por Pep Guardiola » Mar Nov 22, 2005 9:01 am
A continuación expongo mi visión sobre Jesús de Nazaret. Después de lo que he leído he llegado a esta serie de conclusiones. He intentado resumir casi todo (omitiendo bastantes datos), pero aún así me ha quedado un poco largo. No he pretendido dar mi punto de vista desde una perspectiva religiosa o atea, así que esto que pongo nada tiene que ver ni con la iglesia ni con el gnosticismo ni con nada parecido. Es simplemente mi visión de este gran personaje. Daré por sabidas algunas informaciones porque creo que la mayoría de los que estamos aquí conocemos las relaciones del AT con las civilizaciones sumerias y egipcias. Algunos párrafos igual parecen decir lo mismo o estar algo fuera de lugar, pero es simplemente porque he tenido que borrar párrafos y hacer algunas pequeñas anotaciones.
La figura histórica de Jesús es real. Por mucho que algunos escritores intenten afirmar su carácter puramente simbólico, la realidad es otra. El hecho innegable de que Jesús pisó los polvorientos caminos de la Palestina del siglo I. Todo esto se puede comprobar en la citas helenísticas y romanas de Mara bar Sarapion, Flavio Josefo, Plinio el Joven, Tácito y Suetonio. También se puede observar en las fuentes judías del Talmud. Incluso la cita que siempre se pone en entredicho de Flavio Josefo, no es, en parte, mentira ya que en un texto de éste citado por Agapio, un obispo de Hierápolis, en el siglo X, se puede leer:
"Por este tiempo, un hombre sabio llamado Jesús tuvo una buena conducta y era conocido por ser virtuoso. Tuvo como discípulos a muchas personas de los judíos y de otros pueblos. Pilato lo condenó a ser crucificado y morir. Pero los que se habían hecho discípulos suyos no abandonaron su discipulado y contaron que se les apareció a los tres días de la crucifixión y estaba vivo, y que por eso podía ser el Mesías del que los profetas habían dicho cosas maravillosas".
Este texto carece de la eventual reelaboración cristiana que se acusa claramente en el texto de Josefo del libro "Testimonium Flavianum". Y nos indica lo que ya sabemos sobre Él: fue un hombre bueno, atrajo tras de sí muchas personas, tuvo discípulos que le fueron fieles, fue condenado por Pilato, murió en la cruz y sus seguidores afirmaban que resucitó. Incluso la inscripción en una losa -una orden imperial- encontrada en el pequeño pueblo de Nazaret -un lugar de escasa importancia-, y datada sobre mediados del siglo I, nos hace observar el revuelo que pudo causar la posible resurrección de Jesús.
Tácito, por su parte, en su obra "Anales" también menciona a Cristo. Al comentar las consecuencias del incendio de Roma en el año 64 d.C. dice que:
"En consecuencia, para acabar con los rumores, Nerón presentó como culpables y sometió a los más rebuscados tormentos a los que el vulgo llamaba crestianos, aborrecidos por sus ignominias. Aquel de quien tomaban nombre, Cresto, había sido ejecutado en el reinado de Tiberio por el procurador Poncio Pilato. La execrable superstición, momentáneamente reprimida, irrumpía de nuevo no sólo por Judea, origen del mal, sino por toda la Ciudad, lugar en el que de todas partes confluyen y donde se celebran toda clase de atrocidades y vergüenzas".
El autor pagano Tácito, designa a los cristianos como chrestianos (y no christianos, como sucederá después) lo que da autenticidad al escrito, aparte de su tono tan despectivo hacia los cristianos ("la execrable superstición) que no invita a pensar en una interpolación posterior.
A diferencia de lo que ser piensa habitualmente, la Palestina de los tiempos de Jesús era una región bastante helenizada, con grandes ciudades como las romanas y las griegas. Todo ello debido a la conquista de Alejandro Magno de todo el Mediterráneo Oriental y el Próximo Oriente. Las lenguas que se hablaban en Palestina cuando Herodes el Grande gobernaba eran el Latín -que conocían algunas personas cultas y la usaban los funcionarios romanos cuando hablaban entre sí-, el griego -que hablaban en las grandes ciudades y conocían los grandes y pequeños comerciantes- y el Hebreo o arameo -que sabía la mayor parte de la población-.
A partir de ahora, intentaré demostrar que ni la vida de Osiris, ni la de Buda, ni la de los múltiples salvadores que han existido (relacionados con el sol) tienen que ver de manera directa con la de Jesús. Así, mi post de “Todos los salvadores conducen al sol” sería válido para todos menos para Jesús.
