por lupa » Mié Ene 03, 2007 8:39 pm
Textos sagrados y sus coincidencias:
Alejandría, ciudad egipcia en el Mediterráneo (fundada por Alejandro Magno en el año 331 a. C.) fue en tiempos de los Ptolomeos el centro artístico y literario no sólo de Oriente sino de todo el mundo conocido de la época. En ella se daban cita los más brillantes cerebros de la antigüedad, con el fin de intercambiar las ideas y los conocimientos que, luego del oscuro período medieval, serían redescubiertos por los genios del Renacimiento. El eje de este gran mundo cultural que bullía en la ciudad más importante de esa lejana "edad dorada" de las ciencias y de las artes, gravitaba en tomo a una gran biblioteca que la hizo famosa hasta nuestros días: la célebre Biblioteca de Alejandría. En ella reposan los máximos logros del conocimiento humano de entonces Se dice que el caudal de sus millares de libros (pergaminos arrollados en forma de puro) aumentaba continuamente entre otras cosas, porque existía una ley que obligaba a confiscar los libros de toda embarcación que arribara a ese importante puerto mediterráneo. Luego de ser copiados minuciosamente, los libros eran devueltos sus dueños y sólo hasta entonces se les permitía zarpar.
Para desgracia de la humanidad, esta valiosa biblioteca no pudo sobrevivir a los estragos de las guerras. Incendiada por primera vez por los soldados de César, ardió de nuevo en el año 380 d.C. Sus últimos restos fueron destruidos por el califa Omar, en el año 641, perdiéndose para siempre este invaluable tesoro cultural que albergaba para la posteridad los grandes logros del pensamiento y ciencia del pasado.
De esta forma, conocimientos que han costado a generaciones enteras de sabios e investigadores grandes esfuerzos y sacrificios el obtenerlos, en esas "épocas de oro" por las que fugazmente ha pasada la humanidad, se han esfumado en cuestión de años o días al caer en manos de las hordas fanáticas que prevalecen en los períodos oscuros y decadentes por los que continuamente atraviesa la historia humana
Aún bailotea sobre las tierras de la América Central el humo que quedó después de la furiosa y sistemática quema que los sacerdotes españoles hicieron de los códices pre-colombinos en los que estaba depositada, en forma de preciosos dibujos (auténticas obras de arte) la historia y los conocimientos científicos de la excelsa cultura maya y azteca que brilló como un sol resplandeciente sobre las otras culturas mesoamericanas.
El pasado de toda una civilización fue borrado de la historia de la humanidad por la acción ciega y dogmática de un puñado de ignorantes fanáticos.
Afortunadamente, tras la Invención de la imprenta, el peligro que se cernía sobre los tesoros culturales de la humanidad ha disminuido. Hoy día, de las principales obras literarias y científicas universales existen millones de copias diseminadas en bibliotecas públicas y privadas alrededor del mundo. Con todo y eso, el peligro de una "amnesia" del pasado humano ocasionado por los estragos de una nueva época aciaga en la historia, aún prevalece. Los especialistas suponen que, tras una conflagración atómica mundial, quedarían pulverizadas las más importantes ciudades del mundo y, con ellas, todas sus bibliotecas y museos, que arderían instantáneamente bajo el intenso fuego nuclear. Por ello, algunos científicos, preocupados por esta siniestra eventualidad que podría acabar con la civilización en cuestión de minutos, se han dado a la tarea de fabricar y sepultar, a muchos metros bajo tierra, lo que ellos han denominado "cápsulas del tiempo". En el interior de recipientes sellados, hechos con acero muy resistente (que incluso soporta las más feroces radiaciones) han colocado, en microfilmes, las obras que ellos consideran fundamentales para la cultura universal actual, junto con diagramas, fotografías y gráficos de los logros científicos y tecnológicos de los últimos tiempos. Confían en que, tras una guerra nuclear devastadora, los sobrevivientes (o su descendencia) podrían desenterrar estas cápsulas y reconstruirían nuevamente, gracias a ellas, la historia y la cultura, sin tener que comenzar desde el principio.
Una idea genial que hubiera sido muy original de no ser porque la sabiduría antigua se le adelantara en muchos siglos.
