El PU nº1 no trata de atacar al testigo, si no surge de muchas investigaciones a las que se les ha dado una explicación satisfactoria.
Fijaté que dice: "pueden ser terriblemente inexactas", no que lo sean siempre.
Nave con ventanas iluminadas
Eran varias horas pasadas de la media noche, el 24 de Julio de 1948, cuando la tripulación de un Eastern Air Lines DC-3 volando cerca de Montgomery, Alabama, tuvo un terrible encuentro con un Objeto Volador, identificado en forma de un puro gigante.
El incidente llegó a los titulares alrededor del país; el diario The Atlanta Constitution, difícilmente un periódico sensacionalista, tenía en su portada un encabezado que leía:
“PILOTOS DE ATLANTA REPORTAN UN MONSTRUO SIN ALAS”.
Solo trece meses antes, los platillos voladores habían impactado por primera vez al público de los Estados Unidos cuando los diarios publicaron el informe del piloto privado Kenneth Arnold que había visto unos objetos misteriosos en forma de discos cerca de Mount Rainier, en el estado de Washington.
Los siguientes meses produjeron numerosos reportes alrededor del país de misteriosos objetos voladores. Apenas un año antes del incidente de Arnold, un estudio patrocinado por la U.S. Army Air Force en el Corporación RAND, concluyó que las agrandadas versiones de los misiles balísticos V-2 desarrollados por Alemania durante la Segunda Guerra Mundial pronto harían posible orbitar naves sin tripulación alrededor de la Tierra. El siguiente paso sería el viaje espacial a la Luna y planetas como Venus y Marte, donde los científicos así como también los escritores de ciencia ficción habían estado especulando por mucho tiempo que podría haber vida inteligente.
Antes de que el año 1947 se terminara, la ola de reportes de Ovnis había presionado a las Army Air Forces (ahora la U.S. Air Force) a tomar medidas para crear una oficina especial para investigar el misterio de los platillos voladores. Entonces, en Enero 7 de 1948, el Capitán Thomas Mantell perdió su vida cuando su avión se estrelló mientras perseguía un Ovni gigante. El encuentro del 24 de Julio por dos pilotos comerciales experimentados (el Capitán Clarence S. Chiles y su copiloto John B. Whitted) añadieron todavía más a la de por sí ya creciente consternación de que había extrañas naves en nuestros cielos cuyo desarrollo y diseño era ajeno a la tecnología de esta Tierra.
La aeronave con veintiún pasajeros, se dirigía al Este, hacia Atlanta a la hora del incidente, volando a 5,000 pies de altitud. La Luna estaba casi llena y la visibilidad era excelente, excepto por las esporádicas nubes a 6,000 pies de altitud. De pronto la tripulación vio lo que parecía ser una aeronave jet gigante dirigiéndose hacia ellos desde el Este. Pasó justo junto a su avión del lado derecho, viniendo desde 700 pies del DC-3, de acuerdo a las estimaciones subsiguientes de la tripulación. La velocidad del Ovni se estimó de 500 a 700 millas por hora, una llama rojo anaranjada iba saliendo de su cola.
Ambas tripulaciones acordaron que el Ovni tenía dos hileras de ventanas las cuales parecían estar brillantemente iluminadas desde el interior del objeto. En posteriores entrevistas con la prensa, se citó al Capitán Chiles diciendo que “podías ver justo a través de las ventanas y hacia afuera del otro lado”. Whitted, cuyo asiento de copiloto le permitió un poco de mejor visibilidad, informó haber visto seis ventanas grandes de forma cuadrada. Ambos estimaron que el Ovni era de aproximadamente cien pies de largo y quizá de veinticinco a treinta pies de diámetro. Los dibujos del objeto hechos por los miembros de la tripulación poco después del incidente fueron sorprendentemente similares. Una discrepancia menor fue que el dibujo de Chiles mostró ventanas de cabina en el frente, mientras Whitted no observó ninguna. Pero considerando que todo el incidente había durado solo diez segundos, esta discrepancia fue inconsecuente.
