El Mensaje del Creador
Gabriele, la profetisa y mensajera de Dios en este tiempo, recibió el 27 de febrero del 2001 de Dios, el Eterno, el siguiente mensaje, que ahora da a conocer a sus semejantes.
El Creador
Yo Soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob. Yo Soy el Dios de todos los verdaderos profetas.
Yo, DIOS, el Todopoderoso, alzo Mi voz a través de Mi profetisa y mensajera y la dirijo a la humanidad.
¡Dejad de consumir a las criaturas que viven con vosotros, que son vuestros hermanos animales!
¡Dejad de torturarlos por medio de experimentos con animales, y quitándoles la libertad, manteniéndolos en establos que no son dignos de ellos! Los animales aman la libertad, de igual modo que vosotros, los hombres.
¡Dejad de matar a los animales más pequeños, la vida en la tierra, por medio de abonos químicos artificiales, también por medio de excrementos y cosas similares!
Dejad de talar y quemar los bosques, quitándoles a los animales y al campo el espacio vital. Devolvedles su espacio de vida a los bosques, los campos y las praderas; de otra manera vuestro destino, que vosotros mismos os habéis impuesto, os quitará vuestro hogar y propiedad y vuestras fuentes de alimentación, a través de catástrofes en todo el mundo, que vosotros mismos habéis creado, a raíz de vuestro comportamiento contra la vida, contra los reinos de la naturaleza, incluidos los animales.
Si los hombres dejan una vez más que a Mis palabras se las lleve el viento, vendrá la tempestad, el destino mundial, arrebatando a cientos de miles de seres humanos – por una parte a través de catástrofes en todo el mundo, y por otra por medio de enfermedades que caerán sobre ellos de modo semejante a plagas, y que, por haberse apartado de toda ética y moral espiritual, han impuesto a los animales, que actualmente ellos están quemando por miles. A aquel que no de la vuelta le sucederá algo semejante.
Mi palabra ha sido expresada. El apocalipsis mundial se ha puesto en movimiento. Aquel que no quiera escuchar, sentirá las causas que ha creado en forma de efectos, llegándoles éstos cada vez con más rapidez. Yo he elevado hacia Mi a la tierra con sus plantas, animales y minerales. Quien siga alzando su mano contra la Madre-Tierra con todas sus formas de vida, sentirá los efectos. ¡Dejad de torturar, de matar y de asesinar!
¡Dejad, oh hombres, vuestro comportamiento brutal, que recae únicamente sobre vosotros y sobre ningún otro ser; pues lo que hacéis a la más ínfima de las criaturas que viven con vosotros, eso me lo hacéis a Mí, y también a vosotros! ¡Basta ya! Dad la vuelta, pues de otro modo continuará la cosecha, que es vuestra siembra.
YO SOY el QUE SOY, siempre El Mismo, ayer, hoy y mañana, en toda la eternidad.
Las incongruencias del Creador
(según Gabriele Wittek, claro está)
Un canalizador con apenas un poco de capacidad analítica y de sentido común se daría cuenta de que detrás de estos mensajes, aparentemente encomiables, están los espíritus del Error, primero porque el propio Maestro Jesús comía carne, especialmente cordero, y por el otro, algo que es obvio: el propio Creador diseñó al hombre con un estómago apropiado tanto para comer vegetales como animales, porque los seres humanos somos omnívoros, es decir, comemos de todo.
Ahora parece que el Creador se arrepiente de lo que hizo y nos hace ver mal el comer carne. Es obvio que Gabriele Wittek nos presenta a un Dios bastante estúpido.
Los animales también son espíritus y encarnan precisamente para servirle de alimento al hombre, y en razón de este servicio que prestan se elevan de plano. Por otra parte, ¿no dijo acaso Jesús que lo importante no es lo que entra por la boca sino lo que sale de ella?
Si aceptáramos que este mensaje proviene de Dios, también tendríamos que aceptar que Dios es incongruente consigo mismo. Si Dios hubiera querido que el hombre no se alimente de carne le hubiera bastado crearlo de modo que se alimente a través de la fotosínteses, como las plantas.
Esta postura del supuesto Creador es algo tan absurdo como si después de haber creado seres con alas ahora decretara que está mal volar. Dios crea las leyes y luego él mismo se somete a ellas. Ahora, según Gabriele, parece que esto no es así, por lo que es muy posible que mañana soltemos una piedra y en lugar de caer se eleve...(?)