Para compartirlo

Si al pensar existimos, al filosofar comprendemos esa existencia.

Moderador: Arkantos

Notapor Andres » Vie Feb 17, 2006 9:48 am

Vive

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.

No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.

No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras
y las poesías sí pueden cambiar el mundo.

Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.

La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima, nos enseña,
nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia.

Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tú puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.

No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.

No te resignes.
Huye.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo",
dice el poeta.

Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.

Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.

Vívela intensamente, sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.

Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros "poetas muertos",
te ayudan a caminar por la vida.

La sociedad de hoy somos nosotros
Los "poetas vivos".
No permitas que la vida te pase a ti
sin que la vivas ....

Walt Whitman
Andres
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Notapor Andres » Vie Feb 17, 2006 9:57 am

"Usted es nada, puede tener su nombre, y su titulo, su propiedad y su cuenta bancaria, puede tener poder y ser famoso, pero a pesar de todos esos resguardos, usted es nada.
Quizás este completamente consciente de esta vacuidad, de esta nada y quizás no quiera tomar consciencia de ella, pero ella esta ahí. Haga lo que hiciese usted para evitarlo. Puede intentar escapar de manera tortuosa, mediante la violencia personal o colectiva, el culto personal o colectivo, el conocimiento, las diversiones, pero ya sea que este dormido o despierto, esa nada esta siempre ahí, usted puede descubrir la relación con esta nada y el miedo que la acompaña únicamente si esta alerta, sin opción alguna a los escapes, no tiene relación con ella, como si usted fuera una entidad separada, individual, no es el observador que la observa, sin usted el pensador, el observador, ella no existe, usted y la nada son una sola cosa, son un fenómeno conjunto, no dos fenómenos separados.
Si usted el pensador, tiene miedo a la nada, la aborda como algo contrario que se opone a usted, entonces cualquier acción que puede emprender al respecto debe conducir inevitablemente a la ilusión, y a mas conflicto y desdicha, cuando descubre y experimenta que esa nada es usted, entonces el miedo - que existe solo cuando el pensador esta separado de sus pensamientos y trata de establecer una relación con ellos - desaparece completamente...."

J.K


Refugiate en la nada, porque eres nadie
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Notapor Andres » Vie Feb 17, 2006 10:01 am

" El árbol que andas buscando a veces se llama sol,
o también lago, o nube.
Pero también puedes llamarlo mar, arena o viento.
En cada uno de ellos encuentras el árbol de la vida.
Lo que te ha engendrado está producido por otro,
y así sucesivamente.
Lo que tú llamas padre, para otro es hijo.
Si te atienes a los nombres pierdes de vista el Uno.
Los nombres son muchos, mientras que el Uno es único.
Ese es el árbol que estás buscando.
Te has tomado tu misión al pie de la letra,
por eso has fracasado.
Así fue como descubrió las raíces del árbol,
buscando en su propio corazón. "


Rumi :wink:

El camino hacia el infierno esta sembrado de buenas intenciones.
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Notapor Andres » Mié Feb 22, 2006 2:33 pm

"Del Jefe Indio de Seattle al presidente de los EEUU, en el siglo XIX, tras una oferta de compra de sus tierras".

El gran Jefe de Washington nos envía un mensaje para hacernos saber que desea comprar nuestra tierra. También nos manda palabras de hermandad y de buena voluntad. Agradecemos el detalle, pues sabemos que no necesita de nuestra amistad. Pero vamos a considerar su oferta, porque también sabemos de sobra que, de no hacerlo así, quizá el hombre blanco nos arrebate la tierra con sus armas de fuego.

Pero... ¿Quién puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra?. Esa idea es para nosotros extraña. Ni el frescor del aire, ni el brillo del agua son nuestros. ¿Cómo podría alguien comprarlos?. Aún así, trataremos de tomar una decisión.

Mis palabras son como las estrellas: eternas, nunca se extinguen. Teneis que saber que cada trozo de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada aguja de un abeto, cada playa de arena, cada niebla en la profundidad de los bosques, cada claro entre los árboles, cada insecto que zumba es sagrado para el pensar y sentir de mi pueblo. La savia que sube por los árboles es sagrada experiencia y memoria de mi gente.
Los muertos de los blancos olvidan la tierra en que nacieron cuando desaparecen para vagar por las estrellas. Los nuestros, en cambio, nunca se alejan de la tierra, pues es la madre de todos nosotros. Somos una parte de ella, y la flor perfumada, el ciervo, el caballo, el águila majestuosa, son nuestros hermanos. Las escarpadas montañas, los prados húmedos, el cuerpo sudoroso del potro y el hombre..., todos pertenecen a la misma familia.

Por eso, cuando el Gran Jefe de Washington nos envió el recado de que quería comprar nuestra tierra, exigía demasiado de nosotros. El Gran Jefe nos quiere hacer saber que pretende darnos un lugar donde vivir tranquilos. Él sería nuestro padre, y nosotros seríamos sus hijos. ¿Pero eso será posible alguna día?. Dios debe amar a vuestro pueblo y abandonado a sus hijos rojos.

