Entre una mansión patricia romana y un turbulento campamento militar ubicado en viena discurrió la vida -en pleno siglo II d.C.- del "filósofo emperador", cuya mejor obra hay que buscarla en la coherencia de su conducta. Entre sus escritos cabe destacar Meditaciones:
- - Esto es todo lo que soy: un poco de carne, un breve hálito vital y el guía interior.
- Conseguirás tu propósito si ejecutas cada acción como si se tratara de la última de tu vida.
- No te arrastren los accidentes exteriores; procúrate tiempo libre para aprender algo bueno y cesa ya de girar como un trompo.
- Avergüenzate, ¡oh, alma mía! La vida del hombre es corta. La tuya casi ha pasado y no solamente no te honras todavía, sino que fundas tu felicidad en lo que pasa en el alma de los demás.
- Se buscan retiros en el campo, en la costa y en el monte. Tu también sueles anhelar tales retiros. Pero todo eso es de lo más vulgar, porque puedes, en el momento que te apetezca, retirarte en tí mismo.
- No pierdas nunca de vista la fragilidad e inconsistencia de las cosas humanas.
- Al amanecer, cuando de mala gana despiertes, acuda puntualmente a ti el pensamiento: "Despierto para cumplir la tarea propia de un hombre".
- Dentro de poco, ceniza o esqueleto, y/o bien un nombre o ni siquiera un nombre; y el nombre, un ruido o un eco.
- No actúes en la idea de que vas a vivir diez mil años.
- Siempre que te veas obligado por las circunstancias a sentirte confuso, retorna a ti mismo rápidamente y no te desvíes de tu ritmo más de lo necesario.
- Sé como un premontorio contra el cual vienen a estrellarse continuamente las olas del mar: siempre inmóvil mientras, a su alrededor, la furia se hace imponente.
- Sufrir percances no es una desgracia; soportarlos con valor es una virtud meritoria.
- Nada acaece a cualquier hombre que no sea capaz de soportarlo.
- Lo que no beneficia al enjambre, tampoco beneficia a la abeja.
- Circunscríbete al momento presente.
- La perfección moral consiste en pasar cada día como si fuera el último.
- Los hombres han nacido los unos para los otros. Instrúyelos o sopórtalos.
- Todo cuanto ves muy pronto será destruido y los que han visto la destrucción dentro de muy poco serán también destruidos; y el que murió en la vejez extrema acabará igual que el que murió prematuramente.
- ¿Serás algún día, alma mía, buena y sencilla, única, desnuda, más patente que el cuerpo que te circunda?
- ¿Cómo se sirve de tí el guía interior? Que en eso radica todo. Y lo demás, dependa o no de tu libre elección, es polvo y huesos.