El Cielo Responde I

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El Cielo Responde I

Notapor Evil_Khalid » Lun Dic 22, 2003 11:50 pm

La doctrina budista dice que la vida consciente del individuo es
Maya o ilusión, y el vivir es una sucesión de dolores,
pero que si el Espíritu ha integrado los distintos “yoes”
y prevalece la vocación de Servicio,
el sufrimiento se transforma en goce.

Dice también la doctrina que hay un medio para conseguir el
retorno a lo Inconsciente y estriba en reconocer el carácter
transitorio de nuestras actuales formas de existencia y en matar
en nosotros el goce y el deseo de vivir.

De esa manera se llegaría a un estado llamado Nirvana o Satori.

Pero matar el goce es destruir una idea, un concepto.

Lo correcto sería crear un nuevo concepto, sintiendo el goce de servir
—porque Servicio es Amor en acción—
y sin hacer decaer el deseo de vivir,
para poder seguir dando a los demás parte de la Luz
que todos llevamos dentro.


JORGE RAÚL OLGUÍN


Espiritualidad y misticismo son vocablos que no se ciñen, ni
deben ceñirse, a determinados credos o expresiones religiosas.
Apuntan a un objetivo único:
El encuentro vivencial con la Divinidad.


LUIS FARRÉ


PRIMERA PARTE

EL MUNDO ESPIRITUAL Y ANGÉLICO

PRÓLOGO


Este libro fue logrado merced a que el universo funciona sobre la base de la necesidad de saber y que cuando preguntamos se nos responde. Y esto es simplemente lo que hemos hecho: preguntar.

Preguntar es siempre un buscar, un abrirnos de nuestra parte. Y cuando nos abrimos nos preparamos a recibir. El verdadero preguntar surge del profundo deseo de saber, de la voluntad de escuchar y recibir.

Estar con los espíritus o con los ángeles no es sentarse en una habitación a oscuras, con música misteriosa, una bola de cristal y velas parpadeantes. Simplemente es conversación. Éste es todo el misterio: conversación, tal cual la sostenemos cotidianamente con nuestros buenos amigos o allegados.

Al hablar con los ángeles o los espíritus, con nuestras propias almas o las de otros, encarnados o no, expandimos nuestra capacidad de crecimiento y transformación... y nos acercamos más aún a nuestro destino.

Vincularse con ellos, a través de la propia mediumnidad o de la de otros, es el paso siguiente en nuestra evolución como especie de seres conscientes.

La mediumnidad es la manifestación característica del espíritu inmortal y no el fruto de sensibilidades o anomalías del sistema nervioso. Es una facultad que en su percepción psíquica se engrandece en la misma medida en que evoluciona y se moraliza el espíritu del hombre.
Su expresión más elevada fue cuando el Maestro Jesús cedió su cuerpo para dar cabida a la Energía Crística.

La mediumnidad es un recurso que faculta el intercambio entre los “vivos” de la tierra y los “muertos” del otro lado, y sirve como puente o ligazón para que Altas Entidades Espirituales, como Cristo (actual Logos Dimensional), Jesús (actual Logos Solar), Johnakan Ur-el (Juan Zebedeo, el discípulo amado y alma gemela de Jesús), Buddha, Saint Germain, Kahlil Gibrán, Confucio, Sócrates, Allan Kardec, etc., presten con sus oportunos mensajes un valioso servicio a la humanidad.

Esta aseveración pretende disipar el error muy común de creer que los líderes espirituales, después de abandonar el cuerpo físico, se desentienden totalmente de la suerte de aquellos discípulos o seguidores que guiaron en la tierra.

La mediumnidad es un fenómeno resultante de la hipersensibilidad psíquica que en el presente surge entre los hombres, en concomitancia con el fin de la Era de la Materia y el umbral de la Era del Espíritu, etapa en la que los seres humanos se verán impulsados, como un imperativo determinado por la evolución del planeta, hacia el estudio y cultivo de los bienes de la Vida Eterna.

Debe tenerse en cuenta que aunque muchos movimientos filosóficos o espiritualistas no utilicen la palabra “médium” (para distinguirlos, quizás, del tan cuestionado espiritismo), sus mediadores no dejan de encuadrarse en la técnica sideral de la manifestación mediúmnica cuando captan los mensajes directamente de sus maestros o por vía de la intuición, como lo hacía hace dos mil años Jesús, por ejemplo, o más recientemente Ron Hubbard, fundador de Dianética y Cienciología.

En estas circunstancias se encontraban también como médium el reverendo G. Vale Owen, protestante, cuando recibía los mensajes mediúmnicos de su progenitora en la sacristía de su Iglesia, y Alice A. Bailey, que psicografiaba en el ambiente iniciático las orientaciones del Maestro Tibetano.

Eran médium, asimismo, la fundadora de la Sociedad Teosófica Helena P. Blavatsky y también muchos de sus afiliados, como el obispo anglicano Leadbeater y Geoffrey Hodson. Los profetas eran médium poderosos (Jonás, Isaías, Jeremías, Ezequiel y muchos otros). En la esfera católica eran también efectivos médium Santa Teresita, Antonio de Padua, Don Bosco y Vicente de Paúl, por citar solamente a algunos.

Más allá, entonces, de cualquier denominación o interpretación dada a este tipo de manifestaciones por las instituciones filosóficas o espiritualistas (“gracia”, “milagro”, “don profético”, etc.), todas son, en esencia, fenómenos mediúmnicos.

En el libro de Alice A. Bailey Tratado de los Siete Rayos, editado en 1936, en la pág. 154 se lee: “Con el tiempo se establecerá comunicación, por medio de la radio, con aquellos que han pasado al más allá, y esto se convertirá en una verdadera ciencia”.
Y en la pág. 155 se dice: “En las próximas décadas la ciencia penetrará más hondamente en el reino de lo intangible y trabajará con médium y aparatos hasta ahora desconocidos. Se descubrirán los medios que facilitarán el contacto con los que actúan fuera del cuerpo físico, y un grupo de médium operará como intermediario para un número de científicos que están en el más allá y aquellos que aún tienen cuerpo físico”.

Este tiempo profetizado es ahora.

EL AUTOR

I
LA CREACION


“Si el espíritu no domina a la materia, la materia corrompe al espíritu”.

Al comienzo era la Singularidad, era la Nada y era el Todo. Había terminado un Ciclo y el Absoluto no se encontraba manifestado. Luego, en un nanosegundo, se manifestó a través de diversas creaciones. Hubo un Big Bang donde comenzó nuevamente el espacio-tiempo para dar cabida al universo físico y a los supra universos espirituales.
La Esencia Cósmica crea entonces a los elohim o dioses menores, que son los que continúan la tarea creadora en los distintos universos. Deriva la tarea principal a 72 elohim.

Los elohim crean entonces a los distintos seres angélicos (serafines, querubines, tronos, dominaciones, potestades, virtudes, principados, arcángeles y ángeles), a los elementales de la naturaleza (gnomos, sílfides, salamandras, ondinas, hadas, ninfas, trasgos, sátiros, faunos, peris, vestiglos, sirenas, etc.) y a los espíritus, que encarnan en el plano físico para comenzar su evolución. De todas las creaciones del Absoluto, este mundo físico es la vibración no 3.

Como hay distintos niveles de vibración, el ser humano no puede ver, normalmente, a los seres espirituales ni a los elementales de la naturaleza.

Esta creación tiene 9 grados o ciclos internos: del 9 al 6 hay oscuridad. Son los grados primarios, donde el espíritu comienza su evolución. Del 5 al 3 hay Luz, pues la sabiduría interior predomina sobre las tinieblas de la ignorancia. Los grados 2 y 1 son de Maestría. Actualmente, parte de la humanidad se encuentra en los umbrales del grado 2 .
Obviamente, cuanto mayor es la categoría espiritual, mayores son las pruebas a superar.

En los comienzos de esta creación, Dios se ocupó de enviar al principal protagonista de esta escuela de superación interior. Su nombre era Luzbel, un ángel que irradiaba tanta bondad que la Luz de su amor llenaba de éxtasis a sus hermanos.

Dios lo envió a tentar a los hombres y él no pudo negarse al mandato divino. Trajo a una legión de 72 ángeles, a los cuales se les borró la memoria para que pudieran llevar a cabo su misión sin titubeos. Así fue como se transformaron en Demonios, habitando los ciclos de la Oscuridad (son ciclos que interfieren en todos los planos de vibración).

Estos demonios, en forma de tentaciones, dominan el cuerpo de deseos del ser humano y también actúan acrecentando el ego en los espíritus del Error.

II
GRADOS DE EVOLUCIÓN ESPIRITUAL


/ oscuridad / luz / maestría/
/ 9 8 7 6 / 5 4 3 / 2 1 /

En los comienzos de la historia de la humanidad, los hombres prehistóricos se manejaban de manera totalmente instintiva, con una tremenda violencia, que usaban incluso hasta para aparearse con la hembra, llegando a someterla por la fuerza para satisfacer su necesidad fisiológica.

Se dice que vinieron grandes Maestros de un planeta del sistema de Orión hasta las tierras de Egipto, dejaron sus enseñanzas y la humanidad comenzó a evolucionar.

También se dice que alguno de los faraones eran seres de aquella civilización extraterrestre y por eso fueron considerados dioses por los hombres de aquella época.

Desgraciadamente, muchas de esas enseñanzas cayeron en manos de algunos sacerdotes con ansias de poder, que usaron ese conocimiento para someter a sus semejantes.

Otros sacerdotes de espíritu más elevado sirvieron a la Luz y guardaron esa sabiduría bajo escritura jeroglífica, para que no sea fácil de descifrar por las personas que sirviesen al Mal.

Uno de esos grandes Maestros venidos de Orión era Thot, que fue considerado el dios tutelar de la ciudad de Hermópolis, dios lunar, señor de la sabiduría, inventor de las ciencias, de las artes y de la ya nombrada escritura jeroglífica. El pueblo griego lo conocía como Hermes Trismegisto.
De esta forma griega de denominar a Thot proviene el título de los Libros herméticos, aplicado a 42 tomos sagrados de sabiduría egipcia.

Una de las sociedades que estudian esas ciencias ocultas es la Orden Hermética del Alba de Oro (Hermetic Order of The Golden Dawn), fraternidad inglesa fundada en 1887, por miembros de una Orden de carácter Rosacruz.

La creación siguió su curso y, para seguir apuntalando espiritualmente al ser humano, llegaron a encarnar grandes Maestros de la Luz: Moisés, profeta hebreo, cuyo verdadero nombre se dice que era Osarsiph y habría sido iniciado en los Misterios de Heliópolis.

El patriarca Enoch, a quien se le atribuye el llamado Libro de Enoch, en donde éste cuenta sus místicas y simbólicas visiones.
El profeta Elías, que fue enviado por Jehová, uno de los elohim, para unir a las familias y sembrar el amor en todas las comunidades de aquella época tan oscura.

Y al final vino el Maestro Jesús, que enseñó la religión sin religión, que predicó el Amor con mayúsculas, que clamó tantas veces que al Padre se lo encuentra en el interior del hombre, no en la cima del monte ni en la sinagoga.

Eran palabras muy avanzadas para aquella época, incluso para este tiempo. Muchas personas todavía viven en una búsqueda infructuosa, ávidas de diálogo personal con el amante Dios y tratan de buscarlo en una imagen, en un santuario, mientras siguen con su egoísmo cotidiano, sin ver más allá de sus narices. Preocupándose poco y nada por su prójimo, y pensando que más tarde, con un poco de arrepentimiento, la tarea ya estaría hecha .