Él ha enviado máquinas para ayudar al hombre blanco en su trabajo, y con ellas se construyen grandes poblados. Él hace que vuestra gente sea, día a día, más numerosa. Pronto invadiréis la tierra, como ríos que se desbordan desde las gargantas montañosas, como una inesperada lluvia. Mi pueblo, sin embargo, es como una corriente desbordada, pero sin retorno. No, nosotros somos razas diferentes. Nuestros hijos y los vuestros no juegan juntos, y vuestros ancianos y los míos no cuentan las mismas historias. Dios os es favorable, y nosotros nos sentimos huérfanos. Aun así, meditaremos sobre vuestra oferta de comprarnos la tierra. No será fácil, porque esta tierra es sagrada para nosotros.

Nos sentimos alegres en estos bosques. Ignoro el por qué, pero nuestra forma de vivir es diferente a la vuestra. El agua cristalina, que corre por los arroyos y los ríos no es sólo agua, es también la sangre de nuestros antepasados. Si os la vendiéramos tendríais que recordar que es sagrada, y enseñarlo así a vuestros hijos. De hecho, los ríos son nuestros hermanos. Nos libran de la sed, arrastran nuestras canoas y nos procuran alimento. Cada imagen que reflejan las claras aguas de los lagos son el recuerdo de los hechos que ocurrieron y la memoria de mis gentes. El murmullo del agua es la voz del padre de mi padre.

Así es, Padre Blanco de Washington: los ríos son nuestros hermanos. Si os vendemos nuestra tierra, tendreis que recordar y enseñar a vuestros hijos que los ríos son nuestros hermanos -y en adelante, los vuestros- y tratarlos con el mismo cariño que se trata a un hermano.

Es evidente que el hombre blanco no entiende nuestra manera de ser. Os es indiferente una tierra que otra porque no la ve como a una hermana, sino como a una enemiga. Cuando ya la ha hecho suya, la desprecia y la abandona. Deja atrás la tumba de sus padres sin importarle. Saquea la tierra de sus hijos y le es indiferente. Trata a su madre -la Tierra- y a su hermano -el firmamento- como a objetos que se compran, se usan y se venden como ovejas o cuentas de colores. Hambriento, el hombre blanco acabará tragándose la tierra, no dejando tras de sí más que un desierto. Mi gente siempre se ha apartado del ambicioso hombre blanco, igual que la niebla matinal en los montes cede ante el sol naciente. Pero las cenizas de nuestros antepasados, sus tumbas, son tierra santa, y por eso estas colinas, estos árboles, esta parte del mundo, nos es sagrado.

No sé, pero nuestra forma de ser es muy diferente de la vuestra. Quizás sea porque soy lo que vosotros llamais "un salvaje" y, por eso, no entiendo nada.

La vista de vuestras ciudades hiere los ojos de mi gente. Quizá porque el "Piel Roja" es un salvaje y no lo comprende. No hay silencio alguno en las ciudades de los blancos, no hay ningún lugar donde se pueda oír crecer las hojas en primavera y el zumbido de los insectos. No hay un solo sitio tranquilo en las ciudades del hombre blanco. Ningún lugar desde el que poder escuchar en primavera el brote de las hojas o el revolotear de un insecto. Tal vez sea porque soy lo que llamais "un salvaje" y no comprenda algunas cosas... El ruido de vuestras ciudades es un insulto para el oido de mi gente y yo me pregunto ¿Qué clase de vida tiene el hombre que no es capaz de escuchar el grito solitario de la garza o el diálogo nocturno de las ranas en un estanque?. Mi pueblo puede sentir el suave susurro del viento sobre la superficie del lago, el olor del aire limpio por el rocío de la mañana y perfumado al mediodía por el aroma de los pinos. El aire es de gran valor para nosotros, pues todas las cosas participan del mismo aliento: el animal, el árbol, el hombre, todos. El hombre blanco parece no dar importancia al aire que respira, a semejanza de un hombre muerto desde hace varios días, embotado por su propio hedor. Pero, si os vendemos nuestra tierra, no olvidéis que tenemos el aire en gran estima, que el aire comparte su espíritu con la vida entera. El viento dio a nuestros padres el primer aliento, y recibirá el último. Y el viento también insuflará la vida a nuestros hijos. Y si os vendiéramos nuestra tierra, tendríais que cuidar el aire como un tesoro y cuidar la tierra como un lugar donde también el hombre blanco sepa que el viento sopla suavemente sobre la hierba en la pradera.

Cuando el último de entre mi gente haya desaparecido, cuando su sombra no sea más que un recuerdo en esta tierra -aun entonces- estas riberas y estos bosques estarán poblados por el espíritu de mi pueblo, porque nosotros amamos este paisaje del mismo modo que el niño ama los latidos del corazón de su madre.