Los Mitos: Cápsulas del tiempo con el conocimiento trascendente del pasado
Que los grandes conocimientos no son sólo transmisibles por la vía escrita sino también la oral directa, lo descubrieron los sabios del pasado que quisieron transmitir sus grandes logros intelectuales a las generaciones futuras, a través de todas las épocas. Conscientes de esos "períodos negros" por los que, inevitable y cíclicamente pasa la humanidad, estos sabios crearon unas auténticas "cápsulas del tiempo" las cuales, en forma inocentes y divertidas historias fabulescas, rescataban y trascendían a la vez, los conocimientos cosmogónicos través del tiempo, sin ningún peligro ser destruidos por el fanatismo ignorante y ciego. De esta forma fue como nacieron los mitos.
Buscando una significación etimológica a este vocablo en el diccionario Larousse encontramos que esta obra lo define como "tradición alegórica que tiene, como base un HECHO REAL". Y precisamente como relatos de hechos reales es como las diferentes culturas originarias de los cinco continentes (tanto las del pasado como actuales aborígenes) ven a la tradición mitológica de sus pueblos. Muy diferente esto del concepto que, en torno al mito, tiene el hombre contemporáneo, al que califica como relatos ficticios y fabulescos por medio de los cuales los "ignorantes" pueblos de la antigüedad trataban de explicar las fuerzas y fenómenos de la naturaleza que no comprendían, tales cómo los terremotos, los tornados y los eclipses, atribuyendo su causa a imaginarios e inexistentes dioses del Universo. Afortunadamente las revelaciones que la mitología comparada nos ofrece en relación con las grandes coincidencias existentes entre mitos de orígenes muy diversos (sugiriendo un origen común universal a todos ellos) y el colofón que a ello han dado algunos descubrimientos recientes de orden científico en relación con el génesis del Universo, la Tierra y el Hombre, hacen que esa actitud cerrada y racionalista hacia lo que revela la mitología universal, tienda a cambiar paulatinamente, despertando el asombro de las estudiosos y científicos que empiezan a vislumbrar, en el trasfondo dé esos "ingenuos relatos míticos" del pasado, profundos conocimientos que concuerdan con las modernas teorías y descubrimientos de la ciencia contemporánea.
Prometeo, Adán... y el eslabón perdido
Una de las coincidencias mitológicas más asombrosas que el autor de este artículo ha podido encontrar por medio de la llamada mitología comparada, es la que se puede encontrar en dos versiones aparentemente diferentes sobre la creación del hombre (o su inteligencia) como lo son la hebrea y la griega, y los vínculos que estos dos relatos parecen tener con los más recientes descubrimientos antropológicos que tratan de develar el origen de nuestra especie.
Cuenta el mito griego que, tras ganarle la guerra a su padre Cronos por el dominio del universo, Zeus se asentó en el trono Olímpico y, desde ahí, estableció jerarquías de dioses a su servicio, olvidándose despectivamente de brindar sus favores a la raza humana a la que mantenía en la oscuridad, negándole el fuego del Olimpo. Prometeo, un semi-dios de nobles sentimientos y amigo de los hombres, se apiadó de ésta y fue a rogar al Dios Supremo que les concediera el preciado fuego divino. Zeus se negó repetidas veces a atender la solicitud de Prometeo, alegando que con el poder que les daría el fuego, los hombres intentarían algún día igualarlo. Dispuesto a ayudar a sus protegidos a toda costa, el semi-dios aprovechó una ocasional ausencia de Zeus para robar un poco del fuego divino que flameaba en una gran pira en medio del Olimpo. Hecho esto, descendió a la Tierra siendo recibido con gran júbilo por toda la humanidad quien, gracias la osadía de su benefactor, pudo vencer al fin la oscuridad, contando para siempre con los beneficios que le brindaría el fuego robado a los dioses. En castigo a su atrevimiento, Zeus ordenó que encadenaran a Prometeo a las montañas del Cáucaso, en donde un buitre cada noche le corroía las entrañas en un suplicio interminable. Para "sabotear" los beneficios que a los hombres había traído tan valioso regalo, Zeus envió a la Tierra a una hermosa mujer llamada Pandora, portando una caja como presente para los mortales y como prueba de un pacto de paz entre la especie humana y sus dioses creadores. Sin sospechar las malévolas intenciones del Dios Supremo, los hombres abrieron jubilosos la caja da Pandora y, en el acto, de ella escaparon el odio, la envidia, las pestes, el hambre, la codicia, las guerras, la miseria y todos los males que afligen a la humanidad.