Debido a la hora tan temprana, solo uno de los pasajeros abordo del DC-3 había observado al Ovni, C. L. McKelvie. Reportó solo haber visto un repentino destello de luz sin ninguna forma física discernible. Ambos miembros de la tripulación rotundamente negaron cualquier posibilidad que el Ovni hubiera sido un meteoro, especialmente debido a que parecía exhibir lo que después se vino a llamar “control inteligente”. Como Chiles lo describió, el Ovni “pasó zumbando hacia abajo, y nosotros viramos a la izquierda, y él [el objeto] viró a la izquierda… entonces, como si el piloto [del objeto] nos hubiera visto y quisiera esquivarnos, se desplazó hacia arriba con un tremendo chorro de llamas en su cola y a toda velocidad hacia las nubes”. La prensa citó a los miembros de la tripulación afirmar “era un objeto hecho por el hombre, eso es seguro”.
En la misma noche, a aproximadamente la misma hora, otro vuelo de Eastern Air Lines, el número 573, iba en ruta de Washington, D.C. a Raleigh-Durham, en Carolina del Norte, cuando su tripulación divisó lo que después fue descrito como “un rastro que parecía ser un rastro de un jet o cohete viajando a una velocidad increíble”. El objeto parecía moverse en dirección sudoeste, pero estaba en el horizonte distante y no posaba amenaza de una posible colisión. Este reporte pareció confirmar el otro, aunque no proporcionaba ningún detalle adicional.
La recién formada oficina de investigaciones Ovni de la Fuerza Aérea entró en acción. Más allá de entrevistar a la tripulación de la aeronave, la oficina investigó 225 vuelos de aerolíneas comerciales y militares que habían estado en vuelo esa noche a aproximadamente la hora del avistamiento Ovni para determinar si uno de esos vuelos pudiera haber sido el Ovni. Solo uno de ellos, un C-47 militar, estaba en el sendero de vuelo que pasado cerca del avión de Eastern Air Lines, y el avión militar estaba volando en dirección noroeste -opuesto a la dirección de vuelo reportada del Ovni.
Seis meses después, cuando el oficial del proyecto de la Fuerza Aérea escribió un reporte final sobre el caso, su conclusión fue que el objeto “permanece sin identificar en cuanto a su origen, construcción, y fuente de poder”. El reporte brevemente mencionó que un astrofísico llamado Dr. Josef Allen Hynek de la Universidad del Estado de Ohio, quien había sido contratado recientemente como consultor sobre Ovnis, se inclinó a creer que el objeto pudo haber sido un meteoro brillante. El reporte de Hynek, que es parte de los archivos oficiales, observó: “Tendrá que dejarse para los psicólogos el decirnos si el rastro inmediato de un meteoro brillante pudiera producir la impresión subjetiva de una nave con luces encendidas”. Pero el oficial del proyecto de la Fuerza Aérea rechazó esta posibilidad diciendo: “Es obvio que este objeto no fue un meteoro. No existe evidencia que soporte ningún hallazgo de falta de fiabilidad de parte de los testigos”. Tomaría casi veinte años demostrar que esta conclusión fue un terrible error.
El 3 de Marzo de 1968, a aproximadamente las 8:45 p.m. CST, el alcalde de una gran ciudad en Tennessee, otro oficial civil, y la esposa de este último, tuvieron un encuentro con un Ovni cuya descripción fue sorprendentemente similar con la reportada casi veinte años antes por la tripulación del vuelo del Eastern Air Lines. Los tres adultos, todos inteligentes, personas bien educadas, estaban afuera charlando cuando la mujer divisó una luz distante en el cielo que se movía hacia ellos a gran velocidad. Ella llamó la atención de los dos hombres, y los tres comenzaron a ver el objeto detenidamente. Mientras el Ovni se acercaba, vieron una llama de color anaranjada que salía de la parte de atrás. Pronto el Ovni iba pasando casi directamente sobre ellos con un silencio espeluznante a una altitud que ellos estimaron era de solo 1000 pies o menos. El Ovni parecía tener la forma de un “puro gordo … del tamaño del fuselaje de uno de nuestros aviones más grandes, o mayor”, la mujer luego reportó en una carta detallada a la Fuerza Aérea de los EEUU.