Si decidiese aceptar vuestra oferta, tendría que poneros una condición: que el hombre blanco considere a los animales de estas tierras como hermanos. Soy lo que llamais "un salvaje" y no comprendo vuestro modo de vida, pero he visto miles de búfalos muertos, pudriéndose al sol en la pradera. Muertos a tiros, sin sentido, desde las caravanas. Yo soy un salvaje y no puedo comprender cómo una máquina humeante -el caballo de hierro- puede importar más que el búfalo, al que sólo matamos para sobrevivir. ¿Qué es el hombre sin animales? Si todos los animales desaparecieran el hombre también moriría en la soledad de su espíritu. Lo que le suceda a los animales tarde o temprano le sucederá también al hombre. Todas las cosas están estrechamente unidas.

Debeis enseñar a vuestros hijos lo que nosotros hemos enseñado a los nuestros: que la Tierra es su madre. Lo que le ocurre a la Tierra también le ocurre a los hijos de la Tierra. Si los hombres escupen en el suelo, se escupen a sí mismos.

Nosotros sabemos que la tierra no pertenece al hombre, que es el hombre el que pertenece a la Tierra. Lo sabemos muy bien, Todo está unido entre sí, como la sangre que une a una misma familia. El hombre no creó la trama de la vida, es sólo una fibra de la misma. Lo que haga con ese ese tejido, se lo hace a si mismo. No, el día y la noche no pueden vivir juntos.

Tenéis que enseñar a vuestros hijos que el suelo que está bajo sus pies contiene las cenizas de los nuestros. Para que respeten la tierra, contadles que la tierra contiene las almas de nuestros antepasados. Nuestros muertos siguen viviendo entre las dulces aguas de los ríos, y regresan, de nuevo, con cada suave paso de la Primavera, y sus almas van con el viento que sopla, rizando la superficie del lago.

Consideramos la posibilidad de que el hombre blanco nos compre nuestra tierra. Pero mi pueblo pregunta: ¿Qué es lo que quiere el hombre blanco? ¿Cómo se puede comprar el Cielo, o el calor de la tierra, o la velocidad del antílope?. ¿Cómo vamos a vender todo esto y cómo vais a poder comprarlo?. Acaso podréis hacer con la tierra lo que queráis, sólo porque firmemos un pedazo de papel y se lo entreguemos al hombre blanco?. Si nosotros no poseemos el frescor del aire, ni el resplandor del agua, cómo vais a poder comprarlo? ¿Es que, acaso, podéis comprar los búfalos cuando ya hayais matado al último?. Consideraremos la oferta. Sabemos que si no os la vendemos vendrá el hombre blanco y se apoderará de nuestra tierra.

Sabemos una cosa que, tal vez, el hombre blanco descubra algún día: nuestro Dios es vuestro Dios. Podeis pensar que ahora Él os pertenece, de igual manera que hoy deseais que nuestras tierras sean vuestras.. Pero no es así. Él es el Dios de todos los hombres y su amparo alcanza por igual a mi gente y a la vuestra.

Consideraremos vuestra oferta de que vayamos a una reserva. Queremos vivir aparte y en paz. No importa dónde pasemos el resto de nuestros días. Nuestros hijos verán a sus padres sumisos y vencidos. Nuestros guerreros estarán avergonzados. Después de la derrota pasarán sus días en la holganza, y envenenarán sus cuerpos entre comida y alcohol. No importa dónde pasemos el resto de nuestros días. No quedan ya muchos. Sólo algunas horas -un par de inviernos- y no quedará ningún hijo de la gran estirpe que en otros tiempos vivió en esta tierra, y que ahora en pequeños grupos viven dispersos por el bosque, para gemir sobre las tumbas de su pueblo. Un pueblo que en otros tiempos fue tan poderoso y tan lleno de esperanza como el vuestro.

¿Pero, por qué entristecerse por la desaparición de una nación? Las naciones están hechas por hombres. Es así. Los hombres aparecen y desaparecen como las olas del mar. Ni siquiera el hombre blanco, cuyo Dios pasea y habla con él de amigo a a migo, queda exento del destino común de las cosas. Después de todo, quizás seamos hermanos. Ya veremos...

También los blancos desaparecerán, y quizá antes que otras estirpes. Continuad contaminando y corrompiendo vuestro lecho y cualquier noche morireis ahogados en vuestra propia suciedad. Eso sí..., caminareis hacia la extinción rodeados de gloria y espoleados por la creencia en un Dios que os da poder sobre la Tierra y sobre los demás hombres. Cuando todos los búfalos se hayan ido, los caballos salvajes hayan sido domados, el rincón más secreto del bosque invadido por el ruido de la multitud, y la visión de las colinas esté manchada por los alambres parlantes (*), cuando desaparezca la espesura y el águila se extinga, habrá que decir adiós al caballo veloz y a la caza.

Será el final de la vida y el comienzo de otra. Por algún motivo que se me escapa, Dios os concedió el dominio sobre los animales, los bosques y los Pieles Rojas. Quizá podríamos comprenderlo si supiésemos qué es lo que sueña el hombre blanco, qué ideales ofrece a los hijos en las largas noches de invierno, y qué visiones bullen en su imaginación, hacia las que tienden el día de mañana.