Para mí, y esto es lo más importante de lo que voy a decir, la infancia de Jesús es todo un simbolismo. No existió en realidad. Lo que es nuevo es su Palabra (su mensaje) que hasta entonces no se había dado en la antigüedad ya que las bases doctrinales eran otras.
Es más que probable que el primer evangelio escrito como tal fuera el de Marcos. Si os fijáis tanto éste como el de Juan no tienen nada escrito sobre la infancia de Jesús. Sólo (y esto ya es mucho) se fijan en su palabra. Yo pienso (al igual que la mayoría de los eruditos) que Mateo y Lucas cogieron la base de Marcos (o un pro-Marcos) y otra base (la llamada base Q) e hicieron sus evangelios. Aunque también habría ya bastantes escritos sueltos sobre las enseñanzas de Jesús en las primeras comunidades cristianas. Con esto quiero decir que lo real de los evangelios es la palabra de Jesús y que Mateo y Lucas añaden como “invención” lo de su infancia. Además no hacía falta inventar tales hechos sobre su persona ya que su propio mensaje visto en el NT es tan innovador e impactante, que no era necesario exaltarle aún más. El mismo Jesús dice que es hijo de Dios, su plan de salvación y el nuevo mensaje a los hombres, sin que haya que adornar su vida con las invenciones de Mateo y Lucas.
Como he dicho, y la mayoría de los eruditos están de acuerdo por una serie de motivos que sería muy largo de explicar, que Marcos hizo el primer evangelio (viene muy bien explicado y resumido en la introducción a los sinópticos de la Biblia de Jerusalén). En él no se dan los capítulos de la infancia de Jesús. Sólo se habla de su mensaje. Si pasamos a los evangelios de Mateo y Lucas, vemos que sí se habla de la infancia de Jesús. Pero estos dos evangelistas tienen muchos puntos discordantes entre sí. Por último, el evangelio de Juan, que se supone dictado o revisado por él, tampoco alude a la infancia de Jesús.
En los evangelios, a Jesús, se le intenta hacer ver, desde un principio, como el Salvador, el Mesías que liberará a Israel de la dominación pagana (según Mateo), y como el hijo de Dios pero con carácter puramente humano (según Lucas). Todo ello intentando hacer cuadrar las profecías del AT con las del NT.
Como veremos a continuación, Mateo intenta por todos lo medios hacer ver a Jesús como el libertador de Israel (el Mesías esperado por el pueblo judío). Para ello, toma muchas citas del AT y las mete como profecías en el NT. Tengo que puntualizar que Jesús en ningún momento quiere verse como libertador de Israel como lo expresa en el NT.
Veamos, por ejemplo, el capítulo de Mateo -que no se da en los demás evangelios- sobre la “supuesta” estancia de Jesús en Egipto. Yo creo que todo esto es un simbolismo. En estas cuestiones, pongo mi propia interpretación, que está, más o menos, de acuerdo con algunos estudiosos. Lo fundamental en esto es entender que lo que pretende Mateo con sus puntualizaciones es demostrar el cumplimiento de las escrituras. Herodes el Grande nunca ordenó la matanza de los niños de Belén y de todo su territorio menores de dos años. Esto es un episodio que se inventa Mateo para llevar a Jesús a Egipto ya que, según las escrituras, el señor dijo al profeta que:
Cuando Israel era niño,
yo le amaba,
y de Egipto llamé a mi hijo. (Oseas 11,1)
Y Dios habló a Israel en una visión nocturna: "¡Jacob! ¡Jacob!" Él respondió: "Aquí estoy". Dios continuó: "Yo soy Dios, el Dios de tu padre. No temas bajar a Egipto, porque allí yo haré de ti un gran pueblo. Bajaré contigo a Egipto y te haré subir de allí. José te cerrará los ojos". (Génesis 46,2-4)
Además, el propio Mateo pone esta frase ("De Egipto llamé a mi hijo")para hacer cumplir la escritura, sin importarle la veracidad de lo que cuenta. Lo único que buscaba el evangelista era hacer ver que Jesús vino de Egipto y que, por tal hecho, era el hijo de Dios.
Sobre la matanza de los niños, Mateo buscó la inspiración en la vida de Moisés ya que encontramos en el Éxodo 1,22:
Entonces el Faraón dio esta orden a todo el pueblo: "Echad al río todo varón que nazca, pero dejad vivir a las niñas".
