La letra del Islam no es sino una continuación de la tradición que se inicia con el zoroastrismo y continua en la línea judeo cristiana de manera tal que se pretende llevara hasta su última formulación. Las leyendas de los patriarcas, del pueblo nómade y el desierto, el becerro de oro, la revelación en el monte Sinaí... son repetidas junto con sus lecciones a lo largo del Corán del mismo modo que otros segmentos de la mitología estrictamente cristiana.
La leyenda básica del Corán refiere a la descendencia de Abraham, de modo tal que son hermanos de los judíos. De acuerdo a la Biblia, Abraham tenía dos esposas: Sara y Hagar (que era una esclava egipcia). De la unión con Hagar, y a los 86 años de Abraham, nace Isamel. De la unión con Sara, a los 99 de Abraham, nace Isaac. La versión islámica continua el relato familiar: Abraham e Isamel construyeron la Kaaba de la Gran Mezquita de la Meca algunos años antes de la separación:
Abraham e Isamel levantaron los cimientos de la Casa con esta plegaria: "Señor, aceptanos. Tu eres Quien todo lo oye, Quien todo lo sabe. ¡Oh! Señor, haznos musulmanes, sometidos a Ti y haz de nuestra descendencia una comunidad musulmana sumisa a Ti, muéstranos lugares para la celebración de ritos y vuélvete a nosotros. Tú eres ciertamente, el indulgente, el misericordioso." Corán 2:127-28
No solamente Abraham y sus hijos, Jacob y los suyos también eran musulmanes. En tanto el Corán es un libro revelado, no hay contradicción con lo que puedan sostener otras tradiciones religiosas. De acuerdo al Islam, "el pueblo del libro", esto es, los judíos, cerraron los ojos a esta verdad revelada al rechazar el mensaje del Islam. El cristianismo por su parte, aferrados a una doctrina trinitaria (Dios es uno y trino) añadieron otros dioses al único Dios, interpretando erróneamente a Jesús (que es considerado un profeta) que debe ser comprendido en la línea: Abraham-Moisés-Salomón-Mahoma.