Pero nosotros somos "salvajes". Los sueños del hombre blanco nos están vedados. Y porque nos están ocultos, nosotros vamos a seguir nuestro propio camino. Pues, ante todo, estimamos el derecho que tiene cada ser humano a vivir tal como desea, aunque sea de modo muy diverso al de sus hermanos. No es mucho lo que nos une.

Consideraremos vuestra oferta...

Si aceptamos es sólo por asegurarnos la reserva que habéis prometido. Quizá, allí podamos acabar los pocos días que nos quedan, viviendo a vuestra manera. Cuando el último Piel Roja de esta tierra desaparezca y su recuerdo sea solamente la sombra de una nube sobre la pradera, todavía estará vivo el espíritu de mis antepasados en estas orillas y estos bosques. Pues ellos amaban esta tierra, como ama el recién nacido el latido del corazón de su madre. Si os llegáramos a vender nuestra tierra, amadla -como nosotros la hemos amado-. Cuidad de ella -como nosotros la cuidamos- y conservad el recuerdo de esta tierra tal como os la entregamos.

¿Dónde está el bosque espeso?: Desapareció. ¿Qué ha sido del águila?: Desapareció. Así se acaba la vida y sólo nos queda el recurso de intentar sobrevivir.
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Notapor Andres » Jue Feb 23, 2006 5:40 pm

Les gustan lo test de inteligencia aqui les dejo algunos:


http://www.iqtest.dk/main.swf

este es mas corto
http://www.uv.es/~buso/iq/index_es.html


http://www.mensa.es/juegosmensa/iqtest.html
http://www.psicoactiva.com/


diviértanse
:wink:
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Notapor Andres » Jue Mar 02, 2006 3:38 pm

Una buena moraleja . . .

Un profesor de ética, lleva a su clase varios objetos y los coloca
en su escritorio. Cuando da comienzo a la clase toma un frasco grande y
vacío de mayonesa y procede a llenarlo con unas cuantas piedras de regular
tamaño.

Entonces pregunta a sus estudiantes si el frasco está lleno.

Todos dicen que sí.

Entonces el profesor agarra una bolsita de municiones medianas y la
vacía en el frasco y agitando poco a poco las municiones van llenando los
espacios vacíos entre las piedras. De nuevo pregunta si el frasco está
lleno.

Todos respondieron, riéndose, que ahora sí.

El Profesor toma ahora una bolsita de arena y la va vaciando en el
frasco mientras sacude un poco.
La arena termina de llenar los espacios vacíos. "Ahora bien - dice
el profesor - quiero que reconozcan y entiendan que esto es como sus
vidas. Las piedras grandes son las cosas importantes(sus familias, sus
amigos, su salud, sus hijos), cosas que cuando todo lo demás se
pierde todavía llenarán sus vidas. Las municiones representan cosas que
cuentan algo menos, como su trabajo, su casa, su automóvil. Y la arena
sería todo lo demás, las cosas insignificantes en sus vidas. Si ustedes llenan el
frasco primero con la arena, no habrá espacio para las piedras y las
municiones.

Lo mismo ocurre con vuestras vidas. Si pierden su tiempo y energía
en pequeñeces nunca quedará espacio para las cosas que realmente deben
importarles. Ocúpense primero de las piedras y municiones, lo que
más importa. Establezcan prioridades, el resto será pura arena."

Entonces un estudiante se levanta, toma el frasco que todo el
mundo, incluido el profesor, consideran totalmente lleno y procede a
vaciar un vaso de vino y otro de cerveza dentro del mismo. Por supuesto el
vino y la cerveza rellenaron los intersticios sobrantes dentro del
frasco y verdaderamente dejó el frasco, ahora sí totalmente lleno.

¿Y la moraleja?

No importa cuán a full esté tu vida, siempre quedará espacio para
un vinito o cervecita
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Notapor Andres » Mié Mar 22, 2006 1:56 pm

El Resentimiento

El tema del día era El Resentimiento, y el maestro nos había pedido que lleváramos papas y una bolsa de plástico.

Ya en clase elegimos una papa por cada persona a la que guardábamos resentimiento. Escribimos su nombre en ella y la pusimos dentro de la bolsa. Algunas bolsas eran realmente pesadas. El ejercicio consistía en que durante una semana lleváramos con nosotros a todos lados esa bolsa de papas. Naturalmente la condición de las papas se iba deteriorando con el tiempo. El fastidio de acarrear esa bolsa en todo momento me mostró claramente el peso espiritual que cargaba a diario y cómo, mientras ponía mi atención en ella para no olvidarla en ningún lado, desatendía cosas que eran mas importantes para mí.

Todos tenemos papas pudriéndose en nuestra "mochila" sentimental. Este ejercicio fue una gran metáfora del precio que pagaba a diario por mantener el resentimiento por algo que ya había pasado y no podía cambiarse.

Me di cuenta que cuando hacía importantes los temas incompletos o las promesas no cumplidas me llenaba de resentimiento, aumentaba mi stress, no dormía bien y mi atención se dispersaba.