Y en el versículo 4,19 encontramos:
El señor había dicho a Moisés en Madián: "Anda vuelve a Egipto, porque han muerto todos los que querían matarte".
Así, al igual que Moisés volvió a Egipto para, luego, liberar a su pueblo, Jesús iría a Egipto y volvería a Israel para salvar a su pueblo. Y así como Moisés volvió a Egipto cuando murieron todos los que le querían matar, Jesús volvió a Israel cuando murió Herodes el Grande. Cabe destacar que en tiempos de Jesús, el sentimiento contra los romanos estaba muy acusado, y habría de llegar el Mesías para liberar a Israel del yugo romano. Un Mesías que les hiciera libres. También, y como se da en muchos personajes de la Biblia, la historia de Moisés en relación a su nacimiento y posterior puesta en una cesta en un río, no es propia de su persona, sino del rey de Akkad, Sargón. Aunque el relato de Moisés guarda, a su vez, enormes similitudes con un mito egipcio sobre el nacimiento de Horus. No he visto comentado este hecho en ningún libro, pero yo considero que los dos relatos son igual de válidos, si bien el egipcio compone la base esencial.
Recordemos que de los libros que componen la Biblia, sólo Génesis, Éxodo, Levítico y Números fueron escritos antes del siglo VI a.C. El Deuteronomio y los siguientes fueron redactados después de que los judíos se viesen deportados en Babilonia. Además, tanto el Génesis como los otros tres, fueron retocados al acceder los judíos a la gran cantidad de información que poseían los babilonios (como he explicado con varios ejemplos anteriormente). Con todo esto, podría decir que, durante el siglo X o IX a.C., cuando el Génesis fue compuesto por primera vez, este libro no presentaba el relato de Moisés tal como lo conocemos ahora. El que la base de la vida de Moisés sea egipcia, me lleva a pensar que los autores del Génesis pretendían darle una autoridad que le otorgara el poder reinar en Egipto (por eso se intentaría equiparar su historia a la de Horus, ya que éste era "el único rey legítimo de Egipto"). Pero bueno, sigamos con el tema de Jesús.
En su afán de hacer de Jesús el Mesías esperado por el pueblo judío, Mateo hace que Jesús nazca en Belén para que se cumpla la palabra de los profetas como él mismo apunta en el versículo 2,6, que saca de Miqueas 5,1:
Más tú, Belen Éfrata,
aunque eres la menor entre las familias de Judá
de ti ha de salir
aquel que ha de dominar en Israel,
y cuyos orígenes son de antigüedad,
desde los días de antaño.
Curiosamente, vemos en 1Samuel 5, 1-13 cómo el Señor manda a Samuel a casa de Jesé, en Belen, para que elija como rey a David.
En este caso, es Lucas el que hace que María y José viajen de Nazaret a Belen para alumbrar a Jesús. Todo ello, acompañado de un decreto de empadronamiento mandado por César Augusto y realizado por el gobernador de Siria Cirino. Así, Lucas hace que Jesús nazca en Belén para que se cumpla la palabra de los profetas.
En efecto, Cirino fue gobernador de Siria. Pero no fue hasta el año 6 ó 7 d.C. cuando, por orden del emperador Augusto, realizó un censo en Judea, como apunta Flavio Josefo. Además, Herodes el Grande murió en el año 4 a.C., por lo que es imposible que el censo cobrado por Cirino se realizara bajo su mandato.
No obstante, se sabe que Augusto exigía ocasionalmente la contribución de los Estados aliados y, también, de los tributarios, como era el caso de Palestina. Además, sabemos por Flavio Josefo (en su obra "Antigüedades judías") que toda Judea fue obligada a obedecer a Roma por el pacto de alianza entre Augusto y Herodes. Por lo que es muy posible que en tiempos de Herodes el Grande se realizara un censo.
Cada 14 años se hacía un censo regular en las provincias romanas. Así, en Judea, ese censo habría de haberse realizado entre los años 10 y 9 a.C. ya que existe constancia de que se hicieron censos en varias partes del imperio. Por alguna razón especial, este censo pudo ocurrir unos años después en Judea ya que en una inscripción encontrada en Ankara, en 1924, y según ha demostrado el historiador inglés D. W. Hughes, Augusto ordenó un censo en el año 8 a.C., que se habría realizado en el 7 a.C. Si bien, el emperador romano podía exigir a cualquier país súbdito el cobro de un impuesto en cualquier momento (como por ejemplo se hizo en Capadocia bajo el reinado de Arquelao II). De todos modos, lo más probable es que Lucas aprovechara este censo para situar el nacimiento de Jesús en el pueblo de David, sin prestarle mucha atención a las fechas.
