Acabo de leer las noticias económicas y me he encontrado con este artículo.
Recesión, expectativas, y otros regalitos de Año Nuevo
Cristina Simón
Todavía no hemos empezado prácticamente el año y siguen sin darnos tregua con la espada económica de Damocles: la BBC publica una noticia sobre la recesión en USA que no sé muy bien si es para reir o llorar. Durante los últimos meses, los ciudadanos de a pie no hemos sabido con certeza si la cosa iba mal, muy mal, si podíamos irnos de vacaciones o comprar langostinos en Navidad –a juzgar por las colas de los hipermercados, todos los que han podido se han decantado por el consumo despendolado de los mismos. Pues bien, los que tengan dudas todavía sobre lo que nos espera, que accedan a esta noticia: "La recesión en EEUU ya llegó".
La cosa va así. Merrill Lynch afirma que USA –y ya sabemos lo del estornudo americano y el catarro global- ya ha pasado su primer mes de recesión confirmada. No solo ha llegado; la frase destacada es que ‘la recesión es ya parte de la vida cotidiana’. Dan escalofríos. Menos mal que ha salido al paso el que se supone que decide formalmente cómo están las cosas: el Presidente de la Oficina Nacional de Investigaciones Económicas. En su caso, la frase que destaca la noticia es ‘Creo que en estos momentos no estamos en una recesión, pero me parece que corremos un grave riesgo de que las cosas empeoren y que pueda ocurrir una caída real.’ (Más bien parece que a este señor le ha sentado mal que alguien se le adelante en el vaticinio formal… ) pero al fin y al cabo ¿qué más da? El hecho es que en un par de semanas tendremos otra vez a una multitud de empleados en todo el mundo temiendo por su puesto de trabajo.
Parece ser que USA ya ha experimentado este tipo de caídas once veces desde la Segunda Guerra Mundial –algunas las hemos conocido ampliamente en los últimos tiempos-. De las recesiones suelen seguirse restructuraciones, que si atendemos a los estudios de expertos como Wayne Cascio, cada vez son más irracionales y radicales. Un magnífico estudio publicado en castellano en Revista de Empresa, ‘Estrategias para una restructuración responsable’, demuestra de forma demoledora que las empresas que recurren a despidos para paliar las recesiones no tienen mejores resultados corporativos en el medio plazo.
Pero además de este hecho que los ejecutivos deberían tener en cuenta, en este momento concreto surge una nueva paradoja: la famosa batalla por el talento debería suponer un freno a los despidos masivos. Son muchos los estudios que señalan que las prioridades de los ejecutivos son la retención y desarrollo del talento. ¿Tiene sentido desprenderse de empleados cuando el mercado laboral no presenta demanda? ¿Cómo se va a resolver esta contradicción desde el mundo de la empresa, sobre todo en épocas de moda de Responsabilidad Social Corporativa? Será interesante seguirlo, los que conozcan ejemplos de empresas que aborden estas situaciones desde una consideración del empleado que lo digan bien alto, por favor. Para mejorar las expectativas, nada mejor que ejemplos concretos.
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