por Pep Guardiola » Dom May 08, 2005 2:43 pm
Gran parte de la evidencia arqueológica para las tesis de los autores de libros sobre los mapas de Piri Reis, provienen de dos trabajos franceses: uno el de Louis Pauwels y Jacques Bergier, y el otro de Robert Charroux.
Según escritores de libros basados en teorías populares, el mapa de Piri Reis es uno de los más citados y también una de las pruebas más convincentes de la presencia de hombres del espacio en la antigüedad. Este mapa fue encontrado en 1929, cuando el viejo palacio imperial de Estambul fue convertido en museo. estaba firmado por Piri Ibn Haji Mehmed, más concido como Piri Reis ("almirante Piri"), y tenía fecha del año 919 del calendario musulmán (equivalente al 1513 de nuestra era). De inmediato fue considerado como uno de los primeros mapas de América en el que, para sorpresa de todos, colocaba a América del Sur en la longitud correcta en relación a África. Éste era un hecho muy poco corriente en los mapas del siglo XVI.
El interés por el mapa no tardó en desaparecer, pero a mediados de los años cincuenta, una copia del mismo llegó a manos del capitán A.H. Mallery, que se dedicaba al análisis de mapas antiguos. Después de unos estudios, Mallery sugirió que el extremo de tierra más al sur dibujado en el mapa correspondía a la costa de la Antártida sin la capa de hielo actual. Si esto era real, entonces la cartografía de la Antártida debió de haber sido fechada en la antigüedad, antes de quedar cubierta por los glaciales.
Esta teoría fue desarrollada y ampliada más tarde por Charles H. Hapgood, quien argumentó que la exactitud de la longitud en el mapa de Piri reis no podía ser explicada con los conocimientos de navegación disponibles en el siglo XVI. Asimismo, estuvo de acuerdo con Mallery en que el mapa mostraba "un parecido sorprendente" con el perfil sísmico obtenido en la Tierra de la Reina Maud en la Antártida. Su conclusión fue que el mapa se basaba en cartas de la antigüedad hechas por navegantes de una civilización muy avanzada y desconocida (la Atlántida, Mu, etc.) que existió antes de la era glacial.
Von Däniken, por ejemplo, cita el estudio de Hapgoog como base para la "sorprendente información" de que el mapa de Piri Reis fue derivado de fotografías aéreas. Pero Hapgood jamás hizo tal aformación. Von Däniken parece haber tomado prestada la idea no de Hapgoog, como dice, sino de "The morning of the Magicians" (1960) de Pauwels y Bergier y/o "One Hundred Thousand Years of Man´s Unknow History" (1963) de Charroux.
La cuidadosa comparación de trozos del mapa de Piri Reis con los mapas modernos de las mismas zonas demuestran la falsedad de las afirmaciones de que el mapa es de una exactitud asombrosa:
-La región del Caribe en el mapa de Piri Reis tiene muy poco parecido con la realidad. Cuba aparece desiganada con el nombre de "Hispaniola" y está dibujada sin ninguna proporción.
-La islas Vírgenes aparecen en una posición equivocada, tienen una froma incorrecta y están fuera de escala.
-También hay errores en la costa este de América del Sur, que tampoco está a escala. El río Amazonas aparece dos veces, faltan 1440 kilómetros de costa y no hay ningún pasaje marítimo entre América del Sur y la Antártida.
-Por último, y a pesar de las afirmaciones contrarias, la costa de la Antártida reflejada en el mapa no se aproxima demasiado a la costa actual ni a los perfiles sísmicos de la región. Las explicaciones en el mapa referentes a la parte de la Antártida dicen que esta tierra está habitada por monstruos de cabellos blancos, bueyes de seis cuernos y serpientes enormes. Y la información de la zona se atribuye explícitamente a los navegantes portugueses y a sus mapas.
Hapgoog puede sostener sus afirmaciones acerca de la exactitud de la fuentes del mapa únicamente por medio de numerosas correcciones, para decir a continuación que éstas aparecían ya en los mapas originales de pequeñas zonas, recopilados para confeccionar el mapa atlántico de Piri Reis. Piensa que los errores citados más arriba debieron de ser introducidos por los copistas turcos o sus antecesores. Pero los escritores actuales no tienen en cuenta estos reparos y suponen, equivocadamente, que el mapa es correcto tal y como está.
No es necesario apelar a los astronautas o navegantes de una civilización desconocida anterior a la era glacial, para explicar el mapa de Piri Reis. Al parecer, es exactamente lo que Piri reis, en una nota al margen, dice que es: una recopilación basada en cartas griegas y árabes anteriores, un mapa trazado por Colón y otros mapas e informes aportados por exploradores del Nuevo Mundo. Sus errores son similares a los de otros mapas del siglo XVI. Si se tienen en cuenta las limitaciones a las que se enfrentaban los cartógrafos en aquellos tiempos, este mapa es un excelente ejemplo del arte cartográfico durante la era de las exploraciones. Pero es un producto humano y no un misterio derivado de la presencia de astronautas en la antigüedad.
Yacer en el suelo, habiendo sido atravesado en la lid por el agudo bronce, es decoroso para un joven, y cuanto de él pueda verse, todo es bello, a pesar de la muerte. (Homero)