Reportó también que la aeronave gigante parecía tener al menos diez ventanas grandes cuadradas las cuales estaban iluminadas desde dentro del objeto. Observó que “me pareció que el fuselaje estaba construido con muchas piezas de hojas planas de material como metal con una “apariencia estar unidas con remaches”. La mujer dibujó el objeto el cual mostró una sorprendente similaridad a los dibujos hechos dos décadas antes por la tripulación de la aerolínea. Después que el Ovni desapareció en el noreste, los tres adultos discutieron sobre qué era lo que habían visto y especularon sobre lo que podría ser. Todos acordaron, escribió la mujer, que el objeto debía haber sido una aeronave militar nueva ultra-secreta, o “una nave del espacio exterior”.
El mismo Ovni fue visto por un grupo de seis personas, la mayoría de ellos adultos, cerca de Shoals, Indiana, más de doscientas millas al Norte del sitio de observación en Tennessee, a aproximadamente la misma hora, de acuerdo a otro reporte enviado a la Fuerza Aérea de los EEUU (USAF). El reporte de Indiana describió al Ovni en forma de puro, con una llama emergiendo de su cola, y con muchas ventanas brillantemente iluminadas. El objeto se estimó que era de entre 150 y 200 pies de largo, aproximadamente del mismo tamaño que el objeto reportado por los observadores en Tennessee. El reporte de Indiana dijo que el objeto estaba al nivel de las copas de los árboles. La persona quien envió el reporte de Indiana agregó que la mañana después del incidente “escuchamos que supuestamente había sido un meteoro. Pero los otros cinco observadores y yo mismo sabíamos que el Ovni no era un meteoro porque los meteoros no tienes ventanas y dan vueltas en las esquinas como este lo hizo. Y no hizo ningún ruido. Yo creo que lo que vimos fue un PLATILLO VOLADOR.”
La USAF también recibió dos reportes de avistamientos Ovni de individuos en Ohio. Los avistamientos también habían ocurrido el 3 de Marzo de 1968, a aproximadamente la misma hora que aquellos en Tennessee e Indiana, pero las descripciones fueron distintas, y para uno de los observadores, los avistamientos parecían producir un efecto hipnótico extraño. Este observador era una mujer madura y profesora de ciencias, con cuatro grados académicos incluyendo un PtD., y que vivía cerca de Columbus. Había estado afuera paseando a su perra cuando de pronto avistó un escuadrón de tres Ovnis luminosos volando en formación. En su muy detallado reporte a la USAF, dijo que los Ovnis tenían formas de “platillos invertidos”, una descripción familiar en los reportes Ovnis. Estimó que los objetos volaban muy bajo, a una altitud de 1500 pies o menos.
La mujer reportó que la presencia de los Ovnis parecía tener un efecto curioso en su perra, aunque los objetos no emitían ningún sonido audible para sus oídos. Dijo que su perra fue a acostarse entre dos botes de basura y gemía “como si estuviera muerta de miedo”. Hay muchos reportes de Ovnis que describen tal reacción en animales. Pero los Ovnis parecían tener un efecto aún más curioso en la mujer después que regresó a su casa. Este fué, una dominante urgencia por dormir. La mujer reportó que esto era especialmente sorprendente porque había tenido diez horas completas de sueño la noche anterior y había tomado una siesta en la tarde solo unas horas antes. Debido a que estaba esperando una llamada telefónica de una amiga y quería permanecer despierta, la mujer abrió las ventanas para dejar entrar el fresco de la noche. A pesar de esto, repetidamente se quedaba dormida hasta alrededor de las 11 p.m. cuando el extraño efecto desapareció completamente.