No se dan cuenta que así lo toman a Dios por un tonto, queriendo engañarlo, como si Él no estuviera dentro de cada uno de nosotros.
El Maestro Jesús nos dejó una provechosa enseñanza, dio conceptos para los seres de oscuridad y también para los que empiezan a asomar a la Luz. Ya hay seres encarnados que están en el grado 2 de evolución, el grado donde comienza la maestría. Actualmente hay 7 elohim trabajando.
Estas jerarquías son las únicas que quedan de las originales 72, y siguen creando espíritus que comienzan el camino evolutivo por el grado 9.

Jesús, el Gran Maestro de la Luz, movilizó la conciencia espiritual y consiguió que muchos espíritus del grado 6 pasaran al grado 5, o sea, de la Oscuridad a la Luz.

Hay Maestros de Luz que trabajan en este plano material, así como hay Espíritus de Luz que operan en los planos espirituales.
Hay seres humanos que ya están en los grados 2 y 3 de maestrías y reconocen que cada día es más difícil evolucionar estando encarnados. En los planos espirituales de Luz también se sigue evolucionando, pero al no existir el ego es mucho más fácil dicha evolución.

De todas maneras, los espíritus encarnados no estamos tan desamparados como pensamos, pues los ángeles vienen a proteger y orientar al ser humano. Aparte, los Maestros de Luz tienen la misión de apuntalar al hombre para que no retroceda en su evolución.
El ego es un tremendo lastre para que el ser humano se eleve espiritualmente. Algunos se dicen “Maestros”, sin saber que en muchos casos ni 50 años de “maestría terrenal” alcanzan para llegar a los grados 2 y 3.

Los que no están en los dos primeros ciclos son aprendices, pero no todos son buenos discípulos. La base para comenzar a ser un destacado discípulo es el Amor, con el respaldo del Conocimiento, el Respeto y la Humildad... sin dejar de lado el Servicio. Por eso no hay que ser reticentes en dar Conocimiento.

Los exámenes en estas categorías espirituales se pagan con lágrimas.

III
EL UNIVERSO SUPRAFÍSICO



“Es suma estupidez creer en una opinión a causa del número de los que la tienen”.
GIORDANO BRUNO

Según antiguos conocimientos se decía que la materia estaba conformada por vórtices de energía. Lord Kelvin, el físico que definió el cero absoluto y elaboró una escala de grados de temperatura, opinaba que no había nada sólido en lo material, que todo era una gran ilusión alimentada por una falsa realidad.

Dio el ejemplo de un anillo de humo que, al girar, guardaba su consistencia sin desarmarse. Así como ese anillo en vórtice daba una apariencia de solidez, gracias a la ilusión dada por el movimiento giratorio del mismo, Lord Kelvin utilizaba esa figura simbólica para poder explicar que los átomos también eran anillos en vórtice, pues se comportaban de la misma manera.

Más aún, proclamó que todas las propiedades de esas pequeñas partículas derivaban de ese movimiento giratorio en forma de vórtice, en medio del éter.

Pero como había una convicción generalizada de que la materia se componía de partículas tangibles (comparaban la forma del átomo con la de una bola de billar), la teoría de Lord Kelvin quedaba totalmente relegada al olvido.

La ciencia siguió avanzando. El átomo fue dividido y se llegó a visualizar como un sistema planetario en miniatura, donde el núcleo estaba formado por protones (carga positiva) y neutrones (sin carga aparente), y alrededor de ese núcleo giraban los electrones (de carga negativa).

Se demostró que el éter no existía como tal y que lo que imperaba era un vacío casi absoluto. Albert Einstein había escrito una fórmula: E = M x C2, donde E es la energía, M es la materia y C2 es el cuadrado de la velocidad de la luz.

Esa fórmula se llegó a demostrar algunos años después con el estallido de la bomba atómica, donde una fracción de materia se transformó en una inmensa cantidad de energía, llegando a arrasar una ciudad entera.
Si Kelvin viviera hoy no hablaría de átomos en forma de vórtice girando en medio del éter, sino que sería más sutil. Se preguntaría: si puede existir una onda de energía... ¿por qué no un vórtice de energía? ¿Y cómo estaría conformado un vórtice de energía? ¡Por una partícula elemental!
O sea: Una partícula elemental es un vórtice de energía.

El propio Einstein una vez definió la materia como una energía congelada. El vórtice nos da un panorama mucho más claro: demuestra que la partícula elemental se mueve en espiral y el movimiento es el fundamento mismo de la materia.

El gran logro de esta teoría es el poder demostrar que la materia es una forma de energía.

¿Cómo puede ser —dirán algunos— si la energía es inmaterial?
La respuesta es simple. De la misma forma que el movimiento no puede existir si no se avanza en una dirección determinada, la energía no existe si no es con una forma definida.

No es que dicha energía forme un vórtice o una onda: el vórtice es la energía en sí.

En el mundo que conocemos a simple vista, el universo material que todos podemos observar, hay dos formas básicas de energía: la electricidad y la luz visible.

La materia es el tercer tipo de energía.
La mayoría de los vórtices tienen forma de cono, por ejemplo, los remolinos y los tornados, que giran como si fueran un gigantesco trompo.

Pero en el mundo de las partículas subatómicas, el vórtice forma una figura geométrica distinta: ni como “anillos de humo” ni como trompos. En este caso, la partícula elemental tiene la forma de un vórtice esférico. O sea: el vórtice es un movimiento en espiral de tres dimensiones y así llega a formar una bola giratoria de energía.

Para configurar ese vórtice en nuestra imaginación, podemos representarlo mentalmente como un pequeñísimo ovillo de lana, con una rotación continua.

El movimiento giratorio es lo que crea la estabilidad de la partícula, al igual que el anillo de humo (que no se desarma) y el trompo (que no se cae mientras gira).

No son ejemplos exactos, pero sirven para dar una idea aproximada de lo que estamos hablando.

Ahora volvamos a lo que se dijo precedentemente, donde se demostró que mediante una fisión nuclear podía liberarse una gran cantidad de energía.

¿Cómo ilustramos el tema con el ejemplo del ovillo de lana?
Es fácil. Si desenrollamos dicho ovillo en una habitación cualquiera, tendría una longitud tal que no cabría en ella, mientras que enrollado lo contendríamos dentro de una mano.

Si pudiéramos desenrollar así un vórtice de energía, la cantidad liberada sería impresionantemente grande.

Así como el ovillo de lana es una figura muy compactada de ese material, una partícula elemental en vórtice es una forma muy concentrada de energía.

Esta teoría también puede explicar la carga eléctrica de la materia.
Por ejemplo, dijimos que el vórtice es un movimiento en espiral de tres dimensiones, pero ese movimiento giratorio tiene dos sentidos posibles: desde el centro de la espiral hacia fuera o desde el borde hacia el punto central.

El vórtice centrípeto corresponde a una carga positiva y el vórtice centrífugo a una carga negativa.
La teoría también aclara el concepto de la masa: La masa es una medida de la cantidad de energía que contiene una espiral.
La materia se ve así como una ilusión de lo real.
Siempre acostumbramos a decir: “Tan sólido como una montaña”, pero... ¿hasta qué punto la montaña es una entidad sólida?

Si la materia es un conjunto de partículas elementales y éstas, a su vez, son vórtices de energía, nada de lo aprendido hasta el presente tiene vigencia. Una partícula elemental de materia es una bola giratoria de energía, un vórtice esférico en movimiento. Pero hay distintas vibraciones en ese vórtice y cada vibración representa una partícula distinta (un quark, un leptón, etc.) Si el movimiento ocurre a la velocidad de la luz, el vórtice deja de ser una partícula elemental para transformarse en un fotón.

Según Einstein, ningún cuerpo puede moverse a mayor velocidad que la de la luz. Pero... ¿esa regla es también aplicable a la energía en sí?
Si el movimiento del vórtice llegara a vencer esa barrera y superara la velocidad de la luz, daría origen a un tipo de energía por completo distinto, a la que llamaríamos la superenergía o supraenergía.

Obviamente, la energía y la supraenergía serían distintas. La materia que formaría la energía se diferenciaría en sustancia de la que formaría el vórtice supraenergético.

La materia conocida se detecta en el universo físico. La materia formada por la supraenergía estaría contenida en un universo suprafísico. Habría suprapartículas y suprafotones, y juntos darían cabida a una realidad suprafísica.

Nuestra materia no podría afectar a ningún elemento de ese mundo, pues su sustancia sería completamente distinta. Su vibración sería tan alta que ese suprauniverso no podría captarse por nuestra realidad. Los elementos de ese mundo serían absolutamente invisibles e intangibles para nosotros.
¿Cómo comprobar la existencia de tales formas suprafísicas, si nuestros sentidos no las pueden captar?

Si la supraenergía no se encuentra en nuestro espacio-tiempo, las formas suprafísicas están en un nivel superior de vibración.
Así se explicarían muchos de los fenómenos paranormales que tanto nos intrigan. Por ejemplo, la transustanciación.

Todos hemos escuchado historias donde había objetos que desaparecían y aparecían en forma misteriosa. La ciencia tradicional nunca tuvo explicación para tales hechos.

Antes habíamos dicho que cada partícula elemental era un vórtice de energía donde el movimiento en espiral es inferior a la velocidad de la luz. Imaginemos que ese movimiento en vórtice se acelera más y más.

Al sobrepasar el límite de la velocidad de la luz, la energía se transformaría en forma instantánea en supraenergía. La partícula elemental dejaría de interactuar con la luz visible y la materia, y no se podría detectar por medios normales. No se movería a ningún otro sitio, pero dejaría de ser perceptible para nosotros.

Si en forma hipotética se pudiera revertir el proceso, el vórtice deceleraría y la supraenergía se revertiría a energía y podríamos detectar la partícula, que reaparecería de inmediato.

Dicho proceso de ida y vuelta se denomina transustanciación. Es el puente entre lo normal y lo paranormal.

Si tuviéramos el poder para cruzar ese puente podríamos desmaterializar o materializar todo objeto que quisiéramos estudiar.
Según la religión judeocristiana, los cielos podrían ser la denominación bíblica para los planos de supraenergía, existentes más allá de la velocidad de la luz.

Falta aclarar qué papel tiene el espacio casi vacío de materia en esta teoría.

El centro del vórtice energético sería la materia y la energía de los bordes del vórtice, que no logramos percibir en forma directa, sería el espacio.

El espacio se origina en las regiones más tenues del vórtice y la materia está compuesta por las partes más densas del mismo.
Última edición por Evil_Khalid el Lun Abr 05, 2004 8:43 pm, editado 4 veces en total
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Notapor Vanis » Mar Dic 23, 2003 8:00 pm

Te lo agradezco mucho, porque esta información es una síntesis muy completa.
"Cada tesoro reconoce, a su verdadero amo..."
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El Cielo Responde I

Notapor Evil_Khalid » Dom Dic 28, 2003 5:18 pm

IV
DISTINTOS NIVELES DE VIBRACIONES ESPIRITUALES


“El verdadero Maestro se abstiene de la enseñanza dogmática”.

En referencia a Sócrates.

Con respecto al universo en sí, nosotros pensamos que es infinito, pero bien podría suceder que dicho universo en su totalidad, desde la partícula más pequeña hasta la galaxia más grande, fueran solo una parte de un universo energético mucho mayor.

En esta realidad suprafísica habría partículas de más alta vibración, pero análogas a las partículas de la materia conocida. Habría ondas de supraenergía, análogas a las ondas de luz visible que percibimos diariamente.