Pero si Belén no fue el pueblo donde nació Jesús, ¿en qué lugar lo hizo?. Yo creo que nació en Nazaret ya que en todo el NT, Jesús es conocido como "el nazareno".
Y la gente respondía: "Éste es Jesús, el profeta de Nazaret de Galilea". (Mateo 21,11)
En la sinagoga había un hombre poseído de un espíritu inmundo, que se puso a gritar: "¿Qué tenemos que ver contigo, Jesús Nazareno?". (Marcos 1,23-24)
Felipe encontró a Natanael y le dijo: "Hemos encontrado a aquel de quien Moisés escribió en la ley y los profetas. Es Jesús de Nazaret, el hijo de José". (Juan 1,45)
Con todo esto, resulta extraño que Jesús fuera conocido como "nazareno" si su lugar de nacimiento fue Belén. Y como hemos visto, hasta los propios apóstoles le llaman "Jesús el nazareno", cuando lo lógico es que hubieran aludido a su nacimiento en Belén refiriéndose a la profecía de que el Mesías nacería allí.
Para justificar que a Jesús le conozcan como el nazareno, Mateo hace alusión a una profecía del AT por la que el Mesías anunciado por los profetas sería nazareno. Esta referencia la encontramos en el Libro de los jueces donde se narra cómo el ángel del Señor se acercó a la estéril esposa de Manoaj y le anunció el nacimiento de un hijo (Sansón) que se consagraría al Señor por el voto de nazireato (Números 6) y que salvaría a Israel de la opresión de los filisteos. Pero esta referencia no tiene base ya que Jesús no era nazireo, sino nazareno. Es probable que Juan el Bautista sí fuera nazireo ya que, como vemos en Marcos 1,5ss, su madre recibió la visita de un ángel del señor y le comunicó que tendría un hijo que sería grande ante el Señor y que no bebería vino ni licores y estaría lleno de Espíritu Santo desde el seno de su madre. Quizá, Mateo confundió la palabra Nazēri (natural de Nazaret) o nazoreo con Nazir o nazireo.
[y Jesús] fue a vivir en una ciudad llamada Nazaret; para que se cumpliese el oráculo de los profetas: Será llamado nazoreo. (Mateo 2,23)
Cabe destacar que tanto en Marcos, Lucas y Mateo encontramos: Salimos de allí y vino a su patria, y sus discípulos le siguen.. Refiriéndose este hecho a la llegada de Jesús a Nazaret (su patria).
La virginidad de María es otro tema a tratar. En las citas de Lucas y Mateo, se nos dice que María no había conocido varón. La palabra hebrea utilizada para designar a María es almah (mujer joven o recién casada), pero en griego se tradujo como Parthénos, que significa virgen (y esta equivocación la mantienen aún la mayor parte de los exégetas). Mateo y Lucas tan sólo pretendían adecuar el nacimiento de Jesús a la profecía de Isaías, sin querer dar a María un significado virginal eternamente.
Pues bien, el Señor mismo
va a daros una señal:
He aquí que una doncella está encinta
y va a dar a luz a un hijo,
y le pondrá por nombre de Emmanuel. (Isaías 7,14)
Esta profecía sólo pretendía identificar a Jesús con el linaje davídico. Emmanuel es el nombre simbólico que da Dios a Ezequias, que asegurará la pervivencia de la estirpe de David.
En Mateo 1,25 leemos: Y [José] no la conocía hasta que ella dio a luz a un hijo, y le puso por nombre Jesús.
Así, podemos observar que la virginidad de María sólo se da en el nacimiento de Jesús y que después José la conoció (palabra usada en la Biblia para hablar de las relaciones sexuales). Esto no implica que María tuviera o no más hijos (yo creo que no tuvo más).
¿Y entonces por qué los evangelistas aluden a la virginidad de María sólo con Jesús? Pues esto tiene que ver, posiblemente, con el concepto egipcio del AT sobre la realeza o los personajes elegidos. Para esto, nos fijaremos en el mito egipcio de la concepción divina del rey (faraón).
-Normalmente Amón (el Señor), anuncia su intención de dar un heredero al trono.