Perdonar y dejarlas ir me llenó de paz y calma, alimentando mi espíritu. La falta de perdón es como un veneno que tomamos a diario a gotas pero que finalmente nos termina envenenando. Muchas veces pensamos que el perdón es un regalo para el otro sin darnos cuenta que los únicos beneficiados somos nosotros mismos.

El perdón nos libera de ataduras que nos amargan el alma y enferman el cuerpo.

No significa que estés de acuerdo con lo que pasó, ni que lo apruebes. Perdonar no significa dejar de darle importancia a lo que sucedió, ni darle la razón a alguien que te lastimó. Simplemente significa dejar de lado aquellos pensamientos negativos que nos causaron dolor o enojo.

El perdón se basa en la aceptación de lo que pasó. La falta de perdón te ata a las personas con el resentimiento. Te tiene encadenado. La falta de perdón es el veneno mas destructivo para el espíritu ya que neutraliza los recursos emocionales que tienes.

El perdón es una declaración que puedes y debes renovar a diario. Muchas veces la persona mas importante a la que tienes que perdonar es a ti mismo por todas las cosas que no fueron de la manera que pensabas.

"La declaración del Perdón es la clave para liberarte".
¿Con qué personas estas resentido?
¿A quienes no puedes perdonar?
¿ Eres tú infalible y por eso no puedes perdonar los errores ajenos?

Perdona para que puedas ser perdonado, recuerda que con la vara que mides, serás medido.

"Aligera tu carga y estarás mas libre para moverte hacia tus objetivos"
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Notapor Andres » Mar Abr 04, 2006 10:00 am

I
Cuando caigas bajo el peso del dolor, cuando ya no puedas ni llorar,
piensa en el verdor que reluce tras la lluvia.
Cuando desees una noche total que se abata sobre el mundo,
piensa en el despertar de una flor.

II
Una flor tiembla en la brisa. Y un ruiseñor
le canta un apasionado himno.
¡Bebamos vino! Y olvidemos
que la brisa deshojará la flor, y se llevará el canto del ruiseñor.

III
Hoy o mañana, ya no estarás en este mundo.
Entonces pide vino y disfrútalo.
No seas insensato, comparándote a un tesoro, e imaginando
que abrirán tu sepulcro para llevarse tus restos.

IV
Si el vino es el bálsamo para las heridas,
si el vino alivia las penas del corazón,
¡Traedme todo el vino del universo
pero no me prives del dolor!

V
A un viejo sabio le pedí información sobre la suerte
de los que partieron.
Me respondió:
"Ya no volverán. No sé más. ¡Bebe vino!".

VI
El amor que no conmueve no es verdadero amor.
¿Una antorcha no ilumina, expande el calor de un brasero
acaso, tanto como quema?
El verdadero amante se consume entre el dolor y el gozo.

VII
Bebo vino igual que las raíces beben
la frescura del torrente.Alá es Alá.
Y cuando me creó sabía que yo bebería vino.
Si no bebiera, Alá estaría equivocado.

VIII
Cierra tu Corán. Piensa libremente. Mira el cielo.
Al pobre que pasa, ofrece la mitad de lo que tengas.
Perdona a los culpables. No des tristezas a nadie
y busca un refugio donde ocultarte.

IX
En esa verde llanura, la sombra del árbol parece una isla.
¡Detente ahí donde estás! Entre la ruta que elijas
y esa sombra que camina, haya tal vez
un abismo infranqueable.

X
¿Iré hoy a la taberna? Iré a sentarme en un jardín?
¿Me inclinaré sobre un libro?. Un pájaro pasa. ¿Dónde va?
Ya lo he perdido de vista. ¡Embriaguez de un pájaro en el cielo!
¡Melancolía de un hombre en la sombra fresca de una mezquita!

Omar Khayyam


Khaiame, Omar o Jayyam, Omar o Khayyam, Omar (c. 1050-1135): poeta, matemático y astrónomo persa, autor de uno de los poemas más famosos del mundo. Nació y murió en Nishapur (Persia, actual Irán). Su nombre significa ‘Omar el tendero’, por ser hijo de un fabricante de tiendas.
Como astrónomo de la corte, participó con otros científicos en la reforma del calendario; a partir de entonces se adoptó una nueva era, conocida como jalaliana o el Seliuk. Como escritor de álgebra, geometría y temas afines, Omar fue uno de los más destacados matemáticos de su época.
Sin embargo, es conocido ante todo por el poema Rubaiyyat o Rubaiatas, del que se le atribuyen unas 1.000 estrofas epigramáticas de cuatro versos que hablan de la naturaleza y el ser humano. Es ampliamente conocido como el poeta del vino.
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Notapor Andres » Mar Abr 04, 2006 10:10 am

Toma la firme resolución de no contemplar más el cielo; rodéate de
hermosas mujeres y acarícialas. ¿Dudas acaso? Muchos creyentes,
antes que tú, pronunciaron férvidas plegarias. Partieron ya, y ni
siquiera sabes si Alá los escuchó.