Fue ese el castigo que Zeus infringió los hombres; el precio que la Humanidad tuvo que pagar por obtener el don del "fuego divino". Comparando esta narración lo que hallamos en el Génesis de la Biblia Hebrea, referente a la creación nuestros "primeros padres", vemos que las coincidencias de fondo son asombrosas: Dios creó a Adán y Eva en un estado beatitud e inocencia absolutas. La primera pareja vivía entonces en una especie de "oscuridad" mental, similar a la otra oscuridad descrita en el mito griego. El Dios de la Biblia hebrea prohíbe a estos primeros humanos que prueben el fruto del árbol de la ciencia "del Bien y del Mal". Este "fruto" bíblico encuentra su símil en el fuego divino del mito griego, también prohibido a los hombres por el Díos Supremo Zeus. Inmediatamente entra en escena el personaje "saboteador". En la Biblia el demonio en forma de serpiente, que sugiere a Eva probar el fruto prohibido, para "ser como dioses", es la contraparte del Prometeo de la versión griega. Luego de que Eva prueba el fruto y le da de comer a su esposo, se hacen conscientes y sienten vergüenza de su desnudez, es decir, obtienen la luz (el fuego) del entendimiento. Enterado de esta desobediencia, el Dios supremo monta en cólera y, en castigo, condena a la serpiente a morder para siempre el polvo de la tierra. Y a los primeros padres, privados de su beatitud, los condena el martirio y al sufrimiento. El hombre tendrá que ganar, a partir de ese instante, el pan "con el sudor de su frente" y la mujer "parirá a los hijos con dolor". Comienzan aquí, entonces, los males que afligen a la humanidad por culpa del pecado original. La expulsión del paraíso, en la versión hebrea, equivale a la apertura de la caja de Pandora del mito griego que esparció los males y sufrimientos que acabaron con la felicidad inocente del hombre primordial.
Está claro entonces que los elementos centrales que figuran en estos dos relatos, como lo son el "fuego divino" del mito griego, y el "fruto prohibido" del génesis bíblico hebreo, son definiciones simbólicas que se dan a un mismo elemento. Si los hombres estaban en la "oscuridad" no era la oscuridad derivada de la falta de luz física sino de la LUZ DEL ENTENDIMIENTO. Los hombres estaban en la OSCURIDAD de la inconsciencia y la ignorancia, como Adán y Eva en el Paraíso. Por lo mismo, el fuego de Prometeo roba a los dioses del Olimpo y regala a los hombres no es el fuego físico; es el FUEGO DE LA INTELIGENCIA, el "fuego divino" que diferencia al hombre de las bestias y lo hace a "imagen y semejanza" de su creador: El mismo "fruto prohibido" que, según la serpiente bíblica, haría que los hombres se hicieran como dioses. Hoy vemos la comprobación de estas grandes verdades en los actuales avances científicos y tecnológicos derivados del gran desarrollo intelectual del Hombre, los cuales lo colocan en un papel deífico: En la era cibernética, el Hombre ya crea seres inteligentes a su "imagen y semejanza", y con el poder que le han dado sus profundos conocimientos del Universo, está en capacidad tanto de manipular y recrear la vida en los laboratorios, como de destruir al planeta entero con las letales armas que le ha proporcionado una auténtica ciencia "del bien y del mal". Y si el hombre actual no avanza tanto como se lo permite su prácticamente ilimitada capacidad creadora ¿no se debe ello a que distrae recursos y tiempo valioso en resolver problemas de pestes, hambrunas, rebeliones y guerras devastadoras suscitados por su orgullo y su egoísmo, mismos males que escaparon de la "Caja de Pandora"… los que se encontró después de su expulsión del "Paraíso terrenal"?