-Como mensajero, envía a Thot (el ángel) a la reina (María) que le anuncia la buena nueva.
-Amón pone en conocimiento del rey (José) su plan -como vemos en Mateo 1,18s-.
-Amón se relaciona sexualmente con la reina. En este caso, Amón toma el cuerpo del rey, que da su consentimiento para ello. Así, el hijo tiene como padre a Amón (Dios), sin que, simbólicamente haya conocido varón.
-Knum (el Espíritu Santo) forma al niño.
Un ejemplo de esto que acabo de citar lo tenemos en el "Cuento de Satmi". Cabe decir que este relato, al igual que los demás, es tan sólo un simbolismo para justificar el reinado del faraón. Lo mismo que pretendían los evangelistas: justificar el poder de Jesús como descendiente de David e hijo de Dios. Aunque encontramos relatos parecidos en el AT, como el anuncio del nacimiento de Sansón (Jueces 13) que tienen la misma base egipcia. Veámoslo de manera resumida:
-Manoaj tenía una mujer estéril.
-El ángel del señor se le aparece a esta mujer y le anuncia que tendrá un hijo.
-El niño estará consagrado a Dios desde el vientre de su madre hasta el día en que muera.
-El niño comenzará a salvar a Israel de la mano de los filisteos (como Jesús habría de salvar Israel).
El capítulo de la adoración de los magos, así como de la estrella que los guió, parecen otra invención de Mateo -el único evangelista que recoge estos hechos-, para exaltar a Dios como rey de los judíos.
Se supone que la estrella de Belén fue, como apuntó Kepler, un acontecimiento astronómico. En el año 7 a.C. se dio una triple conjunción celeste por el acercamiento de Júpiter y Saturno tres veces seguidas: en mayo, septiembre y diciembre. Según la astrología de aquellas fechas, cuya interpretación regía el destino de los hombres, podemos suponer que este fenómeno tuvo especial relevancia. La atribución de un planeta a un país, se hace de acuerdo con la división del universo en cuatro partes. En la tradición oriental de esa época, Judea estuvo situada bajo el dominio de Venus, Mercurio y Saturno, como los países del segundo cuadrante, con predominio de Saturno. Además, este planeta, a mediados de marzo, se mostró 30 veces más brillante que todas las estrellas vecinas. Y Júpiter, se vio trece veces más brillante que Saturno. Ya hemos dicho que Saturno, en esa época y según la astrología, era el planeta de los judíos. Pero Júpiter era el planeta real. Así, el simbolismo sería el del nacimiento del rey de los judíos.
En el AT, la estrella es el símbolo del Mesías, por lo que es más que probable que Mateo interprete los signos mesiánicos del AT para atribuírselos a Jesús al hacerlo nacer bajo los auspicios de la triple conjunción.
Lo veo, pero no ahora;
lo contemplo, pero no de cerca:
una estrella se destaca de Jacob,
surge un cetro de Israel.
Aplasta las sienes de Moab
y el cráneo de los hijos de Set.
Edón pasa a ser suyo.
Seír pasa a ser su posesión.
Israel despliega su poder. (Números 24,17)
Este fragmento está sacado de las profecías de Balaán. Cuando Moisés libera a los judíos de la esclavitud en Egipto, Balac, rey de Moab, ante el temor de que los israelitas acabaran con su reino, pide al vidente Balaán que maldiga a Israel. Pero Balaán no hace eso, sino que, el Señor hace que de sus labios sólo salgan bendiciones hacia el pueblo de Israel que renacerá de la mano de un libertador que tendrá una estrella como símbolo.
El paralelo de esta historia con la de Herodes es evidente: Herodes quiere destruir a los judíos al igual que Balac, y los magos, que también son paganos como Balaán, alaban a Jesús como el vidente lo hizo con Israel, interpretando correctamente los designios de Dios. Para el teólogos Rafael Aguirre, catedrático del Nuevo testamento de la Universidad de Deusto el texto de Mateo "intenta justificar el universalismo, la apertura de las comunidades cristianas primitivas a los paganos".
Sobre los magos de oriente, Mateo utiliza de nuevo el AT para equiparar a Jesús con el Mesías esperado por los profetas. Este evangelio, que se supone escrito entre los años 70 y 80 d.C., no dice que los magos eran tres ni que sus nombres eran Melchor, Gaspar y Baltasar. Estos datos los encontramos en el "Evangelio armenio de la Infancia" datado sobre el siglo V d.C. La mayoría de los estudiosos está de acuerdo en que Mateo se basó en el libro de Isaías para escribir el capítulo de la adoración de los magos.