Olvida que deberías haber sido recompensado ayer y no lo fuiste.
¡Qué importa, sé feliz! No eches de menos ninguna cosa ni esperes
nada tampoco. Lo que ha de suceder, escrito está en el libro que
hojea, al azar, el viento de la eternidad.

Dirige la mirada a tu alrededor: no verás sino desolación y angustia.
Tus mejores amigos han muerto y la tristeza es tu sola compañía.
Mas levanta la cabeza y extiende tus manos: coge todo lo que desees
y puedas conseguir. El pasado es un cadáver que debes sepultar.


Rubaiyat
Omar Khayyam
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....

Notapor Goldmoon » Mar Abr 04, 2006 6:39 pm

Tengo Miedo

Tengo Miedo a Despertar mañana y ser la misma de hoy

Tengo Miedo a dejar de quererte

Tengo Miedo a creer que estoy bien

Tengo Miedo a voltear y ver que no estas ahi, a soñar con alguien mas

Tengo Miedo a fallarte y caer de nuevo, a olvidarte y seguir cayendo

Vivire solo para amarte
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Notapor Andres » Vie Abr 07, 2006 2:40 pm

Experiencia

Uno de los deportes tradicionales de Alaska es la tala de árboles.
Un joven que quería convertirse en un gran leñador, oyó hablar del hombre que mejor manejaba el hacha en toda la región y decidió ir a su encuentro.
-“Quiero ser su discípulo, quiero aprender a cortar árboles como usted”-
El joven aprendió las lecciones del maestro y después de algún tiempo creyó haberlo superado. Se sentía más fuerte, más ágil, y por ser más joven que su maestro, estaba seguro de vencer fácilmente al viejo leñador.
Así lo desafió en una competencia de 8 horas para saber cuál de los dos podía cortar más árboles.
El Maestro aceptó el desafío, y el joven leñador comenzó a cortar los árboles con entusiasmo y vigor. Entre árbol y árbol miraba a su Maestro, pero la mayor parte de las veces lo veía sentado. El joven volvía entonces a sus árboles, seguro de vencer, y sintiendo pena por su viejo maestro.
Al caer el día, para gran sorpresa del joven, el viejo Maestro había cortado muchos más árboles que él.
-“¿Cómo puede ser?- se sorprendió - “¡Casi todas las veces que lo miré, usted estaba descansando!”-
“No hijo mío, yo no descansaba. Estaba afilando mi hacha. Esa es la razón por la que has perdido”
La diferencia entre un hombre y otro, no se encuentra en su fuerza o en su destreza al hacer las cosas. Consiste en aprovechar las lecciones de la experiencia.
La naturaleza, decían los antiguos, “no avanza a los saltos”. Y el crecimiento “mucho menos”.
La experiencia no consiste en lo que se ha conseguido, sino en lo que se ha aprendido.
Porque lo importante no es llegar una vez, con el máximo esfuerzo.
Lo importante es conocer todos los senderos posibles para llegar siempre a la cima disfrutando del paisaje.


FM Milenium
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Notapor Andres » Vie Abr 07, 2006 2:56 pm

Van Gogh

Una tarde se reunió en un café de París un selecto grupo de críticos de arte para hablar de pintura y pintores, y para decidir a quién iban a consagrar, a quien condenar al olvido eterno, y así, impedir que los que no contaran con su aprobación, se destacaran.
Uno de ellos, el más joven, trajo a cuento el caso de un pintor que había dado algo que hablar por su vida desordenada y su estilo extravagante: “Es un mediocre”, dijo torciendo la boca y agregó: “Sólo un mediocre puede pintar más de diez cuadros en una semana”.
“Sí”- dijo otro- “la paciencia es hermana del genio”; un tercero acotó:
“Es una buena frase, puedes usarla en tu próximo artículo; yo vi a ese que dice llamarse pintor una vez, tenía ojos de miedo, y la cara toda salpicada de pintura roja, como si se hubiera brotado”...
Todos soltaron la risa, y el más joven retomó la palabra: “Debemos impedir que ese fantoche del arte asome su despeinada cabeza por la medianera de la fama”.
Otro de los críticos despectivamente agregó: “No es necesario atacarlo, es inofensivo, bastará con que lo ignoremos, nadie hablara de él”. Y dieron por terminado el asunto para pasar a temas de verdadero interés. El pintor del que habían hablado aquella tarde se llamaba Vincent Van Gogh, un artista que llegó a pintar más de 800 cuadros, y sólo pudo vender en sus 37 años de vida, una obra por unas cuantas monedas de poco valor.


Ni la indiferencia del mundo, ni la pobreza, ni la enfermedad, ni la crítica pueden hacerle perder la fe a un hombre que ha decidido cumplir sus sueños.
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Notapor Andres » Mar Abr 18, 2006 4:22 pm

El deseo es la raíz del sufrimiento

Cuando el hombre se cansa de sufrir es el momento ideal para despertar.

Buda dice: "El mundo está lleno de deseos, que generan sufrimientos”.

La raíz del sufrimiento es el deseo. Si se desea arrancar esa clase de dolor, se tendrá que arrancar el deseo."

