Moderador: Arkantos
"si no crees o intentas la posibilidad de algo, es como imposible acceder a ello".
dicho de Sphere
La literatura que refiere a esta hipotética ciudad subterránea bajo -o en las cercanías- del mítico pero orográficamente inevitable cerro Uritorco, es amplísima. Y hay para todos los gustos. Desde la presunciòn de hangar subterráneo de brillantes OVNIs hasta reliquia de una Atlántida que se refugió en las entrañas del Valle de Punilla quizás por temer que luego de la destrucciòn por el agua lloviera azufre de los cielos. Hay quienes dicen ver sus "luces" cuando ciertas noches, en el paraje Puerta del Cielo, invocaciones en un mítico idioma cósmico sugiere abrir una ventana a otra dim ensiòn porque, de tanto buscarla y no hallarla, Erks pasó de ser una misteriosas pero industrializada ciudad bajo tierra, con maquinarias que a los oídos de algunos rugían y todo (desconocvedores de las particularidades geológicas del lugar, desde torrentes subterráneas a microterremotos) a etérea metrópolis hiperdimensional. Cada uno con su creencia. Claro que hay algunas más espúreas que otras, como la afirmaciòn que su nombre deviene del acróstico de Encuentro de Remanentes Kósmicos Siderales. O sea, ex extraterrestres que se refugiaron aquí tras una diáspora interplanetaria. Visitantes del espacio que seguramente transcendían al Tiempo, toda vez que para nombrar ya en un hipotético remoto pasado a su ciudad..... eligen un idioma, el castellano, que sólo sobrevendría milenios después. Ante el avance irredento de capitales foráneos sobre tierras argentinas y sus recursos, frente a la mirada impávida y hasta complaciente de las autoridades de turno, yankees, go home: jamás llamaremos a esta embajada extrahumana EKSS (Encounter of Kosmic Sidereal Surpluses), lo que además tendría poca elegancia fonética.
Pero lo que es irrebatible, es que la leyenda de un mundo subterráneo haya anclado en este paraje cordobés. Intervinieron los fieles de la Escuela Esotérica Universal de las Antípodas (para su filiaciòn, ver mi trabajo "Nazis a la caza del Grial") con Guillermo Terrera, Kristo Acoglanis y Orfelio Ulises Herrera a la cabeza, este último, huidizo descubridor del "bastón de mando", el primero, conocido antropólogo y esoterista argentino y el segundo, quiropráctico de origen griego y luctuoso final. Sumen a ello las propias creencias de los henia kamiâre, los mal llamados "comechingones" (ver AFR nº 199, artículo "Temazcal: sanaciòn y terapéutica y su presencia en tierras australes"), los escritos de Trigerinho -que hace propios relatos tomados literalmente de Acoglanis- y la necesidad espiritualmente ansiosa de muchos (no todos) quienes concurren al lugar: si la memoria genética de un mundo subterráneo al que podía llegarse con algún esfuerzo es correcta, que esta "dramatizaciòn conceptual" surja en lugares aparentemente de la nada y se instale con más fuerza que los mitos primarios (recordemos que la catapulta mediática de Capilla del Monte, a mediados de los '80, no tenía nada que ver con Erks ni mundos subterráneos sino con apariciones de OVNIs, es decir, si para justificar raciopnalmente todo esto se busca hacer un discurso que construya una ideología religiosa sobre relatos primarios, éstos tienen más que ver con los "cielos" que con el "infierno") significa sólo, precisamente, que es correcta. Es por lo tanto tan fuerte el recuerdo atávico de mundos subterráneos con algún tipo de contacto con el mundo de superficie, que bastan pocos elementos, ciertos lugares mágicos, algunos avatares o gurúes para que se dispare con fuerza incontenible. O para decirlo en otras palabras: la instalaciòn persistente y espontáneamente generalizada de la creencia en un mundo subterráneo, en tanto expresiòn de angustia del Inconsciente Colectivo, busca, como toda angustia, satisfacer una necesidad. Y por principio de economía de energía, nuestra naturaleza, individual o colectiva y como corolario de una funcionalidad evolutiva, si busca satisfacer una necesidad, es porque en algún lugar está aquello que la satisface.
Digo en esos lares, porque el espectro de búsqueda de Erks se está extendiendo. Hoy, hay quienes hacen llegar la suposiciòn de su asiento hasta la localidad paradisíaca de La Falda, a unos 40 kilómetros hacia el sur. No es poca cosa recordar (cito otra vez mi trabajo "Nazis a la caza del Grial") que La Falda fue no sólo asiento primigenio de una pujante colonia germana (con fuerte presencia del movimientio nazi) sino uno de los sitios donde recurrentemente se sugirió la presencia evasiva de un supérstite Hitler tras la caída de Berlín. Era -es- el lugar ideal: los Eichorn, dueños del mítico Hotel Edén, eran amigos personales del Fürher y buena parte de la campaña propagandística que lo llevó al poder en 1933 se hizo con fondos provenientes de la venta de las parcelas de tierra de "Villa Edén". Habida cuenta de las fascinaciòn de los nazis y su Anenherbe por lugares místicos y sus poderes ocultos, que aún se encuentre la críptica presencia nazi en el lougar debe llamarnos, cuando menos, la atenciòn. En otros tiempos y en Argentina, los nazis hasta fueron más populares. Terrera y su gente habrán añorado esos años. Hoy, para operar deben dejarse santos y señas que casi escapan a los ojos profanos.
Tomen este ejemplo. Febrero de 2009. A metros del Hotel Edén, junto a un pequeño local cerrado, aparece este cartel:
Supongo que no les resultará significativo. Claro, siempre y cuando no sepan un par de cosas. Por ejemplo, que la expresiòn "Huesos de Dragón" (y no "del") era la expresiòn críptica con que los miembros de las SS denominaban a la orden cuando no querían referirse a ella explícitamente. Y lo segundo, que en ese ámbito esotérico, las runas Sigel son reemplazadas por.... los dos fémures en un caldero.
Pregunté. Y mucho. La Falda es pequeña, todos se conocen. y si no, pueden preguntarle al vecino. Pero resulta que nadie sabía de esa "taberna" que, de hecho, nunca llegó a abrirse. Al punto que un mes más tarde, al volver a pasar por el lugar, el cartel había desaparecido. Por cierto, a alguna distancia hay una colina que le dicen "Espinazo del dragón" o "Espina del diablo", con lo cual algunos trataron de vincular una cosa con otra. No lo creo, sobre todo a la luz de la simbología de esta "taberna". Pero me queda por indagar si en esa colina (que lleva ese nombre porque los lugareños dicen que, desde el aire, tiene esa forma. Claro que, ¿qué forma tiene el espinazo de un dragón?) no habrá algo que oriente al "infernus" buscado por esoteristas y nazis.
Así que está bueno que la gente, mucha gente, crea en Erks y la busque, en Capilla del Monte o en otros lares. Y ojalá que renueve bríos en esa búsqueda. Porque no habrá un Grial al final del Camino. El Camino es el Grial
Lord CHEselin escribió:Ok, pero porque decir "intraterreno" ? Si solo esta en otra dimension?
Volver a Fenómenos paranormales
Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro y 8 invitados