En conjunto, conformarían un mundo de una vibración más elevada, a la que podríamos denominar nivel 2 de vibración espiritual, siendo el nivel 1 nuestro universo físico.

Según la teoría del vórtice, bien podría haber muchos universos suprafísicos en la creación.
Los universos superiores englobarían a los inferiores, puesto que las velocidades mayores “contienen” a las velocidades inferiores.

Como todas las velocidades están centradas en un punto cero en común, podemos llegar a representar dichos universos como esferas concéntricas.
Las esferas interiores representarían a los universos más densos (más lentos) y las esferas exteriores, los universos más elevados (más rápidos).

Por revelación, se sabe que hay seis planos de vibraciones espirituales positivas (del 1 al 6) y dos planos de vibraciones más densas que nuestro universo físico (-1 y -2).

Como los planos se representan como esferas en forma concéntrica, al plano -2 se lo denomina la Octava Esfera.

Hay planos superiores, cuya vibración es infinitamente más sutil: el plano 7, que es donde moran las Energías Crística y Búddhica, y el plano 8, donde habitan los elohim o dioses menores.

Hay incluso planos más elevados, que se acercan al Absoluto, el Dios creador de todos los planos y todos los universos.
El detalle de qué entidades habitan en cada plano es un tema poco conocido, pero muy interesante.

El universo observable es el universo del plano 1. Se sabe por revelación que hay 22 universos paralelos en este plano físico, donde la misma persona puede estar viviendo una vida distinta en cada universo o, incluso, puede no existir en alguno de esos mundos.

En un universo, una persona puede estar casada y en otro puede haber permanecido soltera. En un mundo puede haber llevado una vida exitosa y arrastrar fracasos continuos en otro mundo paralelo. Hay infinitas opciones...

Con los conocimientos actuales, es imposible pasar de un universo a otro. Sin embargo, en diversos estudios de física cuántica, se ha experimentado con partículas elementales y éstas, en un momento dado, desaparecían.

No se transformaban en una forma más sutil de energía. Literalmente desaparecían del campo de observación. ¿Dónde iban esas partículas? Éste es un tema aún no resuelto por los hombres de ciencia, aunque muchos apoyan la teoría de las múltiples dimensiones, que difiere muy poco de la teoría de los universos paralelos.

Volviendo al tema de las vibraciones, sabemos que el nuestro es un universo físico.
Las vibraciones suprafísicas conforman otros planos mucho más sutiles. ¿Quiénes los habitan?
Lo importante es familiarizarnos con algunos términos. Uno de ellos es la palabra thetán.

Científicamente se sabe que el hombre se compone de tres partes: 1) thetán (alma o espíritu); 2) mente y 3) cuerpo.

De las tres, obviamente, el thetán es la entidad superior, ya que sin alma el cuerpo no tendría animación ni mente, mientras que sin un cuerpo o una mente, el alma continúa teniendo animación y vida.

El término thetán fue acuñado por L. Ronald Hubbard para referirse al alma o espíritu, y resulta más apropiado utilizarlo para erradicar la concepción errónea de que el hombre “tiene” un alma: el hombre “es” esa alma.

La palabra thetán proviene de la letra griega theta que, en electroencefalografía, indica un ritmo cerebral más lento y predomina en el nivel de la percepción extrasensorial.

En el plano físico, sólo un 10 % de nuestro thetán anima nuestro cuerpo y nuestra mente. El otro 90 % se encuentra en un plano de vibración superior, el que nosotros llamamos el mundo espiritual.

Cuando desencarnamos seguimos existiendo como thetán , ya que éste es inmortal.

Mediante la telepatía (propia o utilizando un médium) es posible comunicarse con cualquier thetán, encarnado o desencarnado.
A través de diversas revelaciones ha sido posible saber que los espíritus habitan distintos planos en el universo suprafísico, según la categoría de Luz que posea dicho espíritu.

Los Espíritus del Error, que son aquellos que han desencarnado con determinado karma, pueden habitar en los planos 2 y 3. Aquellos espíritus que han alcanzado un grado de Maestría, se encuentran en el plano 4. En la vibración siguiente, el plano 5, moran los espíritus que alcanzaron la máxima Luz.

El plano 6 está habitado por los ángeles, que no sólo están en una frecuencia vibratoria mucho más alta que la del mundo físico que percibimos, sino que incluso vibran en una sintonía más fina que la del mundo de los espíritus.

En el plano 7 moran las Energías Crística y Búddhica, formadas por la Luz y el Amor del Absoluto, aparte de otras energías de Luz que han iluminado a distintos Avatares a lo largo de la historia de nuestra humanidad.

El plano 8 está habitado por los elohim o dioses menores, que fueron los encargados de crear a los distintos seres angélicos, a los elementales de la naturaleza y a los espíritus que moran en los diversos planos de vibración.

Cada eloah o dios menor tuvo una misión determinada en el planeta Tierra. Uno de los más conocidos fue Jehová que, para poder comunicarse telepáticamente con los hombres tuvo que descender parte de su esencia del plano 8 al plano 4.

En realidad, parte de sí mismo vibró más lentamente, descendiendo automáticamente a la 4ª vibración, mientras el resto de su esencia se mantuvo en su plano original.

Así pudo contactarse con Moisés. De otra manera su vibración hubiese sido tan alta que nunca se habrían captado sus mensajes.
El antiguo pueblo judío llegó a confundir a Jehová con el Absoluto, hasta que Ieshu ben Iosef, más conocido como Jesús, nos describió al verdadero Padre, diciéndonos que Él es todo amor, toda comprensión y que no castiga, porque el avance hacia la Luz o el retroceso hasta la Oscuridad, tiene un mecanismo mucho más simple y más sutil.

Si un espíritu de Luz es invadido por el ego, estando en el plano 5 de vibración, nadie lo expulsa de ese plano a una vibración más baja. Ante cualquier atisbo de ego, ese espíritu empalidece y la misma Luz del plano que habita “se le hace incompatible” y, en forma automática, desciende de nivel.

En los niveles 2 y 3, los espíritus no sufren las necesidades físicas del nivel 1, pero sí atraviesan otro tipo de necesidades generadas por su ego. Por ejemplo, necesidad de notoriedad, que les trae aparejadas fuertes ansias de poder.

Así, buscan someter al espíritu más débil. Se cargan de su energía, ignorando que el Absoluto tiene su Luz disponible para todas sus criaturas.
A su vez, se rebelan contra las entidades que tratan de someterlos a ellos. Arman grandes legiones y protagonizan luchas tremendas en esos planos de vibración.

Al encarnar en el plano 1, muchos de esos espíritus siguen la rebeldía en el universo físico y, en vez de evolucionar, retrasan más y más su camino hacia la Luz.

Al desencarnar, la deuda kármica que generaron es mayor que la que habían traído. Y en muchos casos su caudal negativo es tanto que esos espíritus descienden al plano -1, llamado el plano de la Soledad.

En esa vibración negativa, el aprendizaje es tremendo. Están rodeados de
la más absoluta soledad. Aparte, la luz, que invade a todos los planos de vibración positiva, no existe en ese nivel.

No importa la cantidad de espíritus que moren en el plano -1: no se pueden comunicar entre ellos.

Cada entidad tiene el libre albedrío para desplazarse en cualquier dirección. Sucede que no llega a ningún destino. El vacío en ese nivel es tan notorio que el espacio del plano 1 agobiaría en densidad.
Así como no hay luz, tampoco hay sonidos, El silencio se hace palpable.

No hay encierro, pero una libertad sin comunicación visual, auditiva o telepática se hace insoportable.

Cabe aclarar, por otra parte, que las comunicaciones visuales o auditivas no son iguales que en el plano físico.

En ese nivel, como en los otros niveles, la única manera de subir de vibración es a través de un cambio de actitud e identificarse con una verdadera vocación de servicio, sin alimentar el ego con rencores.

Hay otra vibración más baja: el plano -2, conocida como la Octava Esfera, teniendo en cuenta que los distintos universos suprafísicos son como esferas envolventes y son 8 los planos espirituales: desde el plano -2 al plano 6.

La Octava Esfera es habitada por entidades espirituales que alcanzaron el límite de la crueldad.

Según una rama de la doctrina teosófica, los espíritus que son confinados por su gran crueldad en esa zona misteriosa llamada la Octava Esfera, pueden ser separados del origen de su ser, para ser allí desintegrados y sus partículas diseminadas en el vacío absoluto. Sería el fin del Mago Negro.

Por revelación, se sabe que no es así. El Absoluto nunca condena eternamente, pues dentro de Su Esencia se encuentra la Divina Misericordia y todas las entidades espirituales siempre tienen una nueva oportunidad de recomenzar el camino evolutivo hacia la Luz. Y se evoluciona con enseñanza, no con castigo. No existe el fuego eterno.

En el plano -2 el dolor se siente magnificado, pues cada entidad que habita allí puede palpar el sufrimiento de todos los espíritus del error y lo vive como propio.

No se puede describir con palabras esa sensación tan agobiante. El espíritu aprende a compartir el dolor. Se da cuenta de que hay muchos que sufren tanto o más que él. Y al final deja de pensar en su dolor para tratar de calmar el dolor ajeno. Con esa actitud, automáticamente eleva su vibración y asciende de nivel.

Otras informaciones equivocadas decían que la Octava Esfera destruía por completo la esencia del mal. No la destruye, la transmuta..., pero la transmuta porque el espíritu aprende su lección.

La mayoría de los Espíritus del Error habitan en los planos 2 y 3. Su aprendizaje en esos planos es lento y por eso vuelven a encarnar. De esa manera tienen la oportunidad de evolucionar de una forma más rápida.

Claro que el riesgo es grande, pues ningún espíritu encarnado recuerda sus vidas anteriores, como tampoco tiene memoria de sus vivencias en los planos suprafísicos. Y en lugar de evolucionar puede seguir cometiendo errores, generando un karma mayor que el que trajo al plano físico.

En el plano 4 moran los espíritus que lograron ascender al grado de Maestría, eliminando el ego por completo y asumiendo su vocación de servidores. Son entidades que dedican todo su tiempo a servir a sus semejantes, pues carecen de necesidades propias.
También buscan orientar a aquellos espíritus que han perdido el rumbo hacia la meta evolutiva.

El plano 5 está habitado por Espíritus de Luz. Son entidades de una vibración tan elevada que “su brillo” se destaca del de otras almas de menor nivel.

Su misión no solo es Servir, sino también guiar a sus semejantes.
Por encima de los Espíritus de Luz está el mundo angélico. Es el plano 6 del universo suprafísico y los seres que viven en él son los tan conocidos ángeles.

Otro tema muy interesante es el de las tan nombradas almas gemelas.
Siempre nos han enseñado que las almas gemelas eran las dos mitades de un alma que se buscaban para volver a unirse. Lamentablemente, eso es crear en el ser humano una dependencia afectiva. La realidad es todo lo contrario de lo que enseñan en las clases de autoayuda.

También nos explicaban que las almas gemelas eran dos almas tan iguales que, cuando encarnaban en el plano físico, siempre eran de distinto sexo para poder ejercer una atracción recíproca.

De esa manera nos enseñaban a necesitar, a ser dependientes de un amor personal. No entendían que, al no necesitar, podíamos usar toda nuestra energía de amor para dar al otro.

Al mostrarnos la teoría de esa manera nos indicaban todo lo contrario del genuino camino espiritual, que explica que el verdadero amor no necesita, porque es Amor de Servicio. Ése es el Amor impersonal.

