En lo referente al suceso comentado por Lord Cheselin puede no tratarse de telepatía, pero sin duda alguna, los animales parecieran ser más sensibles a ciertos de los fenómenos denominados paranormales, en especial los gatos, pero los perros tampoco podrían ser descartados de esa categoría, esto podría deberse a que son menos “civilizados” que los seres humanos.
Eloy engloba la telepatía, como otros fenómenos de corte netamente parapsicológicos (telekinesis, visión remota, etc.) dentro de fenómenos de Percepción Extra Sensorial (PES), y de esta manera pueden ser estudiadas (estas habilidades) de forma científica “materialista” como producidos por el cerebro de un sujeto determinado.
Obviamente este tipo de experiencias paranormales, por su naturaleza, se prestan a menudo (por no decir siempre) para engaños y trucos fraudulentos, ocasiones que son presentadas por estos amantes de la negación de la existencia de estos hechos, como pruebas irrefutables. Inclusive muchos investigadores serios de estos fenómenos, han sido víctimas de su buena fe, y luego de pruebas telepáticas en donde se obtenía un alto porcentaje, los sujetos que se sometían a estas pruebas decían que todo era una farsa y que ya se conocían de antes, invalidando el análisis.
Tema aparte merecerían los casos denominados de “telepatía extraterrestre”.