La evidencia de que la Tierra estuvo poblada en algún tiempo por gigantes son los hallazgos de los restos humanos de grandes dimensiones y espadas, hachas, lanzas y otros instrumentos como picos de enormes dimensiones todo estos realizados en diversos lugares de la India, Tíbet, China, Norteamérica y Sudamérica y Africa. A continuación se presentan algunos de estos extraordinarios descubrimientos en los continentes.
Evidencias en América
La huella de Burdick
Hace 31 años en la provincia de Loja, Ecuador en el extremo sur andino se encontró un esqueleto de 7 metros de alto que estuvo custodiado por el sacerdote Carlos Miguel Vaca. Los huesos fosilizados fueron desenterrados del sitio llamado "Changaiminas" nombre indígena que traducido al español significa "cementerio de los dioses". Varios huesos del esqueleto fueron remitidos a la organización científica Smithsoniano en los Estados Unidos, para que se determinara su antigüedad, tamaño y peso. Dicha información fue trasmitida por televisión en un programa con duración dos hora y media conducido por el director de noticias de la cadena local Ecuavisa, Alfonso Espinoza.
En Calvillo, Aguascalientes, Soyopa, Sonora. México
En la comunidad de Calvillo, Aguascalientes, México se encontraron fortuitamente una osamentas de gigantes como lo relata un gran amigo investigador y escrito Scott Corrales de Pensilvania, Estados Unidos en su articulo "En Pos de los Gigantes".
"En 1975, Pedro Ferriz, locutor de televisión e investigador del fenómeno OVNI, visitó la comunidad de Calvillo, Aguascalientes (en la costa del Pacífico, famosa por sus laberintos y cuevas inexploradas) para inspeccionar algunos petroglifos en el terreno de Víctor Martínez, un campesino local. Martínez informó al investigador que tenía sus dudas acerca del petroglifo, al que consideraba de mal agüero."
"Cuando Ferriz le pidió una aclaración, Martínez explicó que se había topado con las antiguas osamentas de dos hombres descomunalmente grandes mientras que araba la tierra. Martínez fue a Calvillo a dar parte sobre su hallazgo, pero se encontró que la policía quería imputarle el crimen de haber dado muerte a ambos gigantes y encarcelarlo. Sin embargo, el campesino logró escabullirse del trance. Regresó a su finca y quemó los huesos."
En Soyopa, Sonora. México
La huella Burdick
En dicho artículo Scott narra también un descubrimiento en Soyopa, Sonora, y Culiacán, México.
"El poblado de Soyopa, en el estado de Sonora, México, también produjo restos gigantes: en 1930, mientras que un grupo de labriegos deshierbaba un parcela de terreno a poca distancia del río Yaqui, lejos de ahí desenterraron un cementerio antigüo en el cual yacían los restos de hombres de más de 2 metros de alto, "enterrados fila por fila" (New York Times, 2 de diciembre, 1930). Cuatro años más tarde, el arqueólogo Paxton Hayes desenterraría los restos de "una raza de gigantes" en una cueva cerca de Barranca del Cobre (que es hoy un parque nacional) a escasas horas de viaje de los puertos de Los Mochis, Culiacán.
Otro insólito y fantástico descubrimiento lo declara el Ing. Mario J. Dondé originario de Mérida Yucatán, México y dice:
"Hace algún tiempo se halló una tumba ocupada por cinco hombres dispuestos en círculo y en posición vertical, semimomificados, al parecer rubios y envueltos en tela que se dice es sintética… Los cadáveres miden dos y medio metros y como dichos caracteres semánticos no corresponden a ningún grupo humano que haya habitado la región, se atribuyen a seres extraterrestres."
El Ing. Dondé afirmó que el lugar se encuentra cerca del poblado de Parras, Coahuila, México, un campesino de uno 35 años apoya estas declaraciones, quien dice que también tuvo contacto directo con el caso hacía cuatro años:
"Fuimos todos llevados a los puntos altos de las montañas que se encuentran en derredor de San Pedro, A mi me toco ir a la Sierra de Delicias, punto situado a unos 70 Kms. De San Pedro sobre la carretera a Cuatro Ciénegas, cuando llegamos nos instalamos; al poco tiempo buscamos donde dormir, y unos señores encontraron una cueva que nos enseñaron llenos de terror a los cinco padres de familia que buscábamos dónde alojar a nuestros parientes…Nos juntamos todos y entramos a la cueva, y allí vimos un esqueleto de un hombre; medía como tres o cuatro metros de altura; para evitar el pánico, y utilizando las puntas de flechas que había cerca, el cadáver fue destrozado y los huesos arrojados lejos para poder usar la cueva como refugio."
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