Porque el amor personal que damos y recibimos a diario se alimenta de emociones negativas difíciles de controlar, de dudas, de celos, de diversos roles de control entre uno y otro protagonista de ese sentimiento.

Por el contrario, el Amor Impersonal no intenta manipular ni busca dominar a la persona a la que va dirigido ese afecto, sino que trata de serle útil... pues no importa uno, sino el otro.

Pero para brindar ese amor tan excelso, tan elevado, no es necesario buscar la excusa de que somos la mitad de un todo y que la otra mitad es aquel ser a quien tenemos que amar.

Gracias a Dios, la respuesta es más sencilla y menos egoísta. Porque, en realidad, las almas gemelas no son dos partes de un mismo espíritu. Tampoco son necesariamente espíritus de distinto sexo, pues los espíritus no tienen sexo.

La teoría espiritual explica que las almas vibran en forma sutil o en forma densa, de acuerdo a su altruismo o egoísmo. Cada vibración es distinta a la otra, casi siempre. Pero hay espíritus que tienen vibraciones afines.
Destaco que hay almas que vibran en la misma sintonía. Son espíritus cuya vibración está en resonancia.

Si dichos espíritus fueran sonido, se podría decir que son ondas acústicas de la misma frecuencia y amplitud. Ésas son las almas gemelas.
La definición correcta es que las almas gemelas son espíritus que vibran en un acorde determinado, producido en repercusión con otro espíritu.

Es muy importante aclarar otro equívoco. Hay otra creencia errónea que sostiene que las almas gemelas siempre son dos. Esto no tiene que ser necesariamente así, ya que puede haber muchos espíritus que vibren en una misma frecuencia.

Creer que solamente dos son las almas que pueden estar en resonancia entre sí es limitar la afinidad de los espíritus.

De todos modos, es importante destacar que en los Espíritus de Luz la afinidad es matizada por un amor impersonal y no por un sentido de posesión.

Por ejemplo, el Maestro Jesús vibra en resonancia con su discípulo amado Juan Zebedeo, que antes había encarnado como Ananda, primo de Siddharta Gautama.

Pero las almas gemelas no necesariamente están en un plano de Luz. Hay espíritus regidos por la crueldad que se encuentran en los planos más densos... y también son afines entre ellos. No se conocen entre sí, pero se comportan de la misma manera. Poseen la misma mezquindad, tienen similar egoísmo y hasta su carácter es parecido. Pero, a diferencia de los espíritus de Luz, estas almas aun siendo compatibles, pueden llevarse mal entre ellas.

Esto demuestra que no siempre las almas gemelas se aman entre sí... ¡aquellos espíritus invadidos por el ego sólo se aman a sí mismos! Eso lo vivimos comprobando diariamente.

Con respecto a las afinidades, las almas gemelas solo tienen afinidad verdadera en los planos de Luz, porque en los planos inferiores, su resonancia no es garantía de compatibilidad.

Lo satisfactorio es que todos tenemos más de un alma gemela a la nuestra. Si vibramos en Amor, podremos percibir esas almas y, a la vez, seremos percibidos.

Antes de referirme a las entidades angélicas del plano 6, quiero acotar muy brevemente el ciclo del eloah Jehová, que moraba en el plano 8.
Fue elegido por el Absoluto para conducir a la raza humana a un ciclo preparatorio, para luego señalar a los hombres el camino de la perfección espiritual.

Debió bajar al nivel 4 de vibración para poder comunicarse telepáticamente con Moisés y Aarón.
La Energía Crística, también conocida como El Cristo, que en aquel entonces era el Logos Solar, fue autorizado para nominar a Jehová el nuevo Logos del planeta Tierra.

El eloah Jehová se destacaba por su poder de comunicación. Por eso fue escogido por El Creador. Con el tiempo, fue alabado y venerado por el pueblo judío.


JERARQUÍAS SOLAR Y PLANETARIA
(EN LA ÉPOCA BÍBLICA DEL ANTIGUO TESTAMENTO)

Supervisadas por
ABRAXAS (Logos Dimensional)

LOGOS SOLAR
El Cristo - Redención

LOGOS PLANETARIO
Jehová - Poder

8 ESPÍRITUS MAESTROS
(5ª iniciación jerárquica)
Maestro Jesús - Amor-Sabiduría
Siddharta Gautama - Iluminación-Equilibrio
Maestro Confucio - Servicio-Instrucción
Maestro Lao Tsé - Voluntad-Perseverancia
Johnakan Ur-el (Juan Zebedeo) - Devoción-Idealismo
Maestro Hilarión - Investigación espiritual
Maestro Serapis - Investigación angélica
Maestro Djwal Khul - Dedicación-Sanación

2 ESPÍRITUS MAESTROS COMPLEMENTARIOS
Maestro Saint Germain - Magia ritual y ceremonial
Maestro Kuthumi - Filantropía


El drama fue que, en su interior, Jehová no tenía tanto poder como el que manifestaba. Fue abordado por miles de espíritus del error que, aprovechando el nivel más bajo al que voluntariamente había descendido el eloah, decidieron tentarlo para que perdiera el control de la misión que le había sido encomendada.

Lo lograron... Jehová fue invadido por el ego, fue dominado por la ira cuando amenazó con venganzas a las tribus que no le hacían caso. También fue débil cuando se dejó llevar por impulsos primarios al castigar con saña las conductas humanas, se dejó manipular por un demonio cuando sometió a Job a terribles sufrimientos, perdió el control de sí mismo cuando destruyó ciudades y masacró pueblos que no lo veneraban.

De todas modos, en esa época era el Logos Planetario y no había más verdad que la suya.

Su lenguaje era el temor y no el amor. Por eso los hombres tenían una imagen distinta del Creador. Una imagen vengativa, intolerante... que priorizaba el castigo sobre la misericordia.

Después, surge en el plano físico esta importante figura llamada Siddharta Gautama que, al ser iluminado por la Energía Búddhica, encuentra el equilibrio espiritual y enseña a superar el sufrimiento.

Pero como el Sendero del Iluminado no pone como condición indispensable la aceptación de un Ser Supremo, la imagen de un Dios tiránico y caprichoso persiste, hasta que encarna Jesús...

Ese espíritu tan evolucionado nos enseña que El Padre es todo Amor, que todos los hombres pueden acceder a Su Reino, que cada persona evoluciona según sus actos.

Cuando a la edad de 32 años Jesús termina de elevarse al recibir en su espíritu parte de la Energía Crística, su ser ya está preparado para transmitir el Mensaje del Padre.

Un capítulo para destacar es cuando Jesús se encuentra con la samaritana en el pozo de Jacob y ésta le pregunta:

--¿Dónde puedo adorar a Dios? Porque nuestros padres lo adoraron en este monte y los judíos lo adoran en Jerusalén, en la sinagoga.

Jesús le responde:

—Debéis adorar al Padre en el espíritu de cada uno, porque Dios es espíritu.

Cuando Jesús desencarna, opta por descender a la Octava Esfera donde, al igual que en el plano físico, comparte el dolor de los demás.

Luego, asciende directamente a la vibración 4ª , nivel de Maestría, y le es comunicado el nombramiento cono nuevo Logos Planetario, en reemplazo del eloah Jehová.

Obviamente, las virtudes del Maestro Jesús son el Amor y la Sabiduría.


JERARQUÍAS SOLAR Y PLANETARIA
(EN EL MOMENTO QUE JESÚS LLEGA A LA VIBRACIÓN 4a)

Supervisadas por
ABRAXAS (Logos Dimensional)

LOGOS SOLAR
El Cristo - Redención

LOGOS PLANETARIO
Maestro Jesús - Amor-Sabiduría

7 ESPÍRITUS MAESTROS
(5ª iniciación jerárquica)
Siddharta Gautama - Iluminación-Equilibrio
Maestro Confucio - Servicio-Instrucción
Maestro Lao Tsé - Voluntad-Perseverancia
Johnakan Ur-el (Juan Zebedeo) - Devoción-Idealismo
Maestro Hilarión - Investigación espiritual
Maestro Serapis - Investigación angélica
Maestro Djwal Khul - Dedicación-Sanación

2 ESPÍRITUS MAESTROS COMPLEMENTARIOS
Maestro Saint Germain - Magia ritual y ceremonial
Maestro Kuthumi - Filantropía


El nombre espiritual del Maestro Jesús es Ieshu ben Iosef, así como el de Juan Zebedeo es Johnakan Ur-el, y está actualmente en el mismo plano de vibración que su Maestro.

Cabe aclarar aquí que estando la persona encarnada, sus actos positivos o negativos pueden incidir para que su thetán, es decir, su parte espiritual que queda en su plano, “empalidezca” o “brille” más en su esencia.

La parte terrenal puede contagiarle soberbia, ansias de poder, etc. y si la persona realiza actos que rocen la crueldad extrema, su thetán puede descender de nivel al ser menos sutil su vibración.

En este caso el karma que genera esa persona es tan grande que ya no puede ser revertido ni transmutado en esa vida.

Mil años después que Jesús reemplazó al eloah Jehová como Logos Planetario, el Maestro del Amor asciende a la 5ª vibración y es nombrado Logos Solar, mientras que El Cristo pasa a ser el nuevo Logos Dimensional en lugar de Abraxas.

El sendero espiritual de la Galaxia también es modificado y la Energía Búddhica es nominada Logos Galáctico.


JERARQUÍAS SOLAR Y PLANETARIA

Supervisadas por
EL CRISTO (Logos Dimensional)
y El BUDDHA (Logos Galáctico)

LOGOS SOLAR
Maestro Jesús - Amor-Sabiduría

LOGOS PLANETARIO
Sanat Kumara - Conocimiento

7 ESPÍRITUS MAESTROS
5ª iniciación jerárquica
Siddharta Gautama - Iluminación-Equilibrio
Maestro Confucio - Servicio-Instrucción
Maestro Lao Tse - Voluntad-Perseverancia
Johnakan Ur-el - Devoción-Idealismo
Maestro Hilarión - Investigación espiritual
Maestro Serapis - Investigación angélica
Maestro Djwal Khul - Dedicación-Sanación

2 ESPÍRITUS MAESTROS COMPLEMENTARIOS
Maestro Saint Germain - Magia ritual y ceremonial
Maestro Kuthumi - Filantropía


Sanat Kumara es denominado Logos de la Tierra, bajo la dirección del Maestro Jesús, el Logos Solar. Se cree que Kumara había sido Logos del planeta Venus y llegó al nuestro descendiendo en la misteriosa ciudad de Shamballa, situada al norte del actual Tibet.

Fundó la civilización de Lemuria y, cuando ésta desapareció, Sanat Kumara quedó como guía espiritual del planeta y controlaba la evolución de la raza humana.

Tuvo tres grandes lugartenientes: Sanaka, Sanándana y Sanátana, de altísimo nivel espiritual.

La virtud de Sanat Kumara es el Conocimiento. En la época actual, el nuevo Logos Planetario es Siddharta Gautama, cuyas virtudes son Iluminación y Equilibrio.


