Uno de los mitos mas difundidos es el de los zombis, también llamados “muertos vivientes”, que según la leyenda son seres que murieron, pero por acción de un sacerdote Vudú regresaron a la vida, convirtiéndose en esclavos de estas personas.
Cuando alguien habla de Vudú, de inmediato evoca espeluznantes imágenes de muertos vivientes, de muñecas de cera con alfileres clavados y otros ritos igualmente oscuros.
En realidad, el Vudú es una creencia religiosa sincrética, es decir, una mezcla de catolicismo y antiguas prácticas africanas, incluidos elementos fetichistas y distintos tipos de magia, como la Blanca, la Negra y la Gris, que es una mezcla de las dos anteriores.
No se puede negar, sin embargo, que la primera, la Magia negra, es la más importante dentro del Vudú y es la que ha dado la imagen de que el Vudú es, por fuerza, algo siniestro.
El origen del Vudú es africano, pero fue llevado a Haití y a Nueva Orleans por los esclavos.
Se trata de una creencia religiosa mayoritaria en Haití, que también se practica en Cuba, Trinidad, Brasil y en el sur de Estados Unidos, sobre todo en Louisiana.
En sus aspectos más moderados, sus ritos se practican entre cantos, sonidos de tambores y danzas.
Sus dioses −a loa− representan las preocupaciones comunes a toda la humanidad: el amor, la finitud de la vida y la protección del hogar.
Pero en sus manifestaciones más extremas, sus prácticas son muy agresivas, ya que los brujos sacrifican animales y elaboran las famosas muñecas de cera o de trapo, que atravesadas con alfileres causan dolor a la persona que representan.
Junto a esto, la creencia en los zombis ─es decir, un muerto resucitado al servicio de un brujo─ ha dado la vuelta al mundo.