El llamado “monstruo de Loch Ness” no existe. Se trata de una proyección holográfica—obviamente para disuadir a los curiosos—de un plesiosauro desde el fondo del lago donde existe una base OVNI.
Los extraterrestres que construyeron esta base provienen de un planeta acuoso llamado Lemarén. Tienen base, asimismo, en el lago Nahuel Huapi, y el famoso "Nahuelito" también lo proyectan ellos holográficamente.
Los Ovnis no entran por el lago sino por las montañas adyacentes, a través de túneles de varios kilómetros de longitud.
Le aclaro, asimismo, que las naves espaciales que vio Ezequiel provenían de Lemarén y no de Marte, como algunos autores sostienen (Ramatís).
El Grupo Elron está en comunicación telepática con estos extraterrestres, que han venido en son de paz y en misión de estudio
Las naves en que vienen a la Tierra no son producto de su tecnología sino de otro planeta más avanzado en viajes estelares que gentilmente se las facilitan.
Si los seres humanos no fuéramos tan escépticos y reaccionarios, hace ya tiempo que hubieran tomado contacto con nuestra raza.