Un sin fin de camellos te cubrirá
jóvenes dromedarios de Madián y de Efá.
Todos ellos de Sabá vienen,
portadores de oro e incienso
y pregonando alabanzas a Yahveh. (Isaías 60,6)
Pero, a su vez, (y esto no he visto comentado en ningún libro) Isaías se inspiró para estos versos en la visita de la reina de Sabá al rey Salomón.
La reina de Sabá tuvo conocimiento de la fama de Salomón y fue a ponerle a prueba con enigmas. Entró en Jerusalén con un gran séquito de camellos, cargados de aromas y oro en abundancia, y de piedras precisosas. (1Reyes 10,1-2)
[La reina de Sabá] dijo al rey: "Realmente es verdad todo lo que yo había oído en mi tierra de tus obras y de tu sabiduría. Yo no lo quería creer hasta que he venido y lo he visto con mis propios ojos, pero reconozco que no se me había dicho ni la mitad. Tu sabiduría y grandeza sobrepasan la fama que había llegado a mis oídos. ¡Dichosas tus gentes! ¡Dichosos tus servidores, que están siempre junto a ti y escuchan tu sabiduría! ¡Bendito sea el Señor, tu Dios, que se ha complacido en ti, poniéndote sobre el trono de Israel! En su amor eterno a Israel te ha constituido rey, para administrar el derecho y la justicia". Luego ofreció al rey cuatro mil kilos de oro, gran cantidad de aromas y piedras preciosas. (1Reyes 10,6-10)
Todo esto hace que el relato de Mateo sea un simbolismo, con el único propósito de presentar a Jesús como el rey al que adorarán todos los soberanos del mundo. Tanto la reina de Sabá como los reyes eran paganos, fueron a conocer al rey desde lejos, le alabaron por su magnificencia y le dieron presentes en reconocimiento a su grandeza.
Para los egipcios, al igual que muchos pueblos, la aparición de un astro en un momento concreto era tomado como una señal divina de apoyo. Por ejemplo, cuando Atón (el disco solar), le dice a Akenatón que construya la ciudad de Aketatón (actualmente llamada Tell-al-Amarna).
Se podrían comentar algunos hechos más sobre los simbolismos de la vida de Jesús, pero creo que los datos ofrecidos nos dan una idea aproximada de los simbolismos de Mateo y Lucas.
Vayamos ahora a un tema que también se ha comentado en múltiples libros: ¿Era Jesús Zelote o Esenio? Los datos actuales nos aseguran que no hay ningún dato que apunte hacia estas dos hipótesis.
¿Pudo pertenecer Jesús a la comunidad esenia del Qmrán? ¿Y ser el llamado Maestro de Justicia? Los manuscritos hallados en el mar muerto se escribieron sobre los siglos II y I a.C., y los posteriores son copias de los antiguos. Así pues, Jesús jamás pudo ser el Maestro de Justicia. Se supone que este personaje fue un sumo sacerdote de la tribu de Leví que huyó al desierto debido a que los asmoneos pusieron a Jonatán en el cargo de sus funciones (después de la revuelta de los macabeos). Para los hombres del Qmrán, el que el sumo sacerdote fuera asmoneo resultaba un sacrilegio.
Pero nos queda la posibilidad de que Jesús formara parte de la comunidad del Qmrán. Está claro que hay claras coincidencias entre la ideología de Jesús y la esenia como el celibato o la creencia de que el hombre no puede salvarse por sus propios medios, pero también encontramos enormes diferencias como la exclusión de mujeres en el seno de la comunidad junto con cualquier persona con alguna enfermedad o tara física, que tenían un sistema sacerdotal propio o sus preceptos relativos a los alimentos puros e impuros o la práctica cotidiana de abluciones purificadoras. Aparte, Flavio Josefo tuvo contactos religiosos con los esenios y no comenta nada de que Jesús lo fuera, cosa que hubiera sido lógica.
En Mateo 15, 17-20 encontramos el siguiente texto, aplicable tanto a esenios como a fariseos:
¿No sabéis que todo lo que entra por la boca va al vientre y termina en el retrete? Pero lo que sale de la boca procede del corazón, y eso es lo que mancha al hombre. Porque del corazón provienen los malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios, blasfemias. Eso es lo que mancha al hombre; pero comer con las manos sin lavar no mancha al hombre.