La palabra "deseo", en español, abarca deseos buenos, que son estímulos de acción, y deseos estériles, que a nada conducen y son apegos.

La base del sufrimiento es el apego, el deseo.

En cuanto se desea una cosa compulsivamente y se ponen todas las ansias de felicidad en ella, uno se expone a la desilusión de no conseguirla.

Donde no hay deseo-apego, no hay miedo, porque el miedo es la cara opuesta del deseo, y es inseparable de él.
Sólo es eterno lo que se basa en un amor libre de apegos.

Los deseos nos encarcelan en las celdas de nuestros apegos y siempre nos vuelven vulnerables.

Donde hay verdadero amor no hay deseos y por lo tanto no existe ningún miedo.
Si se ama de verdad sin los cristales de los deseos, se vera a todos como son, y no como desearíamos que fuesen, y así se amara con la libertad del desapego, sin miedo a que nos fallen, a que se alejen, a que no nos quieran.
“Porque en realidad, ¿qué deseamos? ¿Amar a esa persona tal cual es, o a una imagen que no existe?"
En cuanto podamos desprendernos de esos deseos-apegos, podremos amar de verdad.
Las personas inseguras no desean la felicidad de verdad; porque temen el riesgo de la libertad y, por ello, prefiere la droga de los deseos.

Con los deseos vienen el miedo, la ansiedad, las tensiones y..., por descontado, la desilusión y el continuo sufrimiento.
¿Cuánto dura el placer de creer que se ha conseguido lo que se deseaba?

El primer sorbo de placer es un encanto, pero va prendido irremediablemente al miedo a perderlo, y cuando las dudas se apoderan de nosotros, sobreviene la tristeza.

La misma alegría y exaltación que se siente cuando llega un ser querido, es proporcional al miedo y al dolor de cuando se marcha... o cuando se espera y no viene, por lo tanto ¿Vale la pena?
Donde hay miedo no hay amor.
Cuando se despierta del sueño y se ve la realidad tal cual es, la inseguridad termina y desaparecen los miedos, porque la realidad siempre es y nada la cambia.

¿Qué hacemos cuando escuchamos una sinfonía?
Oímos cada nota, nos deleitamos en ella y la dejamos pasar, sin buscar la permanencia de ninguna de ellas, pues en su fluir está la armonía, siempre renovada y siempre fresca, en el amor, sucede lo mismo.
En cuanto nos enganchamos con la permanencia destruimos toda la belleza del amor.
No hay pareja ni amistad que esté tan segura como la que se mantiene libre de apegos.
El apego mutuo, el control, las promesas y el deseo, conducen inexorablemente a los conflictos y al sufrimiento y, de ahí, a corto o largo plazo, a la ruptura porque los lazos que se basan en los deseos son muy frágiles.
Sólo es eterno lo que se basa en un amor libre de las ataduras del apego.
Los deseos vuelven al hombre vulnerable.
Hay un proverbio oriental que dice:
"Cuando el arquero dispara gratuitamente, tiene con él toda su habilidad."
Cuando dispara esperando ganar una hebilla de bronce, ya está algo nervioso.
Cuando dispara para ganar una medalla de oro, se vuelve loco pensando en el premio y pierde la mitad de su habilidad, pues ya no ve un blanco, sino dos.


Su habilidad no ha cambiado pero el premio lo divide, pues el deseo de ganar le quita la alegría y el disfrute de disparar. Quedan apegadas allí, en su habilidad, las energías que necesitaría libres para disparar.
El deseo del triunfo y el resultado para conseguir el premio se han convertido en enemigos que le roban la visión, la armonía y el goce.
Andres
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Notapor Andres » Mié Abr 26, 2006 1:11 pm

Aqui esta especie de octalogo se dice?, tal vez a alguien le sirva pues se sienta identificado con este manipular
para algunos la psicologia humana es mas facil que la tabla del 1

que opinion les merece :wink:

De Enfrentamientos y Victorias

—Gerardo Bloomerfield—

1 —Toda victoria obtenida u objetivo cumplido, debe ser celebrado con mesura y sin excesos.De hecho,conviene no dar publicidad a las victorias propias. Las razones son variadas: lo que creemos una victoria puede ser solo una retirada estratégica de nuestro enemigo, por lo cual la ignominia seria total en caso de ser nosotros los derrotados al final.Otra razón, es que en la publicación de la victoria subyace una inútil y poco saludable humillación adicional del enemigo derrotado, que lejos de neutralizarlo para siempre, le instalara un recordatorio para caer sobre nosotros a la próxima oportunidad.