JERARQUÍAS SOLAR Y PLANETARIA
(COMPOSICIÓN ACTUAL)

Supervisadas por
El CRISTO (Logos dimensional)
y EL BUDDHA (Logos Galáctico)

LOGOS SOLAR
Maestro Jesús - Amor-Sabiduría

LOGOS PLANETARIO
Siddharta Gautama -Iluminación-Equilibrio

7 ESPÍRITUS MAESTROS
5ª iniciación jerárquica
Maestro Confucio - Servicio-Instrucción
Maestro Lao Tsé - Voluntad-Perseverancia
Johnakan Ur-el (Juan Zebedeo) - Devoción-Idealismo
Maestro Djwal Khul - Dedicación-Sanación
Sanat Kumara - Conocimiento
Maestro Hilarión - Investigación espiritual
Maestro Serapis - Investigación angélica

2 ESPÍRITUS MAESTROS COMPLEMENTARIOS
Maestro Saint Germain - Magia ritual y ceremonial
Maestro Kuthumi - Filantropía
Última edición por Evil_Khalid el Mié Abr 14, 2004 1:08 am, editado 1 vez en total
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El Cielo Responde I

Notapor Evil_Khalid » Lun Abr 05, 2004 9:01 pm

V
LOS MAESTROS ASCENDIDOS


Hubo espíritus que, al encarnar, se destacaron por su Misericordia y sobresalieron por el Gran Servicio que brindaron a la Humanidad.
Al desencarnar, su “propio brillo espiritual” los elevó a un plano superior de Luz. Son los llamados Maestros Ascendidos.

Uno de los más conocidos es el Maestro Saint Germain, quien fuera hasta poco tiempo el guardián de la Llama Violeta, distinción que había heredado de la excelsa Kwannón, hasta que Johnakan Ur-el, el alma gemela de Jesús, fue nominado el nuevo director del Séptimo Rayo.

La Llama Violeta representa el Orden ceremonial y la Magia ritual. Tiene el poder de transmutar el karma, por eso se la conoce también como La Llama de la Transmutación.

El Maestro Saint Germain tuvo varias encarnaciones anteriores: Hiram Abiff, Lázaro, San Albano, Francis Bacon, Roger Bacon, Christian Rosenkreutz y el conde Saint Germain, hijo del príncipe Rakoczy de Transilvania. Su virtud es la Magia ritual y ceremonial.

Otro de los Maestros Ascendidos es Jonhakan Ur-el, quien antes encarnó como Ananda, primo de Siddharta Gautama.

En esa encarnación es destacable su rol, sirviendo muchas veces de apoyo al Iluminado y, cuando éste deja su cuerpo físico, los discípulos se preguntan quién va a ocupar su lugar. Ananda responde con otra pregunta:

--“¿Hay alguno entre ustedes de igual estatura espiritual que quiera ocupar el vacío que dejó Siddharta?”.

Como no obtiene respuesta, continúa diciendo:

--“Sugiero que sigamos las enseñanzas que nos dejó... y su ejemplo de vida. Los preceptos de Siddharta serán desde ahora nuestra guía”.
Johankan Ur-el encarnó casi 500 años más tarde como Juan Zebedeo, el discípulo amado de Jesús.

Nadie mejor que Juan para comprender a su Maestro. Su soledad, cuando los propios apóstoles no entienden su Mensaje. Su tristeza, al ver que los hombres no le permiten mitigar sus sufrimientos. Su dolor, al comprobar que la traición está entre sus filas. Su fuerza, al vencer el ego que quiere dominarlo. Su miedo, cuando se apodera de él la parte humana. Su Amor, que Juan también siente por resonancia espiritual.

Jonhakan Ur-el dio testimonio de todo eso. Fue director del Sexto Rayo Oro Rubí, hasta que fue reemplazado por el Maestro Sankara.

A su vez, Johnakan Ur-el se hizo cargo de la Llama Violeta. Su virtud es la Devoción y el Idealismo. Actualmente está encarnado y su misión es difundir El Evangelio del Tercer Milenio, que no cambia ninguna Palabra de Las Sagradas Escrituras, sino que mejora los mensajes.

Ahora quiero referirme a El Morya, anterior director del Primer Rayo, que había heredado del eloah Jehová. El Maestro El Morya es el jerarca del Templo de La Buena Voluntad y en vidas pasadas fue el poeta Sir Thomas Moore.

Aunque el Primer Rayo actualmente no está en vigencia, El Morya delegó la llama Azul zafiro del Poder y la Voluntad en el Maestro Kuthumi. La virtud de El Morya es la Inspiración.

Otro de los Maestros Ascendidos es el filósofo budista Nagarjuna, quien desarrolló el concepto de shunyata, “vacuidad” o “vacío”. Está considerado una de las quince figuras filosóficas más grandes del mundo.

El “vacío” es el conocimiento absoluto, que no utiliza conceptos por estar más allá de toda discriminación.

Nagarjuna vivió en la India meridional en el siglo II d.C.

El Maestro enseñaba con el siguiente ejemplo: El fuego no arde si no se enciende la leña, de manera que necesita de la misma para existir. Por otro lado, la leña no podría llamarse leña si no existiese el fuego, puesto que sin él solo se caracterizaría como trozos comunes de madera. A la conclusión que llega Nagarjuna es que no puede decirse que el fuego y la leña posean una existencia independiente el uno de la otra. Pero al mismo tiempo no puede afirmarse tampoco que no existan en absoluto.

¿Cuál es la respuesta? Que ambos existen en el estado de “vacuidad” y se aguardan recíprocamente para cobrar existencia real.

Para reforzar el concepto, transcribo la siguiente parábola del filósofo chino Chuang Tse (Siglo IV a.C.): Si vamos navegando por una corriente y observamos que, en sentido contrario se acerca una embarcación en rumbo de colisión con la nuestra, primero le advertiremos al timonel de esa nave; luego, si aparentemente no nos ha oído, hablaríamos en voz más alta para que desvíe su rumbo.

Si así y todo no nos escucha, podremos incluso perder el control y gritarle a viva voz, reprochándole la imprudencia en vista del prejuicio que nos puede ocasionar el inminente choque.

Imaginemos ahora la misma situación inicial, pero que la embarcación que viene a nuestro encuentro está a la deriva, sin tripulante. ¿A quién le advertiríamos? ¿Contra quién descargaríamos nuestra ira?

¿Qué enseñanza nos deja esta parábola? Meditemos: Si se navegara “vacío” por la corriente de la vida, sin un “Yo” dentro del vehículo, no habría causa ni efecto del sufrimiento.

La implementación de la “vacuidad” tiene como objetivo eliminar el sufrimiento que trae el apego a un “yo”.

Sin la influencia de Nagarjuna, el Budismo hubiera quedado relegado nada más que a los monjes encerrados en un monasterio, los que solo buscaban su propio progreso espiritual.

El gran filósofo Nagarjuna dijo que la verdadera espiritualidad era “sacrificar la propia iluminación” para ayudar al progreso de los demás mediante la predicación y guía. La virtud de Nagarjuna es la Reflexión.

Uno de los excelsos Maestros es Lao Tsé, filósofo chino, fundador del Taoísmo, cuyas enseñanzas se hallan en su obra “Tao te King”. Tuvo algunas diferencias conceptuales con otro Gran Maestro: Confucio, cuyo verdadero nombre era K’ung fu Tus y que escribió, entre otras, dos obras casi fundamentales para la posteridad: El I-ching o Libro de las Mutaciones y Los Diálogos, que son en su mayoría conversaciones con sus discípulos y refleja sus pensamientos.

Cabe destacar del I-ching el primero de los 64 hexagramas: Ch’ien / Lo creativo. El signo se compone de 6 trazos no partidos, los cuales corresponden a la energía primaria, espiritual y activa. Como al signo no lo afecta ninguna de las debilidades mundanas, es, en sí mismo, la fuerza interior.

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Ch’ien / Lo creativo


“Lo Creativo, con voluntad y perseverancia, consigue el éxito del espíritu. La Elevación del Ser es tan importante que su meta principal es el Servicio. Lo Creativo es el Inicio, a lo cual todas las cosas deben su comienzo.

Lo Creativo es la Virtud que abarca todo el Universo. Es una fuerza espiritual que logra que el hombre se haga fuerte e infatigable. La vía de Lo Creativo obra mediante la modificación y la transformación, a fin de que cada cosa adquiera su recta naturaleza y su recto designio, y así lograr duradera concordancia con la Gran Armonía. He aquí lo Propicio y lo Perseverante.

Transferidas al terreno humano, estas cualidades muestran al gran hombre en camino hacia el gran éxito.

Como sendero hacia el logro, aparece aquí el reconocimiento y la realización del sentido del Universo que, en cuanto ley perenne y, a través de fines y comienzos, origina todos los fenómenos condicionados por el tiempo.

De este modo, toda etapa alcanzada se convierte a la vez en preparatoria para la siguiente, y así el tiempo ya no constituye un obstáculo, sino el medio para la realización de lo posible”.

La forma de pensar de ambos Maestros era distinta, aunque los dos buscaban el camino espiritual.

Lao Tsé despreciaba los valores terrenos y se alejaba de la sociedad, en busca de valores más puros y absolutos.

Confucio, por el contrario, no huía de la gente y se acercaba a los poderosos con la finalidad de poder cambiar el pensamiento de su entorno y así proporcionar bienestar al pueblo.

Cuando se encontraron los dos Maestros, Lao Tsé le dijo a Confucio:

—Deja esa vida de vanidad y las ambiciones excesivas, pues eso no es beneficioso para ti.

Pero Confucio quería el poder para propiciar su justa doctrina. Se preocupó por la alimentación de los niños que sufrían pobreza extrema, estableció claras normas sociales, mas nunca descuidó los ritos y ceremonias religiosas.

Lao Tsé llegó a eludir los problemas del pueblo, pues pensaba que la corrompida situación social ya no podía mejorar. Incluso le advirtió a

Confucio:

—Aunque hables con verdad, no se te ocurra criticar a los poderosos, pues te pondrás en peligro. Guárdate de señalar los defectos de los corruptos.

Pero Confucio no cejó en su intención. Él seguía creyendo en los valores positivos del mundo visible.

Le comentó a su discípulo Tzu-lu:

—Si huyo de la compañía de los hombres... ¿con quién podría vivir?
Confucio no quiso fundar ninguna religión, sólo reordenar una sociedad y conducirla al sendero de los sanos principios.
Lao Tsé descreía de los valores morales y llegó a pregonar que cada uno debía buscar por sí mismo el camino de la humildad, dejando de lado la ostentación y los deseos personales.

Confucio y Lao Tsé fueron dos personalidades que buscaron el camino de la Luz con métodos distintos. Las virtudes de Lao Tsé son la Voluntad y la Perseverancia. Las virtudes de Confucio son el Servicio y la Instrucción.
Aparte, el Maestro Confucio heredó del Cristo el Segundo Rayo Amarillo Oro, que representa Amor y Sabiduría, las mismas virtudes que le inculcó al Maestro Jesús.

Más tarde, Confucio delegó el Segundo Rayo en Kuthumi, quien cuando se hizo cargo de la Llama Azul Zafiro, dejó como nuevo director del Rayo Amarillo Oro al Maestro Djwal Khul, conocido como El Tibetano.

Es de destacar la Maestra Ascendida Kwan Yin o Kwannón, conocida también como Avalokitesvara. Fue considerada un Bodhisattva, palabra que significa “aquel que renuncia a su Santidad en pos del Amor y la Benevolencia Universal”.

La virtud de Kwannón es la Misericordia y fue la primera directora del Séptimo Rayo Violeta.

La Maestra Ascendida Lady Rowena es la actual directora de la Llama Rosa. El Tercer Rayo representa la Inteligencia Activa y el Amor que sustenta al Universo físico y en una época estuvo dirigido por el Maestro Ascendido El Veneciano, quien en su última encarnación fue el pintor Paolo Caliari, un gran colorista que, entre otras obras, pintó Las bodas de Caná y Cena de Jesús en casa de Leví.

