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NotaPublicado: Mar Jul 01, 2014 9:47 pm
por lupa
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Detén la intoxicación de tu hígado. Si sirve como un filtro para todo lo que entra en nuestro cuerpo, entonces tiene sentido eliminar la sobrecarga constante. La FIH (Fundación Internacional de la Hepatitis) enumera varios elementos a tener en cuenta: el exceso de alcohol, medicamentos para el dolor y las drogas, contaminantes ambientales, el exceso de comida, los carbohidratos refinados y los suplementos multivitamínicos que son ricos en vitaminas A y D.
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Toma té verde. La Universidad de Maryland afirma que los hombres que beben 10 tazas de té verde al día son menos propensos a desarrollar trastornos del hígado que aquellos que no lo hacen. El estudio sugiere que los polifenoles del té verde pueden protegerlo del daño del alcohol, de tumores en el hígado y la hepatitis viral.
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Aumenta el consumo diario de verduras verdes. El diente de león ha sido recomendado por la ESCOP (Cooperativa Científica Europea de Fitoterapia) como útil en la restauración de la función hepática. Las verduras crucíferas como el brócoli, el repollo, la col rizada y las coles de bruselas contienen fitoquímicos que modulan las enzimas en el hígado para llevar a cabo la desintoxicación natural.
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Pierde peso y haz ejercicio. Sorprendentemente, casi el 75 por ciento de las personas obesas tienen enfermedad hepática no alcohólica (hígado graso no alcohólico) y la mayoría de ellas no lo saben. A medida que aumenta el IMC, la gravedad de la enfermedad aumenta, según ha informado la Clínica de Prácticas Naturales de Gastroenterología y Hepatología.
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Pasa tiempo al aire libre y aumenta tu nivel de vitamina D. Los estudios de los Anales de la Ciencia Clínica y de laboratorio han demostrado que las personas con enfermedad hepática crónica tienen niveles bajos de esta vitamina en su sangre. La forma en que se encuentra absorbida por la piel es como colecalciferol o vitamina D3 y se metaboliza sin el riesgo de sobredosis, como puede suceder con los suplementos.