Cabe ahora preguntar: ¿Qué vínculo tienen estas curiosas "coincidencias" mitológicas con lo que revelan los más avanzados descubrimientos antropológicos en torno al origen y la evolución del hombre? Veamos:
La antropología moderna, basada en gran parte en los postulados darwiníanos, ha luchado afanosamente por reconstruir el camino ascendente de nuestra especie desde que, de un antiquísimo ramal de los mamíferos que dio origen a los primeros primates, se desprendieron dos sub ramas paralelas que siguieron caminos independientes, dando origen una de ellas a los grandes monos actuales (gorilas, orangutanes, chimpancés, bonobos, gibones, etc.) y la otra a los primeros antepasados del hombre. Esta última tuvo a su vez nuevas bifurcaciones, muchas de las cuales acabaron extinguiéndose, sobreviviendo unas pocas variedades, entre la que, es cuentan el llamado "hombre de Neanderthal", una especie de homo bastante evolucionado y con un alto grado de inteligencia, aunque todavía muy lejos del hombre actual en capacidad craneana. Súbitamente esta especie se extingue y, también en forma repentina, surge una nueva especie de Homo tan evolucionado, que casi en nada se diferencia intelectual y anatómicamente del hombre moderno. Nos referimos al llamado "hombre de Cro-Magnón". El salto evolutivo que se da entre estas dos especies humanas es tan rápido y abismal, que los antropólogos han tratado de encontrar los fósiles de la raza que sirvió de "puente" entre las mismas, sin resultados positivos hasta el presente.
Aparentemente el paso del hombre de Neanderthal al de Cro-Magnón fue tal y como lo revelan los fósiles hallados hasta la fecha: brusco y repentino. Pera algo tan aberrante no encaja dentro del concepto que se tiene en torno a la evolución de las especies vivientes, en este caso la nuestra, desde sus etapas pre homínidas hasta su configuración actual. Pese a que, según se dice, un hombre de Neanderthal, acicalado, vestido y afeitado causaría pánico entre las gentes de esta época, un hombre de Cro-Magnón en cambio, ataviado con indumentarias modernas, pasaría inadvertido por su gran parecido con el Hombre actual. Un avance evolutivo tal solo puede darse hoy día con métodos artificiales de ingeniería genética. Todo da a entender entonces, que "algo" o "alguien" intervino en el proceso evolutivo natural del hombre. Algo o alguien que, de la noche a la mañana, lo dio a nuestra especie la capacidad intelectual que ahora tiene, y que la hizo erigirse como la dueña absoluta del planeta. ¿No es curiosa la coincidencia entro este descubrimiento de la Antropología contemporánea y los mitos de Prometeo y Adán? ¿Eran acaso los neanderthales esos hombres que estaban en la "oscuridad" cuasi-bestial y que, luego de recibir el "fuego divino" (el fuego de la inteligencia) traído por Prometeo, los convirtieron en los hombres de Cro-Magnón con una capacidad física y una configuración anatómica erecta y esbelta como la que tenemos los hombres actuales?
¿Fueron los hombres de Neanderthal ese simbólico Adán "inocente" de la Biblia? ¿Y el hombre de Cro-Magnón, evolucionado e inteligente, representa acaso al desobediente Adán que probó el "fruto prohibido" y por ello fue expulsado del paraíso de la inocencia?
En su obra llevada al cine "2001, Una odisea espacial", el autor y científico Arthur Clarke narra que, en la alborada del hombre, cuando nuestros antepasados eran monos cuasi-racionales, fueron transformados en seres inteligentes en una forma repentina por un monolito dejado ante la caverna de un grupo de estos antropoides, por ignotos seres venidos del espacio exterior. Las vibraciones que emite el misterioso monolito pronto enciende la inteligencia da los monos, dándoles el "toque humano" que lanza a la vertiginosa carrera evolutiva que culmina con los actuales viajes espaciales.Aparentemente el paso del hombre de Neanderthal al de Cro-Magnón fue tal y como lo revelan los fósiles hallados hasta la fecha: brusco y repentino. Pera algo tan aberrante no encaja dentro del concepto que se tiene en torno a la evolución de las especies vivientes, en este caso la nuestra, desde sus etapas pre homínidas hasta su configuración actual. Pese a que, según se dice, un hombre de Neanderthal, acicalado, vestido y afeitado causaría pánico entre las gentes de esta época, un hombre de Cro-Magnón en cambio, ataviado con indumentarias modernas, pasaría inadvertido por su gran parecido con el Hombre actual. Un avance evolutivo tal solo puede darse hoy día con métodos artificiales de ingeniería genética. Todo da a entender entonces, que "algo" o "alguien" intervino en el proceso evolutivo natural del hombre. Algo o alguien que, de la noche a la mañana, lo dio a nuestra especie la capacidad intelectual que ahora tiene, y que la hizo erigirse como la dueña absoluta del planeta. ¿No es curiosa la coincidencia entro este descubrimiento de la Antropología contemporánea y los mitos de Prometeo y Adán? ¿Eran acaso los neanderthales esos hombres que estaban en la "oscuridad" cuasi-bestial y que, luego de recibir el "fuego divino" (el fuego de la inteligencia) traído por Prometeo, los convirtieron en los hombres de Cro-Magnón con una capacidad física y una configuración anatómica erecta y esbelta como la que tenemos los hombres actuales?