El avistamiento por la maestra de Columbus fue confirmado por un ejecutivo industrial de Dayton, quien iba manejando a casa esa noche desde Cincinnati. El hombre era un amigo cercano de un científico importante de la USAF en Dayton, así que le escribió al oficial para describirle el incidente. Él, observó que en la USAF a veces pueden tener dificultades en determinar si un reporte de Ovni viene de un loco o de un testigo creíble y agregó: “yo dependeré de ti como primer testigo, de si yo estoy loco o altamente imaginativo, o de alguna manera desconfiable”.
El ejecutivo describió ver tres objetos luminosos volando en lo que parecía ser una formación perfecta, confirmando el reporte de la maestra de Columbus. Un objeto parecía estar al frente y los otros iban volando lado a lado detrás de él, de acuerdo a su carta. Entonces los tres objetos “ejecutaron una marcada curva en su trayectoria de vuelo. Esto fue inconfundible; el objeto de enfrente primero entró a la curva, virando hacia la izquierda del horizonte; luego los otros dos objetos juntos entraron en el curso de la misma curva; luego los tres se enderezaron de nuevo hacia el norte-noreste.” Esto parecía indicar que los objetos estaban bajo “control inteligente”, un término que frecuentemente aparece en los reportes Ovni. Debido a la velocidad de los objetos, y a la ausencia de ruido, era claro que no podía ser aviones jet militares.
La trayectoria de vuelo reportada para el Ovni gigante con las ventanas iluminadas por los observadores en Tennessee e Indiana y la fecha y hora aproximadas de avistamiento coincidente de ambos observadores en Ohio, elevó la posibilidad si no la probabilidad que todas estos observadores hubieran visto la misma cosa. Si esto era verdad ¿fue un solo Ovni gigante, con numerosas ventanas iluminadas, o fueron realmente tres Ovnis volando en formación? Muchos investigadores Ovni automáticamente concluyen que un reporte de muchos testigos es más confiable que el de un solo testigo. Si este criterio es usado para este caso, hay un total de nueve observadores en Tennessee e Indiana que reportaron un objeto de forma de platillo/puro con ventanas iluminadas y solo dos en Ohio que reportaron un escuadrón de tres objetos más pequeños volando en formación, así que uno podría bien decidir que solo había un Ovni gigante con numerosas ventanas iluminadas. Pero en realidad los dos testigos en Ohio fueron por mucho observadores más exactos.
La noche antes de esta serie de avistamientos Ovni, la Unión Soviética había usado un cúmulo gigante de cohetes para lanzar la nave espacial Zond-4 a órbita. La noche siguiente, el 3 de Marzo de 1968, uno de los cohetes comenzó a perder altitud y finalmente entró en la atmósfera a una velocidad de alrededor de 10,000 millas por hora.
Esto causó que el cohete se rompiera en pedazos los cuales, calentados hasta la incandescencia, se volvieron una serie de “meteoros hechos por el hombre”. Esto ocurrió a aproximadamente las 8:45 CST, y los fragmentos flameantes pasaron por una trayectoria que los llevó sobre Tennessee en una dirección hacia el noroeste hasta que finalmente se quemaron cerca del sur del Estado de Nueva York.
Esto se sabe con certeza porque el North American Air Defense Command (Norad) opera en una red mundial de radares poderosos que les permite seguir el rastro de cada objeto importante en el espacio. Los registros de Norad muestran que la re-entrada del cohete ocurrió a la misma hora que los cuatro avistamientos Ovni, y la trayectoria de los escombros no solo encaja muy bien con estos reportes sino con más de cien otras observaciones hechas por personas en el suelo y en aeronaves en numerosos estados en el área Este-central. Algunos reportes enviados a la USAF refirieron los objetos como Ovnis flamantes, mientras que otros observadores asumieron que los objetos eran meteoros. Cuando un piloto que volaba sobre West Virginia reportó el incidente a la torre de control en tierra y se le preguntó si los objetos flameantes podrían ser meteoritos, el piloto respondió: “¡Sería la primera vez que yo viera meteoritos volar en formación!”.
