¿Falló el Calendario Maya?
Una creciente decepción ha manifestado el entorno esotérico new age, después del pasado 21-12 donde se esperaron grandes eventos astronómicos, a ocurrir y ser visualizados desde el planeta.
Pero el 21-12 fue un día como cualquier otro y entonces, la mirada ha sido echada al Calendario Maya con ahora un aire escéptico cuando no de reproche.
Además de sufrir las burlas de los medios de comunicación, sobre el conocimiento de los antiguos y sabios mayas.
Exploremos un poco la materia, es mi invitación en este tópico.
En lo personal mi círculo de amistades relacionadas con estas materias, no esperaban ni yo tampoco nada para esa fecha pero lo importante, es cuál era nuestro argumento de fondo.
En mi sesgo para comprender este tema que es compartido por mi entorno, el Calendario Maya era ante todo una abstracción es decir, una forma de representación de un fenómeno astronómico llevado a su expresión más simple, más reduccionista y en la forma de un calendario lineal indirecto ya que el Calendario Maya de cuenta larga sería solar.
Me detengo aquí porque pienso está la clave para comprender bien, de qué se trata realmente este calendario de 26.000 años.
Si consideramos que desde el primer al último de esos años, nuestro planeta está girando en torno de su eje y en torno del Sol de nuestro Sistema Solar de ORS, concluiremos inevitablemente que este calendario no representa nada para el planeta y por tanto, se refiere al astro rey que es la otra alternativa que tenemos.
Ahora que este sea un calendario solar es una opinión reiterada, pero poco explicada y vamos entonces a intentar darle un marco explicativo.
Nuestro Sistema Solar gira en torno del centro de nuestra galaxia en un tiempo X, que por ahora no nos interesa en su valor astronómico sino como concepto.
Este tiempo es de millones de años (alrededor de 225 millones por giro), por tanto la cifra de 26.000 años representaría necesariamente un fragmento, del viaje que hace nuestro Sol junto a todo el sistema alrededor del centro de la galaxia.
Bien, ahora como estamos ante un calendario que tiene como característica, ser reiterado porque en otro caso ya no sería un calendario, entonces tenemos que suponer que este ciclo de 26.000 años se reitera en el tiempo.
Y se trataría entonces, de segmentos de tiempo durante el gran ciclo del viaje alrededor del centro galáctico.
Pero nuestra galaxia es distinta en cada sector: es del tipo espiral barrada dicen los astrónomos, con ocho brazos espirales entre otras macro características. Nosotros estaríamos en el brazo espiral de Orión.
Por tanto que un ciclo de 26.000 años sea reiterado en un viaje alrededor del centro galáctico, sugiere que en realidad se trata de un giro que daría el Sistema Solar sobre algún centro, mientras gira en torno del centro galáctico.
Este es un punto a favor de la información contactista, de que nuestro Sol gira en realidad en torno de la estrella Alción (centro de Las Pléyades).
Ahora, suponiendo que es es el caso lo que quedaría por dilucidar es el factor residual del calendario.
Todo calendario dijimos antes que es una abstracción, por tanto lleva un factor de sesgo temporal que por ejemplo, representa una fracción de día por año en el caso del calendario anual que empleamos.
Eso porque el año no tiene 365 días exactos, sino 365 "y fracción".
En la naturaleza los fenómenos son del tipo contínuos y cuando se trata de representarlos simbólicamente, se hace en forma discreta y ello conlleva un sesgo.
Un contínuo es un fenómeno que al representarlo matemáticamente, se traduce en un número decimal; al discretizarlo se lleva a un número entero perdiendo la parte decimal. Se hace un redondeo para la representación simbólica.
Esto es muy conocido en ciencias duras y debe tenerse presente, cuando se pretende explorar un fenómeno en su última instancia como es el caso del Calendario Maya.
En realidad toda la ciencia de la naturaleza se conceptualiza, sobre la base de discretizar fenómenos que en la realidad son contínuos.
Bien volviendo al punto, la cifra de 26.000 años a mi me sugiere además de representar el giro del Sistema Solar alrededor de Alción, que estaríamos ante una cifra en números enteros es decir desconoceríamos la parte decimal, que en un período de 26.000 años representaría al menos unos pocos años más...
Es como decir, que llegamos al día 365 del año pero este todavía no se acaba, porque resta aun un cuarto de día (6 horas más).
Como no tenemos posibilidades de contactar al autor del Calendario Maya, sólo podemos suponer que si el ciclo solar que representaría este calendario, medido en función del año terrestre tiene el mismo sesgo entonces, tenemos que considerar agregarle un tiempo adicional de 6 horas por 26.000.
Eso dado que cada año contentiene un tiempo extra de 6 horas, suponiendo que este calendario de cuenta larga no lo contemple.
A mi me parece que este es el caso, debido a que me resulta sospechosa la cifra tan redonda para un fenómeno de la naturaleza que es del tipo contínuo (cifra entera representando a un tiempo real, mejor expresado en números decimales).
Como un paréntesis les cuento la anécdota que me relatara mi hermano Rolando, que es ecólogo aficionado: el tipo que midió la altura del gran monte Everest llegó a una cifra en numeros enteros.
Pero pensó que nadie le iba a creer todo su sacrificio, para llegar finalmente a un número redondo de 29 mil pies así que le agregó 2 pies.
Entonces para ir concluyendo ya, y no cansar a los sufridos lectores: sostengo que nos falta aun para terminar el Calendario Maya, un tiempo adicional de 6hr x 26.000 donde eso representa el tiempo extra de cada año, en el giro de nuestro planeta alrededor del astro rey (que es la regla con que se mide).
Entonces: 6 x 26.000 "si las matemáticas no han cambiao" dijo el español, es igual a = 156.000 horas
Equivalentes a 6.500 días, es decir 17,8 años...
Entonces damas y caballeros, a diferencia del matemático hindú que midió el Monte Everest Radhanath Sikdar, el autor desconocido del Calendario Maya lo habría expresado en números redondos.
Así 26 mil años representan el giro de todo nuestro Sistema Solar, alrededor de Alción sol central de Las Pléyades.
Pero hilando fino, al igual que nuestro calendario está errado en representar el año en 365 días por falta de las 6 horas restantes, este calendario requiere un ajuste para que sea preciso y no simbólico.
Ese ajuste representado en tiempo es igual a casi 18 años, que sería un márgen de tiempo teórico que aun nos resta, para que el ciclo del Calendario Maya de cuenta larga represente realmente, el retorno al punto de destino de todo nuestro Sistema Solar.
Ahora la existencia de años bisiestos para subsanar este asunto, no es suficiente para suponer que la cifra de 26 mil años es exacta.
Tendríamos que consultarle al autor del Calendario Maya, si consideró o no esa fracción de día.
Además estamos midiendo un recorrido fuera del Sistema Solar (Sistema Solar alrededor de Alción) con relación, a un recorrido que da un planeta dentro del Sistema Solar.
Y estamos suponiendo como cierto, que el tiempo opera igualmente en ambos eventos...