
•Del 2003 a fines de 2012, el salario mínimo vital y móvil pasó de $200 a $2900.
•Del 2003 a diciembre de 2011, la pobreza por persona pasó del 54% al 7% y la indigencia del 28% al 2%.
•La Asignación Universal por Hijo alcanza a casi 4 millones de niños y niñas.
•Las reservas internacionales pasaron de 9.915 millones de dólares a 45.000 millones de dólares.
•La recaudación tributaria creció casi 700%.
•En 2002, la Deuda Pública Total respecto al PBI significaba el 166%, a fines de 2011, se redujo al 42%.
•En 2002, la Deuda Pública Total en poder del sector privado, en moneda extranjera, respecto al PBI era 92%; en agosto del 2012 se redujo al 8,4%.
•En 2002, la Deuda Pública Total, en poder de privados, respecto al PBI, era del 124%, en agosto 2012 es apenas del 12% y la mayor cantidad es deuda intra-sector público.
•En 2002, cada argentino debía 2.250 dólares, en agosto de 2012 debemos 962 dólares, la disminución ha sido más del 50% del endeudamiento per cápita de cada argentino.
•En 2002, se destinaba el 22% de los recursos tributarios al pago de intereses de la deuda, en agosto 2012, sólo el 6%.
•Del 2003 a agosto de 2012, los jubilados y pensionados más que se duplicaron, pasaron de 3.500.000 a 7.110.000 personas cubiertas por el sistema provisional.
•El índice de cobertura previsional es del 95,1%, el índice más alto de toda América Latina.
•De 2003 a agosto 2012, el aumento de la jubilación mínima fue del 1.254%.
Respuesta:
El PBI sin la trampa del INDEC, creció solo 65% en el período. No está mal, pero no es “más de 80%)
La industria manufacturera representaba el 24% del PBI en 2003 y ahora representa solo el 20%, de modo que no puede haber aumentado más que el PBI, sino menos. Incluso tomando los valores del INDEC a precios de 1993, creció 1% menos que el PBI, de modo que sostener que creció 107% es un disparate.
En promedio, las exportaciones de manufacturas de origen industrial representaron el 29,3% en la convertibilidad y el 31,3% en el modelo actual, pero la caída fuerte en el peso de los bienes primarios se dio en los ’80, como puede verse en el siguiente gráfico.
Ergo, se trata de una tendencia que no tiene que ver con el modelo. Pero además, lo relevante no es el total exportado, sino el valor agregado que se exporta, puesto que por ejemplo uno de los principales productos industriales que se exporta son los automóviles, que poseen casi el 50% de componentes importados.
Dicho esto y mirando el gráfico anterior, puede verse que México es el ejemplo latinoamericano mas importante en materia de industrialización de las exportaciones, Brasil lo fue hasta los ’90 y Argentina hace 20 años que no tiene mayores novedades, ni presenta ningún cambio estructural significativo. Simplemente no es verdad que el modelo actual haya cambiado significativamente la estructura de las exportaciones ni reducido la primarización.
El tema de los puestos de trabajo generados es otro de los grandes mitos; de acuerdo a la EPH la tasa de empleo pasó del 39,58% en 2003 al 42,93% en 2011, por lo que si calculamos que había 37.070.000 de argentinos en 2003 y 40.540.000 en 2011, el mercado laboral tenía 14.675.000 de trabajadores al comienzo del modelo y ahora cuenta con 17.404.000 implicando una creación neta de puestos de trabajo de 2.728.000 puestos, que es un montón, pero no son 5 millones.
El desempleo en el segundo trimestre del 2003 era del 17,8% y en igual trimestre del 2011 (para comparar peras con peras y manzanas con manzanas) fue del 7,3%, de modo que no pasó de 20 a 7% como dice el post de la GraN MaKro.