Está claro que los observadores en Tenneessee e Indiana fueron víctimas involuntarias de sus imaginaciones y de información que habían adquirido, quizá inconscientemente, por sus cerebros. Cuando el observador buscó una explicación lógica para el inusual avistamiento, concluyó que lo que sus ojos realmente estaban viendo eran las ventanas iluminadas de una nave gigante. Como no había sonido, la nave no podía ser un aeroplano ordinario, y entonces la única otra posible explicación era que el o los objetos debían ser un Ovni. El cerebro servicialmente suministró los detalles faltantes y los observadores en Tennessee e Indiana honestamente creyeron que habían visto un platillo gigante o una nave en forma de puro.
La madura maestra de ciencias bien educada de cerca de Columbus también fue una víctima de la autosugestión, que alimentó por su previo fuerte interés en Ovnis. Su carta reveló que había visto un Ovni varios años antes y traía consigo binoculares durante sus paseos nocturnos con su perra en espera de ver otro. (También traía una linterna que utilizó para tratar de comunicarse con el escuadrón de Ovnis transmitiendo señales de código Morse, pero sin ninguna respuesta visible). Su sopor pudo haber sido debido al resultado de su regocijo por haber visto tres objetos los cuales podían haber sido naves espaciales de otro mundo. Pero ¿cómo explica esto la reacción de la perra ante la presencia de los Ovnis? Una explicación posible fue notada sin darse cuenta en el reporte de la maestra a la USAF. Ella observó en un punto que su perro odiaba el frío. En otro punto en su carta dijo que la temperatura de la noche era “clara y fría”, y que la temperatura era de ocho grados bajo cero.
Cerca de veinte años antes, el Dr. Hynek, el recientemente adquirido consejero de la USAF, había sugerido que el Ovni gigante con ventanas brillantemente iluminadas reportado por Chiles y Whitted pudo haber sido un meteoro brillante, y que pudo haber “producido la impresión subjetiva de una nave con ventanas iluminadas”. Hasta donde se es sabido, la USAF jamás le dió seguimiento a su sugerencia de que los psicólogos se emplearan para verificar esta hipótesis. Pero la series de avistamientos Ovni que ocurrieron el 3 de Marzo de 1968, inequívocamente demostraron que Hynek había estado en lo correcto. El incidente de 1968, aunado al hecho de que habían habido un número de avistamientos de meteoros durante la semana del encuentro de Chiles y Whitted, como resultado de la lluvia anual de meteoros Delta Aquarids, claramente permite este caso de ser borrado de la categoría de “no identificados”.
El incidente del Zond-4 y otros casos de Ovnis que discutiremos en capítulos posteriores demuestra un principio importante que aplica a todos los reportes Ovni:
PRINCIPIO UFOLÓGICO 1: Básicamente las personas honestas e inteligentes que de pronto son expuestas a un evento breve e inesperado, especialmente uno que involucre un objeto no familiar, pueden ser terriblemente inexactas en tratar de describir precisamente lo que han visto.
La razón de esto es que lo que una persona cree que ha visto está muy fuertemente influenciado por información previamente adquirida que ha guardado, quizá inconscientemente, en el cerebro. Este Principio Ufológico nº 1, en términos más generales, ha sido reconocido por psicólogos durante mucho tiempo quienes han conducido experimentos en la percepción humana, y por abogados legales e investigadores criminales experimentados en testimonios de testigos. Su importancia en el entendimiento del misterio Ovni no puede ser sobreenfatizado.
Postdata de 1976: En la noche del 1º de Octubre de 1973, la tripulación de un jet de British Airways que volaba cerca de Calcuta, reportó ver un curioso objeto. Fue descrito con “una larga línea de ventanas de un lado… que parecía como un tren de ferrocarril… el objeto daba la impresión de estar envuelto en una delgada nube.” Lo que la tripulación estaba viendo era los restos flameantes de un cohete Ruso entrando a la atmósfera después de haber sido utilizado para lanzar un satélite de comunicaciones Soviético.
Y creo que nadie se plantee la postura que planteas tu de atacar al observador.