Cuando El Veneciano ascendió de plano de vibración, el cargo que dejó fue confiado a la Maestra Ascendida Lady Rowena, quien hasta hoy lo sigue ejerciendo.

Lady Rowena enseñó que el Amor libera al ser humano, porque le da la facultad de perdonar, dejándolo libre de odios y resentimientos. El odio impide el crecimiento espiritual y retarda la ascensión a la Luz. El Amor acerca a Dios, pues logra que cada persona se preocupe por sus semejantes.

La virtud de Lady Rowena es la Caridad.
Un ser espiritual para destacar es la figura de Kether que, según la cábala, es el primer Sephirah, la más elevada de las emanaciones divinas.
Kether tuvo su última encarnación én Aní, el 4º planeta de la estrella 47 Ursae Majoris, a 35 años luz de nuestro sistema solar. Allí fue nombrado El Anciano de las Rotaciones. En la Tierra se conoce a Kether como El Anciano de los Días.

Los habitantes de Aní tienen un promedio de vida de 120 rotaciones planetarias (240 años terrestres). En ese mundo denominan Anciano al que posee un cargo honorífico y no a una persona de avanzada edad. Se puede ser Anciano a las 30 rotaciones si la Asamblea lo aprueba.
Según antiguos escritos, se dice que Kether reencarnó por primera vez en Venus, donde conoció a Sanat Kumara, quien después llegó a ser discípulo suyo.

Esos escritos dicen que Kether estaba nominado para ser el Logos del planeta Venus¸ pero pidió servir a sus nativos en el plano físico y cedió ese privilegio a su aventajado alumno.

Así, Sanat Kumara fue el Logos de Venus. Miles de años después, cuando el planeta Venus estaba cambiando su atmósfera, Kether y Sanat Kumara encarnaron nuevamente en el Lucero del Alba.

Se cuenta que se trasladaron en una nave a nuestro planeta y, mientras Kether buscaba la manera de educar a las tribus salvajes del lugar, Sanat Kumara agrupó a unos seres bastante más evolucionados que habitaban en las montañas y fundó la civilización de Lemuria.

Pasaron miles de años más y encarnaron en La Atlántida, donde Kether intervino en la política de la isla más de una vez para unificar criterios.
Siglos después, Kether encarna por primera vez en Aní y al poco tiempo es nombrado Anciano. Gobierna el planeta y logra la paz del mismo, después de muchas rotaciones de guerras continuas.

Al pasar al plano espiritual, Kether es el nuevo Logos planetario de Aní, mientras que en nuestro mundo, el Logos es Sanat Kumara.

Siguen transcurriendo los siglos y en Aní se produce un cisma religioso. Sangrientas rebeliones tiñen de sangre la tierra de ese mundo. Las altas entidades de Luz deciden que debe encarnar alguien de extrema sabiduría para enfrentar esos problemas y que también sea imparcial en los juicios, para no cometer abusos de autoridad.

Kether volvió a encarnar en Aní nuevamente y es un caso aislado el hecho de que un Logos Planetario vuelva al plano físico.

El riesgo es grande, pues al no tener memoria de reencarnaciones anteriores, no hay una total garantía de éxito en la misión encomendada.
Kether logra encaminar la unión en Aní, logrando evitar que esa grieta espiritual entre los habitantes de ese mundo se agigantara.

Su intervención impidió que se dividieran en forma definitiva los distintos grupos religiosos de Aní y siguió esforzándose en pos de una armonía planetaria, que consiguió casi sobre el final de su ciclo de vida.
La virtud de Kether es la Armonía.

Menciono ahora al Maestro Kuthumi, cuyo verdadero nombre es Koot Hoomi Lal Singh.

Este venerado Maestro fue director del Segundo Rayo, antes de hacerse cargo del Primer Rayo y dejar la Llama Amarillo Oro bajo la dirección del Maestro Djwal Khul.

El Maestro Kuthumi también está considerado un Bodhisattva. Su espíritu y el espíritu del Maestro El Morya también pueden ser vistos como almas gemelas, pues trabajan su Luz interior casi como una unidad, proyectando el Poder del Amor sobre la humanidad encarnada.

Principalmente actúan como inspiradores de los grandes políticos del planeta, aunque muchas veces el ego de éstos es tan grande que poco pueden hacer los dos grandes Maestros para corregir las decisiones equivocadas que puedan tomar esos hombres.

El Maestro Kuthumi también es ayudado en su misión por tres grandes grupos de ángeles, que cooperan con él en niveles mentales, para reforzar la tarea de Amor y de Guía hacia la raza humana, tan contradictoria y con tanto camino por recorrer.
La virtud de Kuthumi es la Filantropía.

“El hombre avanza en la medida que sirve”. Ésta es una frase del Maestro Ascendido Djwal Khul, también conocido como El Tibetano.
Djwal Khul es el actual director del Segundo Rayo, pues ocupó el cargo que dejó Kuthumi, cuando éste, a su vez, fue honrado con la dirección de La Llama Azul Zafiro.

Se comenta que en vidas anteriores este venerado Maestro fue Aryasangha, fundador de la primera escuela Yogachara, que significa “El camino del yoga”.

Yogachara es una escuela de filosofía del budismo Mahayana, una línea espiritual que beneficia a todos los seres conscientes.

Se dice también que el Maestro Djwal Khul ha dictado gran parte de la obra esotérica La Doctrina Secreta a H. P. Blavatsky y, asimismo, la mayoría de las obras escritas por Alice A. Bailey.

Las virtudes de Djwal Khul son la Dedicación y la Sanación.
Ahora me voy a referir al Maestro Ascendido Serapis Bey, director del Cuarto Rayo Blanco, que representa la Armonía, la Belleza y el Arte.

En una vida anterior encarnó en Grecia, pero como su actividad se desarrolló en su mayor parte en Egipto, se conoce a Serapis como El Egipcio.

En el plano espiritual, este Maestro inspira a todos los que se dedican al arte en general. Ayuda en ideas a quienes componen música, a los pintores y artistas plásticos, y a los que se inician en la literatura.
Serapis Bey también utiliza parte de su tiempo en descorrer el velo del mundo angélico.

Este Maestro de la evolución artística también pone mucho énfasis en la armonía espiritual de todos los seres encarnados.
La virtud de Serapis Bey es la Investigación Angélica.

Otro de los Maestros Ascendidos es Hilarión, director de la Llama Verde, el Quinto Rayo, que representa Conocimiento Concreto y Ciencia.

El Maestro Hilarión llegó a formar un grupo de investigadores psíquicos e inició posteriormente el movimiento espiritista, dedicando parte de su vida terrenal al conocimiento del mundo espiritual.

Escribió un libro llamado Luz en el Sendero, un tratado ocultista que ayudó a desarrollar la intuición de quienes lo consultaron.
Cuando Hilarión desencarnó siguió trabajando con entidades dévicas en el plano astral para que aquellos que buscasen el camino de la Luz no tuvieran el lastre del apego material.

En un mensaje telepático, el Maestro Hilarión comunica que si una persona busca en la parte espiritual la felicidad, debe entender primero el poder que proporciona el don de la meditación y el esfuerzo que significa no prestar atención al mundo de las apariencias, observando sólo la Presencia del Absoluto en el interior de cada semejante.

De esa manera, la Presencia Divina sería captada en cada célula del que busca esa Luz, dándole así con plenitud toda la felicidad que ese ser pueda desear.

Se cree que en una vida anterior, el Maestro Hilarión fue Saulo de Tarso.
Su virtud es la Investigación Espiritual.

El Maestro Ascendido Sankara es el actual director del Sexto Rayo Oro Rubí, que representa la Devoción y el Idealismo. Reemplazó en el puesto a Johnakan Ur-el, quien se hizo cargo del Séptimo Rayo.
Antes de Johnakan, la entidad que dirigía el Sexto Rayo era la Maestra Ascendida Lady Nada, quien enseñó que la Llama Oro Rubí es la que trae la Paz, el Suministro y la Gracia.

El Maestro Sankara fue un reformador religioso de la India. Gran filósofo y maestro de la Vedanta, se especializó en la doctrina monista Advaita.
Siempre salió en defensa de aquellas escuelas que negaban la identidad de los seres, pues él pensaba que únicamente un Principio esencial (Brahaman) tiene existencia y que toda la manifestación fenoménica es sólo una ilusión.

Sankara escribió comentarios a los Upanishads, los tratados que integran el tercer y último grupo de escrituras de la revelación védica.
Los Upanishads hurgan el contenido teológico de esa revelación y no son un conjunto homogéneo, ya que poseen una mezcla de himnos, citas y aforismos.

El Maestro Sankara profundizó en las raíces de la Vedanta, pues no la tomó sólo como una doctrina ortodoxa hindú, sino como un sistema filosófico. Buscó en la rama Advaita, que solo ve el Uno bajo las formas ilusorias.

Sankara afirmaba que el Yo Superior del hombre buscaba la identificación con la Divinidad, para poder trascender en el mundo real.
La virtud del Maestro Sankara es la Investigación Filosófica.
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Notapor Evil_Khalid » Lun Abr 05, 2004 9:11 pm

VI
LAS ENERGÍAS DIVINAS


Hay diversos tipos de energías que habitan los distintos modelos de universos creados por El Absoluto. Una es la Energía Crística, que representa La Redención. Otra es la Energía Búddhica, que indica La Elevación.

El rol de las Energías Divinas es ubicar a aquellos espíritus Maestros que estén encarnados en Misión y seguir su evolución en el plano físico para, cuando se hallen preparados, contactarlos y ampliar aún más su campo de conciencia. De esa manera, el espíritu Maestro alcanza en instantes la Iluminación interior y, al integrar totalmente el resto de ego que le pudiera quedar, ya no tendría ningún lastre para realizar su Misión en el plano físico.

Hay otras Energías de Luz Divina. Una de ellas es Fohat, energía al mismo nivel de la Crística y la Búddhica. Otra energía similar a Fohat es Prana.
Hay una energía que se relaciona directamente con los seres vivientes y es la que llamamos Kundalini. Kundalini es la energía cósmica vital de cada ser encarnado.

La energía Kundalini es absorbida por unas enzimas llamadas ATPasa, que transforman la misma en reacciones químicas que producen el ATP, sustancia que almacena y transporta esa energía para el buen funcionamiento de todos los organismos vivos.

Según el Tantra , la energía Kundalini se encuentra situada en el chakra base o Muladhara. Se considera que está latente y solo se despierta cuando la energía sexual se conecta con lo Divino, donde las limitaciones dejan paso a una unión de amor.

En su parte encarnada, los seres humanos tienen 24 grupos energéticos distintos y, debido a eso, algunas personas absorben en forma inconsciente la energía de otras, causándoles un pronunciado bajón energético.

Otras de las entidades de Luz al nivel de Fohat y Prana son los Lípikas.

Estas entidades no son Energía Divina, sino Espíritus de Luz que guardan los registros kármicos en los archivos akáshicos.

Estos anales son custodiados por El Cristo, el actual Logos Dimensional.

Los Logos Dimensionales son las únicas energías que pueden pasar a cada uno de los 22 universos paralelos que conforman la creación.

Ahora vamos a hablar de ciertas Energías que tienen un rol negativo preponderante: las Energías Lúdicas.

Todos decimos que los verdaderos conocimientos en los temas esotéricos son conocidos solamente por unos pocos en profundidad.

