A primera vista sin duda parece sacado de la mitología. Nadie ha visto un dragón, y la imagen del caballero se parece más a la de un loco sacado de un hospital mental que a la de un héroe.
Recientemente, el Papa Benedicto XVI ha retirado a San Jorge de la categoría de santos, para incluirlo en la de mitos cristianos. Por tanto, ya no hablamos de un hombre. Hablamos de un mito.
¿esto supone que aquellos países, regiones, ciudades, colectivos, ..., se han quedado sin un modelo a seguir?
Me temo que no, nada más lejos de la realidad. Al recuperar su categoría de mito, queda libre de la obediencia al Papa, y a las reglas establecidas en su ortodoxia. Queda libre para buscar y matar todos los dragones que se encuentre en su camino.
23 de Abril San Jorge, mártir. Año 303.
Jorge significa: el agricultor. Hay 11 santos que llevan este nombre.
San Jorge mártir es el Patrono de Inglaterra y de los Boys Scouts.
Su culto alcanzó gran celebridad desde muy antiguos tiempos en la Iglesia. La Iglesia de Oriente lo llama "El gran mártir".
En tiempos de Las Cruzadas, el rey Ricardo Corazón de León se convenció en Tierra Santa de que San Jorge tenía un gran poder de intercesión en favor de los que lo invocaban y llevó su devoción a Europa, especialmente a Inglaterra.
Las antiguas tradiciones decían lo siguiente acerca de este santo: "Nacido en Lydda, Palestina, la tierra de Jesús, era hijo de un agricultor muy estimado. Entró al ejército y llegó a ser capitán. Se hizo famoso porque al llegar a una ciudad de Oriente se encontró con que un terrible caimán (o dragón o tiburón) devoraba a mucha gente y nadie se atrevía a acercársele. San Jorge lo atacó valientemente y acabó con tan feroz animal. Y reuniendo a todos los vecinos que estaban llenos de admiración y de emoción, les habló muy hermosamente de Jesucristo y obtuvo que muchos de ellos se hicieran cristianos.
Pero el emperador Diocleciano mandó que todos tenían que adorar ídolos o dioses falsos y prohibió adorar a Jesucristo. El capitán Jorge declaró que él nunca dejaría de adorar a Cristo y que jamás adoraría ídolos. Entonces el emperador declaró pena de muerte contra él. De paso para el sitio del martirio lo llevaron al templo de los ídolos para ver si los adoraba, pero en su presencia varias de esas estatuas cayeron derribadas por el suelo y se despedazaron. A Jorge lo martirizaron y mientras lo azotaban, él se acordaba de los azotes que le dieron a Jesús, y no abría la boca, y sufría todo por Nuestro Señor sin gritar ni llorar. Muchos al verlo exclamaban: "Es valiente. En verdad que vale la pena ser seguidor de Cristo". Cuando lo iban a matar decía: "Señor, en tus manos encomiendo mi alma". El siempre rezaba y Dios siempre lo escuchaba. Al oír la noticia de que ya le iban a cortar la cabeza se puso muy contento, porque él tenía muchos deseos de ir al cielo a estar junto a Nuestro Señor Jesucristo. Hasta aquí la sencilla narración de los antiguos. Ya desde el siglo VI se le tenía gran veneración en Oriente.
Que Dios nos conceda valor como a San Jorge para luchar contra el dragón infernal y vencerlo y no permitirle que nos esclavice con sus tentaciones.
Los que siembran entre pesares, cosechan entre cantares. (S. Biblia Salmos).