2 —Es menester pues, imprescindible, asegurarnos de que no habrá "próxima oportunidad" y esto se logra solo con la desaparición de nuestro enemigo.Si el mismo es derrotado por la fuerza, la destrucción deberá ser absoluta y mas allá de la piedad: no hay peor cosa que dejar a una rata herida... Si el mismo capitula por rendición, sin perder de vista que nuestro objetivo era precisamente su derrota y dejando a un lado las humanas pasiones por un momento, se debe convertir ese enemigo derrotado en un aliado,por lo cual desaparecerá como enemigo. Esta última situación es la ideal. Nunca se deben dejar enemigos tras las espaldas, y si por una eventualidad los dejas, jamas cometas el error de olvidarlos... ellos no te olvidaran a ti

3 —Previo a cualquier enfrentamiento, es necesario medir las fuerzas del enemigo, sin embargo ni la mejor labor de investigación nos dará una idea de las mismas, puesto que frecuentemente ni el mismísimo enemigo conoce sus fuerzas hasta llegada la hora de emplearlas.Este hecho puede llegar a causar sorpresas agradables y desagradables para cualquiera de los dos contendientes

4 —Para conocer a tu enemigo, en una primera etapa es menester que el ignore que se le considere tal. Si eres enemigo declarado, simula tu identidad: en un mundo de medios electrónicos esto no es dificil.Ganandote su confianza averigua cuanto puedas, pero en especial:

a) Quiénes son SUS enemigos pasados y actuales, ahí tendrás posibles aliados

b) Cuáles son sus elementos mas preciados, ahí sabrás donde dolerán mas tus ataques

c) Averigua donde encontrarlo y como, la invisibilidad es el arma defensiva mas poderosa, como la sorpresa lo es en la ofensiva: ni se te ocurra cedersela para que se ampare en ella

5 —Agotados estos medios de conocer a tu enemigo, comenzaras con lo que llamaremos algunas "escaramuzas"... pequeños ataques selectivos, que deberán cumplir dos objetivos:

a) que el enemigo subestime tus fuerzas y sobrevalore desmesuradamente las suyas; esto lo lograras empleando tácticas de una ingenuidad pasmante en un principio

b) en la reacción de tu enemigo conocerás la realidad de su potencial. Pero este paso no debe considerarse único; se deben intensificar las escaramuzas y pequeños ataques una y otra vez en forma gradual, de manera que el enemigo te subestime una y otra vez, se sienta mas confiado en si mismo, y sobre todo revele todos sus recursos...

6 —Llegado a este punto desaparecerás de su vista por un tiempo prudencial.Esto lo convencerá de que te ha derrotado. Usarás ese tiempo para evaluar los datos obtenidos, y para que tu enemigo se olvide de ti. En el momento menos pensado iniciaras una campaña sorpresiva fulminante con todos los recursos a tu alcance, los cuales deberán exceder por mucho los que utilizaste hasta el momento. La sorpresa será en tu enemigo múltiple: por la intensidad, por el momento y por la procedencia

7 —Para llevar a cabo un buen ataque, deberás causar en tu enemigo la sensación de que es acosado las 24 horas. Como tú no dispones seguramente de ese tiempo, recurrirás a los enemigos de tu enemigos, dándoles razones para atacarlo. Si no los tiene o no lo quieren atacar, tú crearás enemigos artificiales mediante la difamación, la mentira, y los rumores sin el menor escrúpulo: en la guerra todo medio es lícito. No importan las capacidades de tus aliados: desde un hombre fornido que lo amedrente hasta una mujer histérica que lo moleste telefónicamente, son útiles, pues crean en tu enemigo la sensación de que es atacado por varios frentes y no le deja un momento de respiro. Asegurate en especial de privarlo de: a) el descanso, b) la tranquilidad, c)el anonimato. Una persona cansada, intranquila e insegura es una persona débil y propensa a capitular.

8 —Como la destrucción de un enemigo suele ser una tarea arduo costosa, y poco frecuente, el objetivo primordial perseguido será en todos los casos su capitulación, su rendición.Esta incluirá: que tu enemigo se disculpe por una ofensa cometida, te retribuya por un daño cometido, o acceda alguna demanda que consideres justa.Una vez conseguida la capitulación, lograste el temor de tu enemigo, sorpréndelo nuevamente y entrégale obsequios en su humillación. Gánate su amor, ya ganado su temor, y tendrás un aliado de por vida,o al menos un frontera segura. Recuerda que según Maquiavelo la situación ideal de un príncipe es la de ser "amado y temido a un tiempo" y solo se debe prescindir de lo primero cuando no es posible la obtención de ambas cosas. Además, siendo amable con tu enemigo en el momento de su derrota, grabaras en su cabeza la sensación de ser una persona imprevisible,con lo cual su temor aumentará. Los humanos tienen tres temores: lo desconocido, lo imprevisible,y lo irreversible... El resto de los temores deriva de estos, por tanto si te consideran un ser misterioso, imprevisible y capaz de dañar de manera irreversible, te temerán como al diablo.



:juajua:

decia un profesor "el que se rie de lo que no conoce esta en camino a ser un idiota".



http://www.geocities.com/templodetezcat/grimoires/gerardo1.htm
Andres
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Notapor SergioF » Vie Abr 28, 2006 2:24 am

Andres, al compartir todo esto , debes estar acumulando mucho buen karma :lol:



Como decía Calderón de la barca:
"Afortunado es el hombre que tiene tiempo para esperar."
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