Sabemos que existen los diversos planos espirituales y hay un plano angélico por encima de ellos aunque, en realidad, el plano 6 está al mismo nivel que el plano 5, pero con otra resonancia.

Sabemos también que sobre los planos de Luz moran las Energías Divinas, en el plano 7º. Pocos son los que saben su función específica. Es cierto que pueden ser Logos, tanto planetarios como estelares, galácticos o dimensionales, de acuerdo a lo resuelto por otra Energía de un nivel más elevado llamada La Esencia.

La Esencia es la que decide qué Energía Divina ocupa tal o cual puesto, ya que ello es un tema muy delicado. La Energía Divina que se ocupa de regir a nuestra galaxia Vía Láctea es la Energía Búdhica, también llamada El Buda. La Energía que rige nuestra Dimensión es El Cristo, a mi criterio la de más Amor después del Absoluto.

La Esencia es una Energía que está por encima de los Elohims o dioses menores. A los fines prácticos podemos ubicarla en el plano 9º.
No es una Energía Creadora como los Elohims, pero da directivas (v.gr., nombra Logos de esto o de aquello a las distintas entidades).

Dejando un poco a La Esencia y volviendo a las Energías Divinas, así como éstas también tienen la función de "canalizar" su Luz a los Maestros del desapego, tal como Cristo hizo con Jesús o como Buda, con Siddartha, también hay otras Energías de muy bajo nivel que "alimentan el ego" a los Espíritus del error. Éstas son las Energías Lúdicas.

Las Energías Lúdicas invaden a los espíritus débiles y, en forma de tentaciones en su cuerpo de deseos, les canalizan todo tipo de negatividades: debilidad por el juego de azar (lo lúdico), formación de la vanidad, el deleite por figurar, fortalecimiento del ego, crecimiento del rencor (buscar a quién echarle la culpa por todos los fracasos y/o sufrimientos), sentimientos de culpa (ideal para anular a aquellos que quieren crecer), sentimientos encontrados (los indecisos son campo fértil), deseos de venganza (un paso más adelante del crecimiento del rencor) y, por sobre todas las cosas, formación continua de engramas, para que ese espíritu sea cada vez presa más fácil del Mal.

Así como los Maestros de Luz crecen hasta estar preparados para recibir determinada Energía Divina, los Espíritus del error se deterioran internamente y la Energía Lúdica toma posesión de ellos.

Una aclaración: Dios da libre albedrío. Por lo tanto, lo de "tomar posesión" es siempre con el consentimiento consciente o inconsciente del espíritu.

¿En qué plano moran las energías lúdicas? En los planos negativos -2, -1. En el plano físico 1 y en los planos del error 2 y 3, acechando ocultas en el mundo espiritual, buscando la presa...

Pido disculpas si suena muy crudo, pues parece que hablara de un carnívoro terrestre.

Nadie está exento de ser tentado por una Energía Lúdica y, aunque no tienen poder en los planos de Luz, pues los espíritus Maestros se envuelven en Amor, un inexpugnable escudo para las vibraciones negativas, nunca nos olvidemos que hay seres de Luz encarnados... y estas Energías sí tienen poder en el plano físico, donde los espíritus Maestros no poseen memoria reencarnativa. Ustedes saquen sus propias conclusiones de lo que quiero decir.

El camino que lleva a la Luz es, figurativamente hablando, un camino angosto y pedregoso. Y hay tres categorías de entidades que perturban ese camino:

1) Los demonios, que en realidad cumplen una función, pues su palo en la rueda es para que el espíritu aprenda a superar los escollos.
2) Los espíritus del error que, por su propio ego, intentan arrastrar a los demás espíritus "hacia abajo".
3) Las Energías Lúdicas, que se aprovechan de la debilidad de estos espíritus para "voltearlos" del todo.

En cuanto a los planos de oscuridad de los demonios, son 14 y se entrecruzan con los planos espirituales, interactuando.

O sea, los ciclos de oscuridad interfieren en todos los planos, desde el más denso hasta el más sutil.
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Notapor Evil_Khalid » Lun Abr 05, 2004 9:15 pm

VII
EL MUNDO ANGÉLICO


Es importante aclarar que los ángeles no son espíritus. Son entidades de Luz que moran en el 6º plano de vibración supraenergética y cumplen distintas funciones, siempre para servicio del ser humano.

No sólo son mensajeros divinos, como el amado Arcángel Gabriel. También hay ángeles protectores que tratan de evitar accidentes u otras desgracias, salvo que la persona tuviera que vivir determinado incidente por karmas pendientes.

Los ángeles actúan tanto en el nivel material como en los niveles espirituales donde hagan falta. Su vibración tan elevada está en concordancia con su amor, por eso los ángeles se abstienen de emitir juicios... y gozan haciendo servicio.

Los seres encarnados visualizan a los ángeles proyectando sobre ellos las características humanas. Ven la imagen angélica de acuerdo a sus necesidades.

La persona protectora puede ver a un bebé con alitas. Aquel que se refugia en la soledad, quizás vea a un ángel con figura humana adulta y, aunque los ángeles no tienen sexo, pueden llegar a visualizar a una mujer o a un varón, según las expectativas del subconsciente.

La verdadera imagen angélica no tiene nada que ver con un ser antropomórfico sino con una luz.

Aquel que tenga el don de la mediumnidad vidente, podrá visualizar un trazo de luz, una línea o un punto brillante, generalmente en tonos blancuzcos. Entonces sabrá que estará viendo un ángel. Pero la mayoría de los seres humanos, debido a conceptos preestablecidos, sólo ven a los ángeles con las formas ya conocidas.

Algunos estudiosos describen a los ángeles como pulsaciones lumínicas, pero no de la luz visible que todos conocen, sino de una luz que surca el universo supraenergético y mora en el 6º nivel de vibración espiritual.

De los que están en contacto con el ser humano hay cuatro que son más conocidos: los arcángeles serafines Gabriel, Miguel, Rafael y Uriel.

Existe una jerarquía angelical que está formada por nueve cualidades: Serafines, Querubines, Tronos, Dominaciones, Potencias, Virtudes, Principados, Arcángeles y Ángeles.

Cada cualidad está conducida por un Príncipe, al cual acompañan ocho ángeles.

El Príncipe de los Serafines es Metatrón, que en hebreo significa “Rey de los Ángeles”.

Otra traducción sería “El que ocupa el trono vecino al trono de Dios”. Su energía es tan sutil que roza la energía de los elohim o dioses menores. Aún estando en el 6º nivel de vibración supraenergética, tiene el don de comunicarse en forma periódica con las Energías Divinas del 7º nivel.
Dirige con amor a la mayoría de los seres espirituales, siempre en beneficio de todos los espíritus en evolución.

Muchos investigadores lo confunden con Kether, el Primer Sephirah.

El príncipe de los Querubines es Raziel, que en hebreo significa “Secreto de Dios”.

Esta entidad de amor orienta espiritualmente a todas las criaturas que se sienten desamparadas.

El príncipe de los Tronos es Tsaphkiel, que en hebreo quiere decir “Ángel de la noche”. Otra denominación es Auriel.

Éste ángel ayuda a los seres encarnados a encontrar su camino espiritual.
El príncipe de las Dominaciones es Tsadkiel, del hebreo “Fuego de Dios”.
Su función es ayudar a aquellos seres que se encuentran faltos de ánimo para emprender una tarea altruista.

También se lo conoce como Uriel, el Arcángel de la Salvación. Fue quien condujo a Téraj, a su hijo Abraham y a su nuera Saray fuera de la ciudad de Ur, hacia Jarán, en Canaán.

Uriel se ocupa de ayudar a las personas a organizar su vida, tanto laboral como afectiva.

El príncipe de las potencias es Camal, que en el idioma hebreo es “Socorro y fuerza de Dios”. Influencia en los espíritus en evolución para que, a través de la unión con otros seres, encuentren la fuerza para salir adelante.

El Príncipe de las Virtudes es Raphael, o sea, “El Ángel que Cura”. También se escribe Rafael. Está a cargo de remediar los males espirituales, armonizando con su amor a cada ser que se sienta abatido.

En el Libro de Tobías se lo describe como un ángel misericordioso, que cura a Tobit, padre de Tobías; libera a Sarra del influjo maléfico de Asmodeo, un espíritu del error, y la entrega como mujer al joven Tobías, de quien es fiel compañero de viaje en la ruta a Ragués de Media.
Rafael actúa también sobre los problemas psicosomáticos.

El príncipe de los Principados es Haniel, que en hebreo quiere decir “Gloria o gracia de Dios”.

Este ángel trata de orientar a todos los espíritus del error. También apuntala en la parte afectiva a los seres encarnados en el plano físico.

El príncipe de los Arcángeles es Miguel, del hebreo Micael, que significa “Quién es como Dios”.

Cuando la evolución espiritual recién comenzaba, este ángel era el paladín en la lucha contra el mal. Actualmente, es el arcángel de la Paz.

Al invocarlo, se le pide que trabaje por la armonía y la confraternidad entre todos los seres encarnados.

Algunos estudiosos de la Cábala lo llegaron a confundir con Metatrón.

El príncipe de los Ángeles es Gabriel, del hebreo Gebher y su traducción es “La humanidad de Dios”.

Su misión es recordarle a todos los seres vivos que El Padre los ama y que jamás van a estar desamparados.

Cuando se lo invoca se le debe pedir por la unión de todos los hombres y que equilibre las emociones de aquellos que son muy impulsivos.

Los mahometanos sostienen que Gabriel le dictó el Corán a Mahoma. En la Biblia está escrito que el amado Gabriel le anunció a María el nacimiento del Maestro Jesús.

Hay que destacar la labor de Rehael, el Séptimo Ángel de las Potencias. Su tarea es proteger a los seres encarnados que están en Misión, de todas las influencias negativas que entorpezcan dicha misión, sea de sanación espiritual o de difusión de la Palabra Divina.

Al hablar de las entidades angélicas es de suma importancia destacar el rol de Luzbel, cuyo nombre significa “Portador de la Luz”.

Tiene un papel preponderante en la evolución espiritual de los seres encarnados, puesto que el Absoluto lo eligió para tentar al ser humano y así fortalecer su resolución espiritual.

Lo acompañaron 72 ángeles voluntarios, a los que se les borró la memoria por Misericordia Divina y de esa manera fue como se formaron los llamados Demonios.

Luzbel mantuvo su memoria intacta y fue viendo a través de los milenios cómo los hombres sucumbían a las tentaciones, haciendo casi infinito su sufrimiento. Pero lo soportaba por su incondicional amor a Dios.
Luzbel es conocido como Lucifer, el Príncipe de los demonios.

La tradición dejó de verlo como lo que en realidad es, una entidad de Luz que ayuda a crecer espiritualmente al ser encarnado, para considerarlo como un ser maligno que corrompe el espíritu.

Hay que tener una gran fortaleza interior para vencer a las tentaciones y sobreponerse al lastre del ego. El Maestro Jesús salió airoso de la prueba y Luzbel vivió una gran satisfacción por ello, aunque a muchos todavía les cueste entender esa emoción.

El Absoluto es La Sabiduría y no todos los seres pueden llegar a entender Su discernimiento.

Uno de los ángeles más importantes y que muy pocos tienen en cuenta es el Ángel de la Tierra. Así como la Tierra tiene un Logos Planetario, también tiene un Ángel que la protege, junto con todos los seres que la habitan.