¿Fueron los hombres de Neanderthal ese simbólico Adán "inocente" de la Biblia? ¿Y el hombre de Cro-Magnón, evolucionado e inteligente, representa acaso al desobediente Adán que probó el "fruto prohibido" y por ello fue expulsado del paraíso de la inocencia?
En su obra llevada al cine "2001, Una odisea espacial", el autor y científico Arthur Clarke narra que, en la alborada del hombre, cuando nuestros antepasados eran monos cuasi-racionales, fueron transformados en seres inteligentes en una forma repentina por un monolito dejado ante la caverna de un grupo de estos antropoides, por ignotos seres venidos del espacio exterior. Las vibraciones que emite el misterioso monolito pronto enciende la inteligencia da los monos, dándoles el "toque humano" que lanza a la vertiginosa carrera evolutiva que culmina con los actuales viajes espaciales.Sin duda alguna, la obra de Clarke trata de transmitir un mensaje muy revelador sobre el verdadero origen del hombre moderno, que va dirigido a las inteligencias más esclarecidas del planeta. ¿Qué cosas ha descubierto al señor Clarke (científico de renombre, miembro de la Sociedad Interplanetaria Británica y apasionado estudioso de temas esotéricos) sobre los conocimientos contenidos en la simbología mitológica universal en torno a nuestros orígenes como especie? ¿Qué descubrimiento antropológico ha llevado a los controvertidos investigadores Erick Von Daniken y Zecharía Zitchin a formular la teoría de que los hombres actuales son producto de una manipulación genética hecha en la noche de los tiempos, a nuestros antepasados pre-homínidos por seres venidos de las estrellas? ¿Son estos seres espaciales el tal Prometeo griego o el demonio en forma de serpiente del relato bíblico? Cabe aquí señalar otra "coincidencia" entre estos dos personajes míticos: la raíz etimológica de la palabra "Lucifer" (nombre del demonio que tentó a Adán y Eva) significa "portador del fuego" o "portador de la llama", forma en que es representado Prometeo en el arte universal, portando en sus manos el fuego que robó del Olimpo. Los paralelismos entre estos dos personajes, culpables del despertar intelectual del ser humano, no pueden ser más elocuentes.
Hemos citado sólo dos casos de "vínculos directos" de los muchos que, a todo lo largo y ancho del planeta, existen en la mitologías, las tradiciones y las leyendas de las diferentes culturas universales. Al descorrerse velo del Misterio que cubre el significado del simbolismo mitológico universal, la ciencia oficial se sobrecoge de asombro ante las revelaciones de esos mismos "cuentos fabulosos" que motivaban su burla y desprecio hace tan solo unas décadas y que sin duda, contienen la claves sobre los secretos que aún existen en torno al origen de nuestra especie, su evolución y destino final
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(cosa de mamados)por lo tanto y a modo de ejemplo sus ideas y/teologias se autodescartan,desde el momento en q' empeze a dudar de toda la mentira religiosa judeocristina hasta ahora nada es comprobable a no ser de un origen egipcio/mesopotamico/valle del indo y luego un desparramo q' lleva a la creaciòn de mentiras,fàbulas y cuentos p' robarle la plata a la gente,hacer poder e influir terrenalmente,obviamente q' cuando màs de dos nos unimos a orar va a prevalecer lo espiritual,pero no es lo q' yo precisamente discuto.
