Entre la vida y la muerte no existe ninguna barrera, la una es continuación de la otra en una misma línea energética. Todo es energía que vibra a diferentes frecuencias y lo que en el mundo físico se entiende por "vida" no es más que una etapa en el largo camino de la evolución. Cuando nos encontramos en esa etapa creemos que es la única y la más importante; no
porque no lo sea pero solamente se trata de una de tantas experiencias de nuestro poder creativo.
Algunas veces aun después de haber llegado al primer plano del mundo espiritual, siguen las almas reaccionando con el cuerpo emocional. Es decir, siguen experimentando emociones como la culpa o el enojo por haberse equivocado durante su experiencia terrenal, lo cual detiene su ascensión a los planos superiores. Damos aquí un ejemplo de esto. Es la continuación del caso del alma que creía haber comprado la salvación.
Así también como cada uno lleva su bagaje de lo bueno y lo no tan bueno que haya hecho en otras vidas; lo primero es el crédito, lo segundo, la deuda que debemos saldar.
No es un castigo, es simplemente recoger los frutos de lo que hayamos sembrado, es la Justicia Divina que actúa de manera impersonal.
Y que más justicia que recoger los frutos de lo que nosotros mismos engendramos, así el asesino muere matado de la misma forma, o el dadivoso premiado con una buena situación económica:
Es que se trata de la mejor enseñanza, ya que al sufrir en carne propia lo que le hacemos a otro, aunque sea en otra vida y sin recuerdo de la anterior, esa persona no vuelve a hacerlo.
La gente se pregunta porque no nacemos con el recuerdo de lo anterior, y es que si así fuera, no podríamos vivir esta vida en libertad.
Supón que conoces tu vida anterior, y descubres que ese ser que hoy es tu pareja, fue tu gran enemigo en una vida anterior, esto conspiraría contra la función de esta vida, ya que están relacionados nuevamente para aprender a amarse y no para revivir los antiguos odios.
O que tu hijo de hoy, fue tu asesino de ayer; sería simplemente espantoso no poder amarlo como progenitor, y la deuda no tendría fin.
Por lo tanto el hecho de nacer sin memoria de lo anterior, no es mas que una gran prueba de la gran compasión Divina.
Tal vez con una historia verídica, que apareció en una revista, hace unos años, tengas un ejemplo mas claro.
"Una niña nació en la India, y al aprender a hablar, empezó a decir que ella era fulana de tal y que había vivido en Estados Unidos, en tal localidad, tal calle, que tenía tres hijos y que sus nombres eran ... .
Y mas crecía, mas hablaba sobre esta historia y mayor era su angustia de no estar allí.
Tanto hizo, que se hicieron las averiguaciones del caso, y se confirmó que esa cierta persona había fallecido poco antes del nacimiento de la niña; por lo que sus hijos, eran ya personas mayores,
pero estaban con vida.
La niña fue trasladada al lugar, reconociendo todo lo que allí había.
Uno de los hijos recordó que al morir su madre, no les había dicho donde estaban escondidas sus joyas.
Al hacérselo saber, la niña mostró debajo de que árbol del jardín, las había enterrado.
Al cavar en ese sitio, aparecieron las joyas, prueba que se añadió a otras muchas preguntas a las que fue sometida, lo cual dio por resultado que era suficiente como para demostrar que ella era la reencarnación que decía".
Imagina a una niña, viendo a sus hijos con la edad de sus abuelos, a sus nietos, mayores que ella. Solo la comprensión de la reencarnación que tenía por ser actualmente originaria de la India, la salvaron de la locura; pero igualmente no pudo integrarse ni a la nueva, ni a la vieja vida, por lo que eligió entrar en un monasterio, donde debe estar actualmente, ya que la historia no es muy vieja.