Así, vemos como Jesús rompe con la tradición ya que para el judaísmo, la pureza e impureza era fundamental en el acercamiento a Dios -con los múltiples rituales que se hacían para ello, derivado de su concepto de santidad tan diferente al que pensamos ahora-. Para Jesús no son importantes las tradiciones humanas, ya que lo que acerca a Dios a los hombres es el interior de su espíritu. Este simple ejemplo, nos viene a demostrar que no hacían falta las invenciones de Mateo y Lucas. La sola palabra de Jesús ya era algo fuera de todos los esquemas establecidos en aquellos tiempos.
También se ha especulado sobre si Jesús pertenecía al movimiento zelote. Los zelotes eran una parte de los fariseos: se movían en un ámbito puramente religioso, cumpliendo estrictamente la Ley, pero creían que el empleo de la violencia era necesario. Es decir, aunque pensaban que la salvación venía de Dios, tenían una profunda convicción de que el Señor contaba con la colaboración humana para traer esa salvación -Israel no podía ser esclavizado por un poder pagano-. Para ellos, el perder la vida en combate era como un martirio para glorificar el nombre de Dios. Con todo esto, vemos la imposibilidad de que Jesús hubiera sido zelote: primero porque no compartía muchas de las tradiciones religiosas fariseas, y segundo, porque su mensaje no era de guerra sino de paz.
"¡Ay de vosotros, maestros de la Ley y fariseos hipócritas, que cerráis el reino de Dios a los hombres! ¡No entráis vosotros ni dejáis entrar a los que quieren!" (Mateo 23, 13ss)
"Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por ser justos, porque de ellos es el reino de Dios. Dichosos seréis cuando os injurien, os persigan y digan contra vosotros toda causa de calumnias por causa mía." (Mateo 5, 9-11)
"Sabéis que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. Pero yo os digo que no hagáis frente al que os ataca. Al contrario, al que te abofetee en la mejilla derecha, preséntale también la otra". (Mateo 5,38)
Con este último ejemplo se puede ver sin lugar a dudas, la gran innovación que estaba haciendo Jesús. Se podría decir que estaba enseñando una nueva Ley: una moral en su sentido más profundo (como se puede ver desde Mateo 5,17ss). Esto lo podemos tener más en cuenta si pensamos que la religión judía no es original, debido a las múltiples influencias que tuvieron de pueblos como los semitas o egipcios -incluso en la redacción de los códigos de leyes atribuidos a Moisés-. Así, parece que Jesús crea otra religión, una nueva doctrina. Como se habrá podido observar, yo distingo claramente el AT del NT. Estos ejemplos, nos indican que Jesús no fue un hombre común, y que habló a los hombres con una palabra que no se había escuchado antes.
Para mí, los evangelistas tomaron las vidas de los antiguos personajes del AT como Sansón, Moisés, Samuel, Salomón, David o Jacob y las hicieron coincidir con las de Jesús, asociando sus hechos y profecías hacia su persona. Así, los evangelistas como Mateo y Lucas no copiaron el modelo egipcio (no Oisiris ni nada de esto), sino que copiaron el modelo bíblico sin saber su posible origen egipcio.
Pero parece que Mateo y Lucas olvidan que Jesús decía ser hijo de Dios, que corrigió las Leyes de Moisés o que dijo ser superior a David. Es decir, su vida no sería comparable a la de ningún otro hombre o dios mitológico en el sentido doctrinal.
Jesús, enseñando en el templo, exclamó: "Me conocéis, sí, y sabéis de donde soy; pero no he venido por mi propia cuenta, sino que me ha enviado el que es veraz, al que vosotros no conocéis. Yo lo conozco porque procedo de él y él me ha enviado". (Juan 7,28-29)
Jesús, enseñando en el templo, preguntó: "¿Cómo pueden decir los maestros de la ley que el Mesías es hijo de David? David mismo, inspirado por el Espíritu Santo, dice:
El señor dijo a mi Señor:
Siéntate a mi derecha,
hasta que ponga a tus enemigos
debajo de tus pies.
Pues si el mismo David le llama Señor, ¿cómo puede ser hijo suyo?" (Marcos 12,35-37)
Jesús no se refería a sí mismo como el libertador de Israel o el Mesías esperado por los judíos, sino como el hijo de Dios que ha venido al mundo a redimir los pecados de los hombres. Esto causó tanto impacto en algunos de sus seguidores, que no dudaron en abandonarle.
