Es cierto, Plutón arrasa (para bien o para mal) allá por donde pasa.
E igual pasa con Lilith. Pero no hay que tener miedo a la presencia de Plutón, quien ha obrado bien en su vida ha de saber que con él llega el tiempo de cosecha.
Ahora mismo, febrero de 2016, tenemos a Plutón junto a Neptuno. Y eso no sucedía desde 1929 (y ya sabemos cómo terminó esa crisis: II G.M.). Y también se dio con la Revolución Francesa en 1789.