Es como un Ángel de la Guarda, pero a nivel planetario. Su nombre es Geanel y está en la cualidad de los Tronos.
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Notapor Evil_Khalid » Lun Abr 05, 2004 9:26 pm

VIII
EL MUNDO FÍSICO


El plano más denso de vibración energética es el plano 1, conocido como el mundo físico.

Hay dos planos espirituales por debajo del plano material: el -1 y el -2, pero por una “jugarreta dimensional” son invisibles para el ser encarnado, aunque no por ello más sutiles.

Ya fue dicho que hay espíritus tan rebeldes y otros tan opuestos al plan de evolución que acrecientan su ego y “empalidecen” tanto que llegan a pasar por alto una nueva encarnación y descienden a alguno de esos planos negativos de vibración.

El plano físico es el universo visible, donde los seres encarnados vienen a evolucionar, sea mediante el sufrimiento o por medio del Servicio.

Se puede encarnar para revertir determinado karma o por una misión determinada.

No es ninguna garantía el haber sido en una vida anterior una persona altruista o de elevada moral, pues al no guardar en el presente la memoria de esa encarnación, se pueden cometer mil errores de comportamiento y contraer más karma en lugar de revertir los anteriores.

¿Qué es un karma? ¿Una Ley de Causa y Efecto? ¿Una culpa a pagar? ¿Una lección a aprender?

Un espíritu encarnado puede arrastrar uno o varios karmas. Éstos son las barreras que el hombre deberá afrontar a lo largo de la vida.

Partamos de la base de que todos los seres humanos viven más de una vida. Vuelven a nacer tantas veces como cosas deban aprender.

Son situaciones en las que se han equivocado en vidas anteriores y, en la actualidad, tienen así la obligación de adquirir el conocimiento necesario para no volver a errar.

En realidad no se debe tomar el karma como una culpa a pagar, sino como una enseñanza que la vida da al espíritu que vino a evolucionar.

Esta lección a aprender se llama karma, es decir, son los errores que el hombre cometió en otra vida, las obligaciones que eludió por cierta debilidad o negligencia, y ahora el destino, mediante situaciones forzadas, le hace saldar esa deuda y cancelar el efecto desafortunado de la misma.

Y a su vez, aprender las lecciones que pueden llevarlo a ganar las experiencias necesarias para derribar esas barreras que le obstaculizan el triunfo.

Por eso el hombre debe tomar el karma como una nueva oportunidad que, a través de distintos obstáculos, le permite remontar ese “debe”.

Porque es necesario saber que quienes cometieron distintas transgresiones y abusaron de las leyes naturales en vidas pasadas, deberán pagar el precio hasta equilibrar la deuda kármica. No con castigos, pero sí asimilando conocimientos a través de diversos actos de abnegación.

Esta Ley de Causa y Efecto es absoluta, infalible y eterna en el plano físico, que es el mundo de la manifestación.

El ser humano crea las causas y el karma ajustará los efectos para restablecer el equilibrio.

Es importante saber que todo acontecimiento siempre ocurre como consecuencia de otro anterior, pues existe estrecha relación entre lo que ha sucedido y lo que sucederá.

Es necesario aclarar, sin embargo, que la ética del bien y del mal no debe aplicarse al concepto que el hombre tiene del karma, como si el mismo fuera el resultado de sus actos buenos o malos. La ley karmica tiene por objeto hacer crecer al ser humano en la parte espiritual a lo largo de múltiples vidas para llegar a comprender las Verdades Esenciales del Universo.

Si cada espíritu ha encarnado repetidas veces, fue para aprender que no es el individuo y sus pasiones lo que realmente importa. El hombre no vuelve a nacer porque ha sido perverso, pues el karma no es un castigo.

En realidad, nace de nuevo como quien repite un curso. Tampoco se debe creer que el ser humano rompe la rueda de las reencarnaciones porque fue bueno. El karma no es un premio a la mejor conducta. Si no vuelve a encarnar es porque su espíritu ya no tiene apetencias puramente materiales ni lo sacude el sentimiento de la envidia (y el sufrimiento que la misma engendra).

El concepto del karma se entiende al aprender que todo lo que haga el hombre con amor será para avanzar cada día más en el camino espiritual, y cuanto más avance, más obligaciones va a tener con su conciencia.

Lo importante será que acepte esas obligaciones como una bonificación, no como una carga.

En ese avance espiritual la voluntad es el punto de partida, el servicio es el camino, el amor es el empuje y Dios es la meta. Por eso, vencer el karma es alcanzar a Dios, no simplemente ganar la inmortalidad espiritual.

Aquel que no sepa qué karma arrastra de vida anteriores, debe comprender que asumiendo una vocación de Servicio, automáticamente tiende a evolucionar espiritualmente y, por añadidura, revierte las mismas.

No es fácil ascender en el camino espiritual, pues el lastre del ego no permite que el ser humano logre con facilidad ese cometido.

Cuando un ser humano sirve a otros sin esperar compensación alguna, es porque ya aprendió la lección del desapego y no tiene más karma negativo en su contra.

Si la persona tiene la fortuna de encontrar en su interior a su Yo Superior, estará conectado con las fuerzas espirituales de la Luz y eso le servirá para estar en armonía con su propia realización.

El secreto es no identificarse completamente con ninguna tradición. El ser humano debe saber que Espiritualidad no quiere decir Religión, pues el camino espiritual son las vivencias que tiene para encontrar su Yo interior, mientras que el sendero religioso puede llegar a abarcar las estructuras sociales: dogmas, instituciones, etc.

El Maestro Ascendido Lord Byron decía con respecto a Dios:
“¿Puede encerrar el hombre a un Dios inmenso en templo oscuro o bóvedas doradas? Tu rico templo es el espacio libre, la tierra, el mar y cuanto el cielo abarca”.

Esas hermosas palabras tienen la misma verdad que pregonaba el

Maestro Jesús a la samaritana en el pozo de Jacob:

—“Créeme, mujer, que llega la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Pues Dios es espíritu y los que lo adoren deberán adorar al Padre en espíritu y en verdad” .

El sendero de la elevación espiritual es “encontrar a Dios” dentro de cada uno; es encontrar la “iluminación” en cada espíritu.

Otro de los lastres para la ascensión hacia la Luz es el campo emocional negativo que rodea a todo ser encarnado.

El ego se nutre del campo emocional negativo, vive de ese campo emocional que lo condiciona. La emoción negativa que tiene el ser humano limita su espiritualidad.

La ira es esa emoción, el odio es esa emoción, el rencor es esa emoción, la envidia es esa emoción. Todo aquello que sepulta el verdadero amor espiritual tiene que ver con la emoción negativa.

Ese tipo de emoción obnubila la razón, da predominio al instinto, anula el pensamiento coherente e incluso llega a crear cierta dependencia en aquellas personas de espíritu débil.

A veces se enseña que esa emoción tiene que ver con el amor (dicen que las personas sumamente emotivas no son personas frías y que saben amar más que otras personas no tan emotivas). Nada más equivocado. El amor no precisa ser alimentado por una emoción que lo condicione, pues
se nutre de la Esencia Divina.

Esa forma de emoción negativa sólo puede alimentar al amor con minúsculas: el amor del “te quiero, te extraño, te necesito, te preciso”... siempre en función de la persona que siente la emoción, nunca en función del otro.

Hay emociones positivas que pueden llevar al ser humano a autorrealizarse: la admiración, la gratitud, la piedad y, por sobre todo, la humildad. Son percepciones que mejoran el campo emocional del ser humano.

Por otra parte, si la persona tiene un problema de salud localizado, debe saber que curando su campo emocional puede llegar a sanar su parte física y psicológica.

Y una persona sin problemas psicosomáticos está más predispuesta a aceptar el hermoso desafío que significa comenzar a caminar el sendero hacia la Luz del Padre.

Claro que hay que tener en cuenta que ese camino, que lleva hacia la evolución espiritual, no es para nada sencillo.

Heredamos del Padre las dos cosas más valiosas que existen: su inmenso Amor y el Libre Albedrío. La complicación aparece porque muchos se aprovechan de esa libertad para causar daño a sus semejantes.

Y no saben que el Universo es un espejo: todo lo que la persona haga, tanto en acto como en pensamiento, retorna a la fuente de origen. O sea, el que siembra mal, cosecha mal. Pero aquel que vive brindándose a sus semejantes y goza haciendo el bien, debe saber que esa Luz vuelve hacia él.

Por otro lado, el ser humano tiene dos protecciones de lujo: un espíritu guía y un ángel de la guarda. Lo van a proteger, no solo contra accidentes físicos, sino también contra sus propias emociones, porque muchas de las enfermedades pueden ser el resultado de bloqueos en la parte física, causados por las emociones.

La clave está en tratar el campo emocional. Es cierto que a veces no se pueden dominar los sentimientos emotivos, pero pueden unirse al aspecto espiritual y al intelectual. De esa manera, el ser humano estará equilibrado y podrá conectarse con su Yo Superior.

Para llegar a esa meta, el “corazón” no deberá atarse a ninguna situación, porque si éste se apega, se perderá la habilidad de ayudar y la emoción volverá a ganar terreno.

La religión, tal como se la enseña actualmente, no tiene mucho que ver con el verdadero camino espiritual. La genuina religión se puede encontrar en el interior de las personas, no en templos que llegan a limitar el sentir de la gente.

La religión mal entendida enseña la ley y no el amor. Los feligreses necesitan que les enseñen el camino hacia la Luz con sensibilidad y eso no lo puede hacer ninguna ley, solo el amor. Los dogmas, las costumbres y las tradiciones realizadas en forma automática intentan suplantar el verdadero camino hacia el Padre. Pero esos dogmas se transforman en enormes trabas para encontrar ese camino e impiden el real crecimiento espiritual.

Las leyes religiosas son dogmas impuestos en forma arbitraria e impiden razonar en libertad. Muchos “guías espirituales” intentan conducir las vidas de sus seguidores y si estos no siguen sus indicaciones al pie de la letra, les transfieren un complejo de culpa, haciéndoles creer que desobedecen a Dios.

Hace dos mil años atrás prácticas semejantes fueron rechazadas por el Maestro Jesús y ahora, muchos de los conductores religiosos, hacen lo mismo que aquellos fariseos.

Jesús enseñó la generosidad y esto fue reemplazado por dogmas estrictamente formales. El Maestro predicó el Servicio y hoy, aquellos que creen representarlo, se comportan como dirigentes y buscan ser servidos. El amor que reconforta se transformó en un dogma que aprisiona el espíritu y no lo deja gozar. El camino espiritual no es obediencia, no es una práctica tiránica... es paz, es gozo, es fundirse con el Absoluto en un éxtasis ilimitado.

No se puede buscar la lealtad a una institución, la lealtad es hacia Dios.
De todas maneras, hay muchas personas que “están despertando” y abren su corazón a la verdadera Luz en este milenio que termina.
Comienza un nuevo milenio y una nueva esperanza.

En este nuevo milenio, la humanidad va a pasar por varios cambios. El más importante será el cambio de conciencia.
El ser encarnado asumirá por fin que vino al plano físico para evolucionar y cooperará con sus semejantes.

Todavía hay mucho egoísmo, aún existe el apego por las cosas materiales, se sigue pensando en los beneficios personales. Pero también se ven muchos que están tomando conciencia de lo poco que son como personas y lo mucho que son como espíritu. Y estos últimos saben que la única manera de crecer es identificándose con su prójimo.

El Tercer Milenio será representado por un símbolo de Amor. El Signo de Jesús y la Luz del Séptimo Rayo de Johnakan Ur-el se unirán para formar el Símbolo del Tercer Milenio: La Cruz Violeta.
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