Cuenta Robert Charroux en Cien Mil Años de Historia Desconocida, que
en 1927, Wooley, un arqueólogo inglés, que estaba excavando en Ur-
Caldea, actual Irak, descubrió una cofre con extraños objetos que
misteriosamente fue robado por un trabajador y entregado a un
anticuario para venderlo. Finalmente un representante del Museo
Británico el profesor Gerboult, recuperó las piezas, después de
abonar una cifra astronómica. "Qué contenía el cofre robado por el
trabajador? Piedras preciosas trabajadas en fino labor y algunas
joyas con extrañas grabaciones: signos indescifrables. Gerboult
escogió, de entre el acervo, 12 hojas de oro pictografiadas, siendo
que una de ellas exhibía una estrella de 7 puntas con 12 centímetros
de diámetro. ¿Qué decían los textos grabados? Decían que las joyas
eran talismanes venidos de los Atlantes, que los recibieron de seres
dichos humanos, nuestros hermanos venidos de estrellas lejanas y que
aquí llegaron desde los abismos siderales a bordo de un navío
volador. Agrega Gerboult "Además de autenticar las descripciones de
Platón sobre Atlántida, los textos trataban de una Humanidad muy
superior a la nuestra, venida, quizás, de otras galaxias. Dice el
profesor Gau: "La narrativa se presentaba completamente distinta si
comparada con las de las planchas de Ur. Se podría decir que era
como que un complemento explicativo de ellas; hacía referencia al
cofrecito precedente y a dos planos que allí estaban explicados. Uno
de ellos explicaba la manera de irse hacia Egipto Alto, en el
hipogeo de los reyes atlantes, y el otro presentaba un plano en
forma de estrella de los túmulos reunidos de los treinta últimos
jefes atlantes, de los cuales el primer y el trigésimo quedaban al
centro y nítidamente marcados sobre la estrella chata. El sitio
parece haber sido fijado según cálculos aproximados, pues las
indicaciones hacían creer que se quedaba entre veinte y treinta días
de marcha a lo largo del Nilo. De cualquier modo, un punto era
mencionado. Las planchas de oro también confirmaban la llegada a la
Tierra, en Atlántida, de seres humanos muy perfeccionados,
desembarcados desde los cielos, hace como 15 mil años."
Según Charroux, el cofre con los objetos estarían en posesión del
Servicio Secreto Norteamericano.
Ahora bien. Esta es una de las historias que siempre me intrigaron,
pero que por desgracia es difícil de confirmar. Una de las fuentes
que se cita es la del profesor Gerboult, que en el texto de Charroux
figura como René Gau y quién supuestamente escribió un libro
relatando esta experiencia (Un Roman de Tanger - La Guerre Nouvelle"
(tip. Hispano, Arábiga, Tanger - 1951). En segundo lugar ¿en esa
época en caso de haberse encontrado con una escritura de un
continente desaparecido se habría podido traducir? ¿Acaso se conocía
el idioma atlante?.