Pero además, en el segundo semestre del 2003 hubo un cambio metodológico muy importante en la EPH, por el cual muchas categorías que antes no eran consideradas “empleo”, pasaron a serlo, al punto que el desempleo en el cuarto trimestre del 2003, cuando las políticas del “el modelo” aún no podrían haber producido ningún resultado, fue del 14,5% que es la cifra que debe ser considerada como la comparación con la actualidad.
El aumento del salario mínimo vital y móvil ha sido muy importante, pero no se pude comparar dinero del 2003, que tenía una alta capacidad adquisitiva, con el dinero del 2012 que no tiene prácticamente peso.
La pobreza se computa como la cantidad de argentinos que no logran comprar la canasta básica de bienes o servicios que confecciona el INDEC. El problema es que el INDEC sostiene que la canasta para el adulto equivalente cuesta 509 pesos y que es posible comprar todos los productos necesarios para alimentarse con una dieta equilibrada por 229 pesos por mes ($7,63 por día), lo cual es un disparate que no resiste absolutamente ningún análisis.
Según el Observatorio de la Deuda Social Argentina, la pobreza es en realidad del 22% en Argentina (ver link acá), cifra que solo resulta inferior al último año de la Convertibilidad (24% en 2001), al tiempo que es superior a cualquier otro año de ese otro modelo.
Es correcto el alcance de la Asignación Universal por Hijo, una propuesta muy buena, que de hecho reconoce sus orígenes en la idea de una alícuota negativa del impuesto a las ganancias para los tramos menores al costo de la canasta alimentaria, que propusiera el padre del neoliberalismo, Milton Friedman, hace más de 30 años.
En el 2001 Cavallo impulsó un proyecto en el Congreso para universalizar las asignaciones familiares a los trabajadores informales y mucho antes que el gobierno la instrumentara, Elisa Carrió propuso un mecanismo similar.
Hay que felicitar al gobierno por instrumentarla, pero no es una propuesta propia, no apareció en la campaña, ni fue parte de su plataforma electoral.
Las reservas eran de 11.374 millones en mayo del 2003, y de 46.176 millones en diciembre del 2007 cuando asumió Cristina. Néstor las incrementó, Cristina las dilapidó.
La recaudación total de impuestos nacionales entre septiembre del 2003 y septiembre del 2012 se multiplicó por 9,26 (creció un 826%), pero buena parte de ello tuvo que ver con la altísima inflación del período.
En términos reales el aumento fue del 156%, que se explica por el crecimiento económico, y por una suba de la presión tributaria (por nuevos impuestos y subas de alícuotas) de 4puntos porcentuales del PBI.
La deuda pública total, asciende a 178.963 millones de dólares, sin contar los bonos de los acreedores que rechazaron los canjes del 2005 y 2010, lo que representa 41,8% del PBI.
Es de destacar que el 53,8% de esa deuda se le debe al propio estado; esto es la ANSES y el BCRA básicamente.
El peso de la deuda es comparable con el que tenía en 1999, cuando representaba el 43% del PBI.
La comparación con el 2003 es engañosa, puesto que como consecuencia de la devaluación (la mayor parte de la deuda estaba en dólares), las obligaciones saltaron del 53% del PBI en 2001 (último año de la convertibilidad) al 149% en 2002 (para más detalles recomiendo la investigación de la Auditoria General de la Nación acá)
Por último, el tema jubilaciones. Es verdad que se incrementó la cobertura, y que subió mucho la mínima, pero quedaron muy atrasadas las jubilaciones medias y superiores generando una catarata de juicios, con cerca de 450.000 demandas acumuladas y la ANSES en vez de pagar las sentencias apela unas 33.000 por año, con lo que ello implica para los jubilados que por razones obvias de edad no pueden esperar los tiempos judiciales de una apelación.
La sexta “Verdad” de la GraN MaKro tiene que ver con el desendeudamiento:
¿A qué se denomina proceso de desendeudamiento argentino?