[Los judíos que habían creído en él] le contestaron: "nuestro padre es Abrahán". Jesús les dijo: "Si fuerais hijos de Abrahán, haríais lo que él hizo. Sin embargo, tratáis de matarme a mí, que os he dicho la verdad que oí junto a Dios. Esto no lo hacía Abrahán. Vosotros hacéis lo que vuestro padre". Le dijeron: "Nosotros no somos hijos bastardos; tenemos un solo padre: Dios". Jesús les dijo: "Si Dios fuera vuestro Padre me amaríais, porque yo vengo de parte de Dios y aquí me tenéis; no he venido por propia cuenta sino que me ha enviado él. ¿Por qué no entendéis mi lenguaje?" Los judíos le dijeron: "Ahora estamos seguros de que estás endemoniado. Abrahán y los profetas murieron, y tú dices: El que guarde mi palabra nunca morirá. ¿Es que eres tú más que nuestro padre Abrahán, que murió? Y los profetas también murieron. ¿Por quién te tienes?" Jesús respondió: "Si yo me diera a mí mismo el honor, mi honor no sería nada. Es mi Padre el que me honra; el que decís vosotros que es vuestro Dios, y no lo conocéis; pero yo lo conozco. Si dijera que no lo conozco, sería un mentiroso como vosotros; pero lo conozco y guardo su palabra. Vuestro padre Abrahán se alegró deseando ver mi día: lo vio y se regocijó". Los judíos le dijeron: "No tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abrahán?" Jesús les dijo: "Os aseguro que antes que naciera Abrahán existo yo". Entonces agarraron piedras para tirárselas. Pero Jesús se escondió y salió del templo. (Juan 8,39-43.52-59)
Estos últimos años están apareciendo muchos libros como el "Código Da Vinci" (que es una copia de algunos libros como "El enigma Sagrado", "La herencia del Santo Grial" o "María Magdalena y el Santo Grial") que interpretan la historia a su manera, mezclando tradiciones gnósticas con cristianas (cuando no tienen nada que ver) e intentan hacer ver que Jesucristo no murió en la cruz, se casó con María Magdalena y tuvo descendencia. Aparte de querer comparar el mito de Horus con la vida de Jesucristo. Todo esto inspirado en el libro de Kersey Graves "The World's Sixteen Crucified Saviours" (1875) en el que se inventa una particular mitología no documentada, pero que la gente se ha ido creyendo a lo largo de los años. Es lo mismo que escribió el masón Thomas Paine en "La edad de la razón" sobre que Jesucristo era una parodia del sol. Pero todo esto es otra historia (o pseudohistoria).
Cuando María Magdalena derrama en la cabeza un perfume de nardos a Jesús, es, como bien éste:
Se ha anticipado a embalsamar mi cuerpo para la sepultura (Marcos 14,8b)
Esto nada tiene que ver con un acto de amor de esposa. En el propio evangelio se dice que es para la sepultura. Jesús profetiza su muerte y María Magdalena lo honra en vida. Si leemos el AT, veremos como era práctica habitual hacer este tipo de unciones en los muertos. Lo mismo que los aromas (según Marcos) o el áloe y la Mirra se iban a utilizar para honrar a Jesús en su sepultura.
Si tomamos como simbólicos el nacimiento de Jesús así como toda su infancia (como también sabemos que no nació un 25 de diciembre etc.), no es comparable, pues, su historia a la de Osiris, Mitra o quien queráis. Lo único que pretendían Mateo y Lucas era darle una especie de autoridad frente a los paganos para que le aceptaran rápidamente como el Mesías. Yo considero que sólo hay que tomar en base las enseñanzas de Jesús así como el ambiente religioso, político y cultural de Israel para hablar sobre su figura histórica.
No hay que olvidar que Jesús era judío, y que los judíos bebieron de las tradiciones egipcias en mayor medida, por lo que es normal que muchos simbolismos de los que habló Jesús (o del cristianismo) tengan relación con otras culturas. Por ejemplo, ya se hacía una Pascua judía, pero Jesús le dio otro sentido etc.
Yo creo que es fundamental leerse los evangelios porque hay quien opina sobre Jesús y su vida habiéndose leído tan sólo "El Código Da Vinci".
Yacer en el suelo, habiendo sido atravesado en la lid por el agudo bronce, es decoroso para un joven, y cuanto de él pueda verse, todo es bello, a pesar de la muerte. (Homero)