Históricamente, el crecimiento en nuestro país ha estado condicionado por el gran endeudamiento en dólares, público y privado, alentado por las políticas impuestas por los organismos multilaterales de crédito, que limitaron el accionar y los márgenes de autonomía de la política económica nacional. La política de desendeudamiento -analizada básicamente por la relación deuda/PBI- significó dejar de lado ese condicionamiento y se basó en una combinación de tres factores: a) la reestructuración de deuda del 2005, el pago al FMI y la reapertura y nuevo canje de 2010; b) cuidando las cuentas fiscales y dejando de asumir nuevos compromisos en divisas y c) creciendo a tasas altas.
Respuesta:
Como ya expliqué anteriormente, los niveles de deuda actuales son similares a los existentes en 1998, pleno auge de la Convertibilidad.
Es verdad que la composición de la deuda está hoy más pesificada que otrora, pero no es cierto que el pago al FMI haya significado desendeudamiento, sino solo un cambio en el acreedor (Antes el FMI ahora el BCRA, o en rigor todos los argentinos que son los dueños de los dólares y se los cambiaron al BCRA por pesos).
El canje de deuda del 2005 es sin dudas el gran logro de Nestor Kirchner, aunque todavía no se ha resuelto la situación de los acreedores que se quedaron afuera del canje, y esa deuda no está computada en las cuentas oficiales.
El propio Gobierno reconoce (ver link acá) que esos papeles defaulteados ascienden prácticamente a 20.000 millones de dólares (a fines del 2009), y esa deuda crece año a año por los intereses impagos, a razón de cerca de 2.000 millones por año.
Además, el producto bruto interno (PBI) está sobre estimado por la trampa que hace el INDEC con la inflación.
Como expliqué antes, el dibujo de los precios hizo crecer artificialmente 14% el PBI, por lo que si descontamos eso, en rigor el PBI en dólares (al cambio oficial) ascendía a fines del 2011 a 375.562 millones de dólares.
Tomando todo eso en cuenta, el peso real de la deuda respecto del PBI es del 53%, que es el mismo porcentaje que significaban nuestras obligaciones a diciembre del 2001.
La séptima verdad reza:
¿Por qué la principal fuente de inclusión debe ser el empleo formal con salarios dignos?
Porque el empleo es el mecanismo de integración más eficiente y más eficaz. Eficiente porque no requiere de agencias estatales que “califiquen” a los que acceden al mismo, como sí es necesario con las políticas focalizadas. Y eficaz, porque no sólo integra al consumo, vía ingresos, sino que también integra a la persona en la división social del trabajo. Por eso, el trabajo además de generar ingresos, genera identidades, integración social y legitimidad, tanto familiar como en la comunidad del trabajador.
Respuesta:
Es una falta de respeto a la inteligencia de la gente que un Estado que paga sueldos en negro predique la formalidad laboral.
Hoy la informalidad laboral es del 35%, esto quiere decir que uno de cada tres empleos está en negro y aunque no hay datos ciertos, probablemente otra tercera parte está en “gris”; esto es: tienen aportes previsionales pero por la mitad del sueldo real que cobran.
Esto sucede no solo en el sector público, con los famosos adicionales no remunerativos como los que pusieron en conflicto a toda la Prefectura, hace escasos días, sino también en muchos rubros del sector privado, como en la gastronomía donde la mayoría del personal está “blanqueado” con el mínimo de convenio para media jornada laboral, aunque hacen horario completo.
Por otro lado, lo de los salarios dignos se logra si los trabajadores están debidamente cualificados y capacitados, pero a pesar de 9 años de crecimiento económico, no aumentó el número de estudiantes universitarios (la matrícula se duplicó en los ’80 con Alfonsín y se volvió a duplicar en los ’90 con Menem), y 1 de cada 2 jóvenes no terminan el colegio secundario, número dramático si tenemos en cuenta que en su inmensa mayoría pertenecen a los sectores más pobres y excluidos del país.
La inclusión empieza por terminar el colegio secundario.
.